Pedro Péglez González - Trabajadores.- Una delegación de más de 40 artistas de nuestro país (trovadores, repentistas, humoristas, actores y grupos de música popular) compartió los días de fin de año con los especialistas cubanos que colaboran en Venezuela en áreas como la salud, la educación, el deporte y la agricultura.
Ya en tierras bolivarianas, la embajada cultural se organizó en tres brigadas con el fin de abarcar el mayor territorio posible. Como parte de una de ellas, actuó para los compatriotas el dúo Ad Líbitum, integrado por el trovador Leonel Pérez Pérez y la narradora oral escénica María de las Nieves Morales.
"Nuestra brigada se presentó en cinco estados —nos explica María—: Guárico, Apure, Yaracuy, Lara (específicamente en la ciudad de Barquisimeto) y Zulia, en ese caso en la ciudad de Maracaibo".
"Guárico fue seleccionada sede —precisa Leonel— del acto central de los cubanos en Venezuela por el aniversario 50 del triunfo de la Revolución, y en él actuamos como parte de la brigada".
El dúo Ad Líbitum posee un amplio repertorio, con números donde se entrelazan poesía, trova y narración oral escénica. Les pregunto qué temas interpretaron, y cómo los recibió el público. De eso último prefiere María hablar primero:
"El público era siempre de varios cientos de cooperantes cubanos, en su mayoría médicos, personas de mucha sensibilidad humana, y además emocionados por el encuentro con artistas de su país que iban a compartir con ellos días tan significativos, más para ellos que llevan tiempo alejados de sus familiares, en razón de la misión que cumplen allá. Todos esos factores sentimentales se manifestaban en su acogida a los artistas"
"Y toda esa emoción nos la trasladaban, ¿comprendes? —añade Leonel—. Del repertorio hicimos de todo un poco, pero sin duda lo que más impactó fue el tema de los Cinco Héroes, un número que nosotros titulamos “Balada de Adriana y Gerardo”.
"Lo integran —comenta María— dos textos del poeta costarricense Jorge Debravo, uno de ellos convertido en canción por Leonel, que conforman una sola unidad dramatúrgica. Con ella evocamos la separación, por más de diez años, de Gerardo Hernández Nordelo y su esposa Adriana, por la negativa de visa para que ella lo visite, aplicada una y otra vez por el gobierno de Estados Unidos".
"Varias veces hicimos ese número —recuerda Leonel—, incluso en el acto por el aniversario 50 de la Revolución, que como te dije se hizo en Guárico, y donde, además de los cubanos, había compañeros venezolanos y de otros países. En todas las ocasiones el impacto emocional fue muy grande, al final el público se ponía de pie, aplaudía largamente, y nosotros podíamos ver lágrimas en muchas mejillas. Y para nosotros, ver cómo el arte levantaba a la gente conmovida por la causa de los Cinco, fue la emoción mayor de toda la gira".
Foto: Franklin Reyes
