Juan Carlos Martínez-Portillo - Asociación de Amistad Rioja-Cuba.- “La mejor, más eficaz y sincera forma de Cooperar al Desarrollo con Cuba, haciendo alusión al título de la presente publicación, es trabajar sinceramente por la eliminación de las distintas expresiones del bloqueo de EE.UU. al pueblo y al gobierno de Cuba, denunciarlo donde corresponda y exigir a la administración norteamericana de turno su definitiva eliminación tras casi 50 años de aplicación.”


Esta pensaba ser la idea que culminase el artículo que desde la Asociación de Amistad Rioja-Cuba queríamos transmitir a quienes leyeran estas líneas.

Sin embargo, consideramos que nada más gráfico como describir someramente las características de dicho bloqueo y la variedad normativa en la que éste se ha ido desarrollando, que desde 1959 ha costado al pueblo de Cuba más de 90.000 millones de dólares, y cuya erradicación supondría un verdadero estímulo para la isla, que sumado al ya de por sí alto índice de humano y social que la población cubana disfruta, harían innecesarias cualesquiera ayudas económicas y/o materiales que las instituciones públicas o privadas hoy llevan a cabo con Cuba.

El tristemente célebre “bloqueo a Cuba” (bloqueo, no un simple embargo como pretende describirse por los distintos gobiernos que EE.UU. ha tenido en las últimas 5 décadas) no es otra cosa que una guerra de carácter económico, comercial y financiero aplicado unilateralmente por estas administraciones, ya fueran demócratas o republicanas. En definitiva, un crimen contra el pueblo cubano, una serie de “actos  perpetrados con la intención de destruir total o parcialmente a un grupo nacional” que la Convención de Ginebra de 1948 califica como genocidio (obviaremos en este artículo oto tipo de intervenciones de carácter abiertamente militar desplegadas contra Cuba directamente por EE.UU. o fomentadas indirectamente a través de organizaciones terroristas afincadas principalmente en Miami y que han costado la vida a 3.500 personas y heridas a 2.100).
 
ANTECEDENTES
La historia de las intervenciones norteamericanas contra Cuba es larga, pues desde finales del siglo XIX, mientras el pueblo cubano peleaba por su independencia contra el colonialismo español, los EE.UU. ya ansiaban apoderarse del territorio. Es en 1899 cuando EE.UU. ocupa militarmente Cuba e impone la llamada Enmienda Platt, que le otorgaba el “derecho” de intervenir en el país cuando creyeran que afectaba a sus intereses. Así, la economía y la política cubanas fueron, de facto, propiedad privada de los gobernantes de EE.UU. hasta el 1º de Enero de 1959.

Con el triunfo de la Revolución, Cuba comienza a adoptar una serie de medidas de soberanía económica, como la Ley de Reforma Agraria y la nacionalización de distintas multinacionales asentadas en Cuba, incluyendo la todopoderosa United Fruit.
Es aquí cuando el Departamento de Estado norteamericano, en Julio de 1959, afirma que “corresponde al gobierno de EE.UU. asumir una posición muy firme contra la Ley de Reforma Agraria de Cuba... La mejor manera de alcanzar el necesario resultado es la presión económica”.

El 6 de Abril de 1960, Lester Mallory, Subsecretario de Estado de EE.UU., afirma: “La mayoría de los cubanos apoyan a Castro, por lo que hay que negarles dinero y suministros, para disminuir los salarios reales con el fin de causar hambre y el derrocamiento del gobierno”. Toda una declaración de intenciones.

El 16 de Diciembre de 1960, el presidente Eisenhower suprime la compra de azúcar cubano, el 3 de Enero de 1961 rompe relaciones diplomáticas con Cuba y en abril de ese año, el flamante presidente Kennedy aprueba el intento de invasión de Bahía de Cochinos.
  
PLANES DEL IMPERIO CONTRA CUBA
El objetivo máximo del bloqueo a Cuba ha sido destruir la Revolución y devolver a Cuba a la situación semicolonial previa a 1959. Para quien tenga dudas de esta afirmación, veamos lo aprobado por el ex presidente George Bush como Plan para una Cuba Democrática, y que recoge tras la supuesta caída de la Revolución un “gobierno de transición” con funcionarios norteamericanos nombrados por Bush que dirigirían el país y cuyas primeras medidas serían: la devolución de todas las propiedades nacionalizadas (tierras de campesinos, casas, fábricas y centrales...) a batistianos y compañías norteamericanas; una privatización de los servicios de salud y de la educación, previa “reeducación” del personal docente; la organización de una nueva policía entrenada por EE.UU; o el enjuiciamiento por parte de tribunales nombrados por este país a funcionarios, militantes del Partido Comunista, militares, cooperativistas... Sería entonces cuando definitivamente se podrían celebrar en Cuba, ¡por fin!, unas elecciones libres donde el gobierno norteamericano decidiría quién se presenta y quien no.
 
PERO...¿EN QUÉ CONSISTE EL BLOQUEO?
Una vez visto cuáles son los planes que la anterior administración norteamericana tenía para el pueblo de Cuba, y que difieren bien poco de los establecidos en su día por todos y cada uno de los inquilinos de la Casa Blanca, diseccionemos las distintas medidas en las que se ha materializado el bloqueo impuesto progresivamente contra Cuba en estos 50 años, y que hasta ahora se pueden resumir en 8 grupos de medidas:

El primer grupo de prohibiciones impide a Cuba exportar, no pudiendo vender sus productos ni en EE.UU. ni a empresas de este país en cualquier lugar del mundo. El pueblo de EE.UU. no puede consumir azúcar, tabaco o níquel cubano, no puede comprar música u obras de arte de este país, por lo que el pueblo de EE.UU. también sufre, en cierta medida, el bloqueo a Cuba.

