Bajo la lluvia y el sol, nuestro archipiélago fue testigo este sábado de una historia mil veces contada, pero siempre de forma diferente. De nuevo andarines cubanos y extranjeros tomaron por asalto calles y avenidas, terraplenes y guardarrayas, para rendir tributo a Terry Fox.
Aquel joven canadiense, con cáncer y amputado de su pierna derecha, recorrió 5 373 kilómetros, durante 143 días, por el vasto territorio de su país. La enfermedad lo venció finalmente, pero su legado se expande con el tiempo y más de 60 países lo abrazan cada año.
La actividad central de Cuba tuvo arrancada y meta en la capital, frente a la Sala Kid Chocolate. Uno de los objetivos era, precisamente, recaudar fondos para la lucha contra el cáncer, y por ello los fondos serán destinados al Instituto Nacional de Oncología.
El XI Maratón de la Esperanza fue respaldado por el INDER, los ministerios de Relaciones Exteriores y Salud Pública, así como la Embajada de Canadá en Cuba y otros organismos e instituciones.