Antonio Maira - inSurGente.- Me duele Cuba hasta la rabia infinita, hasta que se me pulverizan las entrañas de dolor. Amo a Cuba como expresión social y humana de un futuro indiscutible; tan indiscutible como la esperanza y el amor a la vida.

Amo también a Cuba porque allí viven 10 millones de héroes -que sin más armas que el coraje- han defendido, frente a todos, agitando la bandera de la Revolución a los casi un millón de iraquíes asesinados por el Imperio en el peor genocidio de la Historia.
Amo a Cuba -10 millones de humanidades plenas- que han agitado la bandera de la Revolución frente a un bloqueo genocida, defendiendo hasta la extenuación física a centenares de millones de hambrientos que son parte de los miles de millones de sombras humanas que pueblan el planeta.


A los 10 millones de héroes y seres humanos admirables en su solidaridad, fraternidad, igualdad y dignidad, les voy a hacer partícipes de la dialéctica de la naturaleza y la barbarie.

A todos les dedico un Apéndice de esperanza. Y al sabio Fidel del que estoy a años luz del verdadero conocimiento. Él, con su dignidad y su amor a la Humanidad casi increíble, me hizo ver cómo es la dialéctica social en la Historia de las últimas décadas. Me ayudó a vislumbrar -y a poder ver con claridad empírica más tarde-, como este Imperio de ahora está también a años luz del de Hitler, en barbarie.

Nota científica:

Lo que produce las "gigantescas entradas del mar" -en ciudades como La Habana y la enorme proporción de tierras llanas y casi deshabitadas de Cuba; o en ciudades como Nueva Orleáns y el superpoblado delta del Missisipi-; no es el resultado de la combinación entre tormenta tropical (no huracán) entrando desde el sur de Cuba en mar abierta; sino entre elevación del nivel del mar debido a las mar

Lo que produce las "entradas de punta a punta" en la zona norte de la isla es la combinación entre tormenta tropical (no huracán) reducido a tormenta atlántica (con vientos fuertes aunque no huracanados, pero muy extensa), pero con vientos no huracanados, al norte de Cuba y grandes mareas atlánticas "desicigias".

Eso sólo puede producirse cuando la luna llena se coloca entre el Sol y la Tierra.

El Sol se alinea con la Luna, con la tierra en medio. Son las noches blancas al revés.

Sólo puede ocurrir entre finales de agosto y el día 21 de septiembre: justo a medio camino entre el equinoccio de primavera y el solsticio de invierno.

El primer huracán devastador que cruzó por la zona más estrecha de Cuba –cortando perpendicularmente la provincia de Pinar del Río es un fenómeno infrecuente.

El segundo huracán catastrófico cruzando de Este a Oeste la isla completa fue un fenómeno vinculado con la astronomía de ciclo larguisímo. Sólo puede ocurrir con la luna llena saliendo por el horizonte justo en el punto cardinal Este cuando el Sol se está poniendo justo en el punto cardinal W.

Tal fenómeno –astronomía de ciclo larguísimo- va a ocurrir en los próximos años.

La inclinación de la parte ancha de Cuba con relación al Ecuador y hacia el Sur debe ser próxima a la inclinación de la línea equinoccial con relación al Ecuador.

El día terrible para un fenómeno de estas características estará en los próximos años en torno a finales de agosto o principios de septiembre.

Abrazo a Cuba.
Solidaridad
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