Cubainformación.- El compañero José Mª colaboró en cuanta oportunidad tuvo con la Coordinadora Estatal de Solidaridad con Cuba, tanto en la difusión de información y convocatorias, como en la venta de bonos y calendarios, así como en cualquier otra actividad en defensa de la Revolución Cubana. De continuar fisicamente entre nosotras y nosotros, seguro que hubiera colaborado con el proyecto "cubainformación" igual que lo hizo con nodo50. Por eso informamos hoy aquí del homenaje del que fué objeto el pasado sábado día 13 en Sevilla.
Asamblea de Nodo50.- Dentro de poco hará cuatro años desde que nos dejó nuestro compañero de Nodo50, José María Sánchez Estévez. A iniciativa del Foro Social de Sevilla, del que también era miembro, una calle de la ciudad lleva ya su nombre. Queremos compartir con vosotr@s este pequeño acto de homenaje a un luchador incansable, a un militante ejemplar, a un amigo, pero sobre todo, a una buena persona.
El pasado sábado 13 de junio, a las 12 del mediodía, la Calle nº2 de Sevilla pasó a llamarse Calle José María Sánchez Estévez. En un sencillo acto, compañer@s, amig@s y familiares descubrieron una bandera republicana y otra de la CGT que tapaban la placa con la que, después de varios años, se hacía efectiva una petición para la que se recogieron centenares de firmas.
La calle está ubicada en un barrio humilde, como creemos que a él le habría gustado, a pesar de que sabemos que le hubiera producido horror sólo pensar que iba a ser objeto de este tipo de homenajes. Ojalá consiga perdonárnoslo. Para aligerarle el rubor, queremos contarle que el lugar que ahora le recuerda más allá de nuestras cabezas y corazones está junto al Canal de los Presos, donde más de cien mil represaliados del franquismo fueron utilizados como mano de obra esclava para construir el canal del bajo Guadalquivir. La barriada, salpicada de casas bajas y campos de trigo, fue levantada a mano por las familias, con la ilusión de poder divisarlos en la distancia mientras trabajaban. Junto a su memoria, está ahora la de otro luchador incansable y anónimo, de esos que ya no quedan.
Y es difícil contarlo sin que parezca que recurrimos a los tópicos habituales que tod@s dicen de los que ya no están. Pero quienes le conocieron saben que no hay pose. Jose María peleó siempre, con una energía que se contagiaba, con un dulzura que te hacía quererle desde el primer minuto, con una convicción y una dignidad que hacen imposible que le olvidemos, por muchos años que pasen, con y sin calle, por mucho que cambien las cosas. Basta evocar su mirada tranquila, y él sigue estando aquí.
Y queremos que sepas que te echamos de menos, mucho, y que si este proyecto es en gran medida lo que es a día de hoy, fue gracias a tu esfuerzo. Queremos que quienes nos leen cada día sepan esto también.
José María falleció el 22 de octubre de 2005, un día que no podremos olvidar, tras una durisima enfermedad. Fue miembro de la asamblea de este proyecto durante varios años, desde que le conocimos al calor de las campañas antiglobalización de comienzos de la década. Fue también militante sindical y desplegó sus energías en cuantas luchas encontró en su camino. Demasiado peligroso, debió pensar alguien, que exista gente como él; ya lo decía Eduardo Galeano en un cuento triste que recordamos el sábado al evocarle:
Envidias del alto cielo
Creen los Mayas que al principio de la historia, cuando los dioses nos dieron nacimiento, nosotros, los humanos, éramos capaces de ver más allá del horizonte. Entonces estábamos recién fundados, y los dioses nos arrojaron polvo a los ojos para que no fuéramos tan poderosos.
Yo pensé, en esa envidia de los dioses, cuando supe que había muerto mi amigo René Zavaleta. René, que tenía una inteligencia deslumbrante, fue fulminado por un cáncer al cerebro. De cáncer de garganta había muerto, medio siglo antes, Enrico Caruso.