El segundo grupo de medidas prohíbe comprar en EE.UU., importar nada de lo producido en este país, incluyendo todo producto cuyo origen pertenezca a un tercer estado pero que pueda tener, aunque sólo sea uno de sus componentes, fabricación norteamericana. Sólo a finales de 2001, y por presiones de compañías agrícolas y ganaderas de EE.UU., se permitió la venta de algunos alimentos pero con la condición de pagarlos al contado, y siempre tras cumplir extenuantes trámites para que a esas empresas les fuera concedida la autorización.

El tercer grupo de medidas no permiten que Cuba reciba a turistas de EE.UU. bajo pena de multas de hasta 250.000 dólares, al considerarse delito grave. Nuevamente, el pueblo norteamericano es también bloqueado.

El cuarto grupo de prohibiciones no permite que Cuba use dólares en sus compras, por lo que se ve obligada a cambiar sus dólares por otras monedas para pagar a sus proveedores, perdiendo dinero que se quedan los bancos debido a las comisiones derivadas de dichos cambios. EE.UU. presiona a entidades financieras de otros países para que no hagan operaciones con Cuba e incluso les multa, como hizo al suizo UBS con una cantidad de 100 millones de dólares por “comerciar con Cuba en dólares”.

El quinto grupo de prohibiciones no permite que los organismos internacionales, como el Banco Interamericano de Desarrollo, otorguen préstamos a Cuba para su desarrollo económico y comercial.

El sexto grupo de prohibiciones se encuentran en la llamada Ley Torricelli, que prohíbe  a Cuba comerciar con compañías de cualquier lugar del mundo, si son parte de una empresa matriz norteamericana. También impide que barcos que arriben a Cuba puedan fondear durante los próximos 6 meses en puertos de EE.UU.

El séptimo grupo de las prohibiciones son las recogidas en la Ley Helms-Burton, que suponen otro intento por extender el acoso a Cuba a terceros países al obligar a estos a obedecer y aplicar las diferentes medidas que recoge el bloqueo. Se prohíbe igualmente a entrar en EE.UU. a quienes comercien con Cuba y a su familia.

Por último, el octavo grupo de medidas permiten violar los derechos internacionales de las marcas comerciales cubanas y se autoriza a empresas de EE.UU. a usarlas para falsificar productos hechos en Cuba.

A falta de saber cuál va a ser la actitud de la flamante administración Obama, la herencia de George Bush contra Cuba se ha materializado no sólo en la aplicación con el máximo rigor de las medidas anteriormente descritas, sino en la prohibición de artistas o científicos cubanos para asistir a eventos de EE.UU. y viceversa, o las recogidas en la cínicamente llamada Comisión de Ayuda para una Cuba Libre, que limita la entrada de cubanos residentes en EE.UU. a visitas de familiares de la isla a una cada tres años, previo permiso, y si son exclusivamente padres, hijos, hermanos, esposos o abuelos.

Del mismo modo, quienes finalmente cumplan los requisitos y obtengan autorización no pueden llevar a Cuba más de 300 dólares, su estancia será de un máximo de 14 días, y no pueden regresar con ningún artículo cubano.

La restricción del envío de paquetes o dinero desde EE.UU. a Cuba, el aumento de la presión a terceros países para intentar aislar a Cuba, la concesión a grupos de mercenarios, contrarrevolucionarios y terroristas confesos de decenas de millones de dólares... son otra serie de medidas que el ex presidente Bush ha aplicado con la fatua esperanza de derribar una Revolución y rendir a un pueblo que sigue sin ceder “ni un tantico así” y trabaja, crea, estudia, lucha y, en definitiva, se prepara para defender y seguir construyendo un modelo que comenzó a poner en pie hace ya 50 años.

LOS PUEBLOS DEL MUNDO ABORRECEMOS EL BLOQUEO A CUBA
La última votación de la Asamblea de Naciones Unidas sobre el bloqueo a Cuba en 2008 arrojó unos resultados de 185 votos en contra del mismo, 3 a favor (EE.UU., el Estado terrorista de Israel y Palau) y 2 abstenciones (Islas Marshall y Micronesia). Y van 17 veces las que la comunidad internacional,desde 1992, condena sin paliativos un bloqueo que, según el canciller cubano Felipe Pérez Roque “es el principal obstáculo al desarrollo económico y social de Cuba”.

La pregunta es: ¿Cargará la nueva administración de USA con el estigma de mantener por más de medio siglo la más impopular de sus medidas de sanciones económicas bilaterales y contra los intereses de terceros países?. Veremos, pero en todo caso, los pueblos del mundo no debiéramos permitirlo. Por Cuba, pero también por la salvaguarda de nuestra dignidad y soberanía.

Solidaridad
Washington, 25 abr (Prensa Latina) La congresista de Estados Unidos Pramyla Jayapal abogó por sacar a Cuba de la lista de patrocinadores del terrorismo, cuya designación -afirmó- limita hoy profundamente su capacidad para funcion...
Washington, 25 abr (Prensa Latina) ‘Leche pa’Cuba’, campaña que anima hoy en Estados Unidos al movimiento Puentes de Amor y a la organización pacifista Code Pink, hizo posible que otras mil 650 libras del vital aliment...
A continuación, varias informaciones de la ONG mediCuba-Europa....
Lo último
Ray Cruz, actor cubano: Entrevista
Cubavisión Internacional.- Nuestra periodista Valia Marquínez Sam conversa con el actor, cantante y presentador, Ray Cruz, que ahora protagoniza la obra teatral Fátima, inspirada en el cuento del destacado intelectual cubano Migu...
Ver / Leer más
La Revista