Es verdaderamente abominable que el fallecimiento de un hombre, hecho que tanto dolor causa a sus familiares y amigos, y que lamentamos todos, sea burdamente manipulado por intereses mezquinos. ¿Es que acaso la ultraderecha, que ha dado sobradas muestras de que no respeta la vida, tampoco respeta la muerte?
Cada día en el mundo mueren niños por falta de alimentos, personas sin asistencia médica, civiles inocentes víctimas de injustificados conflictos bélicos, y los medios callan.
A la Unión Europea, no le es suficiente con la ultrajante Posición Común contra Cuba mantenida desde 1996. Con la reciente aprobación de una bochornosa resolución en su Parlamento, se ha plegado, una vez más, a los designios de la CIA y de la mafia cubanoamericana.
¿Será que Europa está en condiciones de dar lecciones en materia de derechos humanos?. ¿Y los vuelos clandestinos de la CIA para trasladar a prisioneros a cárceles secretas en territorio europeo? ¿ Y el silencio cómplice ante las constantes torturas, vejaciones y violaciones del Derecho internacional humanitario en las bases de Abu Ghraib y Guantánamo, esta última ilegalmente ocupada contra la voluntad del pueblo cubano?.
¿Dónde están las campañas de la gran prensa europea condenando a Estados Unidos por proteger en su territorio a terroristas confesos como Pasada Carriles que actúan bajo las órdenes o con el conocimiento de ese gobierno? ¿Dónde están las que exigen la liberación de Cinco hombres cubanos, prisioneros en Estados Unidos desde hace más de 11 años por salvaguardar vidas humanas contra acciones terroristas, sin derecho a ser visitados regularmente por sus familiares y esposas?
¿Cuántos medios han hecho merecido reconocimiento a la ardua y desinteresada labor de la brigada médica cubana presente en 127 de las 137 comunas haitianas, asentada en ese hermano país desde once años antes del lamentable terremoto de enero pasado?
Es, realmente, repugnante.
El derecho a la autodeterminación y a la soberanía de un pueblo no admite chantajes. Eso se llama dignidad.
Algún día, la justicia, la verdad y la razón vencerán.
La Estrella de Cuba, Berlín, 10.04.2010
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