Sólo que se equivocaron si pensaban que se iba con su marcha. Aquí se ha quedado. Ahora en una humilde calle que lleva su nombre, porque ya era hora, como dijo un compañero suyo en el acto, que las calles dejen de llevar nombres de fascistas y de sinvergüenzas, y empiecen a llevar los nombres de los imprescindibles. Y aquí se ha quedado, porque nada ni nadie le borra de nuestra memoria, de nuestro trabajo cotidiano, de la cabeza de Luisa, de Lisardo, de Elsa y de los miembros de esta asamblea. Y así será, por más años que pasen. Te queremos.
Asamblea de Nodo50
http://www.nodo50.org/Hace-casi-cuatro-anos-que-nos-dejo.html
El pasado sábado 13 de junio, a las 12 del mediodía, la Calle nº2 de Sevilla pasó a llamarse Calle José María Sánchez Estévez. En un sencillo acto, compañer@s, amig@s y familiares descubrieron una bandera republicana y otra de la CGT que tapaban la placa con la que, después de varios años, se hacía efectiva una petición para la que se recogieron centenares de firmas.
La calle está ubicada en un barrio humilde, como creemos que a él le habría gustado, a pesar de que sabemos que le hubiera producido horror sólo pensar que iba a ser objeto de este tipo de homenajes. Ojalá consiga perdonárnoslo. Para aligerarle el rubor, queremos contarle que el lugar que ahora le recuerda más allá de nuestras cabezas y corazones está junto al Canal de los Presos, donde más de cien mil represaliados del franquismo fueron utilizados como mano de obra esclava para construir el canal del bajo Guadalquivir. La barriada, salpicada de casas bajas y campos de trigo, fue levantada a mano por las familias, con la ilusión de poder divisarlos en la distancia mientras trabajaban. Junto a su memoria, está ahora la de otro luchador incansable y anónimo, de esos que ya no quedan.
Y es difícil contarlo sin que parezca que recurrimos a los tópicos habituales que tod@s dicen de los que ya no están. Pero quienes le conocieron saben que no hay pose. Jose María peleó siempre, con una energía que se contagiaba, con un dulzura que te hacía quererle desde el primer minuto, con una convicción y una dignidad que hacen imposible que le olvidemos, por muchos años que pasen, con y sin calle, por mucho que cambien las cosas. Basta evocar su mirada tranquila, y él sigue estando aquí.
Y queremos que sepas que te echamos de menos, mucho, y que si este proyecto es en gran medida lo que es a día de hoy, fue gracias a tu esfuerzo. Queremos que quienes nos leen cada día sepan esto también.
José María falleció el 22 de octubre de 2005, un día que no podremos olvidar, tras una durisima enfermedad. Fue miembro de la asamblea de este proyecto durante varios años, desde que le conocimos al calor de las campañas antiglobalización de comienzos de la década. Fue también militante sindical y desplegó sus energías en cuantas luchas encontró en su camino. Demasiado peligroso, debió pensar alguien, que exista gente como él; ya lo decía Eduardo Galeano en un cuento triste que recordamos el sábado al evocarle:
Envidias del alto cielo
Creen los Mayas que al principio de la historia, cuando los dioses nos dieron nacimiento, nosotros, los humanos, éramos capaces de ver más allá del horizonte. Entonces estábamos recién fundados, y los dioses nos arrojaron polvo a los ojos para que no fuéramos tan poderosos.
Yo pensé, en esa envidia de los dioses, cuando supe que había muerto mi amigo René Zavaleta. René, que tenía una inteligencia deslumbrante, fue fulminado por un cáncer al cerebro. De cáncer de garganta había muerto, medio siglo antes, Enrico Caruso.
Sólo que se equivocaron si pensaban que se iba con su marcha. Aquí se ha quedado. Ahora en una humilde calle que lleva su nombre, porque ya era hora, como dijo un compañero suyo en el acto, que las calles dejen de llevar nombres de fascistas y de sinvergüenzas, y empiecen a llevar los nombres de los imprescindibles. Y aquí se ha quedado, porque nada ni nadie le borra de nuestra memoria, de nuestro trabajo cotidiano, de la cabeza de Luisa, de Lisardo, de Elsa y de los miembros de esta asamblea. Y así será, por más años que pasen. Te queremos.
Asamblea de Nodo50
http://www.nodo50.org/Hace-casi-cuatro-anos-que-nos-dejo.html
