Vania Ramírez - Comité por la Libertad de los Cinco, Suecia / Cubainformación.-
Compañeros,
El 17 de abril del 2010, se realizó el lanzamiento de la campaña con la cual las mujeres en Suecia se dirigen a Michelle Obama, pidiéndole que se comprometa en la causa de Adriana Pérez y Olga Salanueva, a las cuales durante más de 10 años se les ha negado el ingreso a EE.UU. para ver a sus esposos, Gerardo Hernández y René González, injustamente encarcelados en ese país.Este domingo 4 de julio del 2010, dentro del marco de la manifestación anti-imperialista que año tras año se realiza en esta fecha en Estocolmo, el Comité por la Libertad de los Cinco dio a conocer el envío de una segunda misiva a Michelle Obama. En esta oportunidad se cuenta, entre otras, con la firma de 7 europarlamentarias y 9 europarlamentarios, provenientes de 10 países europeos que adhieren al llamamiento de la europarlamentaria sueca Eva-Britt Svensson; integrantes de los parlamentos nacionales de Suecia, Finlandia, Dinamarca, Alemania e Irlanda; personalidades de la cultura sueca, y mujeres de toda la geografía del país.
Nuestro compromiso se mantiene de obtener en el futuro la firma de la mayor cantidad de mujeres adherentes a esta justa petición.
Estimada Señora Michelle Obama
Algunos meses atrás, nosotras, mujeres en Suecia, le enviamos una petición para que se comprometa en la causa de dos mujeres cubanas, Adriana Pérez y Olga Salanueva, a las cuales durante más de 10 años se les ha negado la visita a sus esposos encarcelados en los Estados Unidos. Sus esposos Gerardo Hernández y René González, fueron injustamente condenados a dos cadenas perpetuas y 15 años, respectivamente, por haber buscado en los EE.UU. información sobre las actividades terroristas en la Florida que están dirigidas en contra de Cuba. Forman parte del grupo que es conocido mundialmente como Los Cinco Cubanos, prisioneros políticos en EE.UU.
Hoy, el Cuatro de Julio, al cumplirse 234 años de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos, le reiteramos nuestra petición, apoyada por un gran número de mujeres de Suecia y otros países europeos que han adherido a este llamamiento.
Estimada Señora Michelle Obama
Nosotras, mujeres en Suecia, le pedimos que se comprometa en la causa de dos mujeres a las cuales durante más de 10 años se les ha negado la visita a sus esposos encarcelados en los Estados Unidos. Se trata de dos mujeres cubanas, Adriana Pérez y Olga Salanueva, a las cuales en reiteradas ocasiones y con diferentes argumentos se les ha negado la visa de ingreso a los EE.UU. para visitar a sus esposos, Gerardo Hernández y René González, injustamente condenados a dos cadenas perpetuas y 15 años, respectivamente, por haber buscado en los EE.UU. información sobre las actividades terroristas en la Florida que están dirigidas en contra de Cuba. Forman parte del grupo que es conocido mundialmente como Los Cinco Cubanos, prisioneros políticos en EE.UU. Ellos contribuyeron con su accionar a salvar muchas vidas tanto en Cuba como en los Estados Unidos.
Las autoridades de EE.UU. han justificado su rechazo a las reiteradas solicitudes de estas dos mujeres aduciendo que ellas supondrían una amenaza a la seguridad nacional de EE.UU. Pero ninguna de las dos ha sido procesada por tales cargos, y tampoco se han presentado evidencias de su supuesta culpabilidad. Que las razones para el rechazo carecen de contenido se refleja en que cambian de una ocasión a otra.
En diciembre del 2009 el Departamento de Seguridad Interna rechazó la solicitud de Olga Salanueva por octava vez. Sin justificación se le negó visitar a su esposo, René González. Cuando fue arrestado en septiembre de 1998 ella vivía en forma legal junto a él y sus dos hijas en Miami, donde nació la hija menor, ciudadana estadounidense al igual que su padre. Cuando su esposo fue detenido también fue arrestada Olga, con la intención de presionarlo para que asumiera delitos que jamás cometió. Después de tres meses fue deportada a Cuba, sin su hija de dos años. Recibió una visa en marzo de 2002, que fue revocada antes de que pudiera utilizarla. Después de 10 años, las autoridades de EE.UU. continúan castigándola cruelmente a pesar de que no ha cometido delito alguno.
A Adriana Pérez también se le otorgó visa en julio del 2002, y viajó a los EE.UU. para visitar a su esposo, Gerardo Hernández. Pero cuando llegó a Houston fue detenida en el aeropuerto, fotografiada, tomadas sus huellas dactilares, interrogada durante 11 horas, sin permitirle el acceso a abogado y personal diplomático de su país, y después devuelta a Cuba. Con una crueldad elaborada se le infundió esperanza para después humillarla y negarle el ansiado encuentro con su esposo. La última vez que se le negó la solicitud de visa a Adriana fue en julio de 2009, en el 21º aniversario de su boda.
El negarle a familiares a visitar a los presos implica un castigo innecesario y adicional para ambas partes y viola las normas internacionales de trato humano. Estas incluyen el derecho de todos los presos al contacto con sus familias y visitas familiares. Nos preguntamos por qué tanta crueldad contra dos mujeres honradas que no han cometido delito alguno y cuyo único deseo es poder visitar a sus esposos.
Las solicitudes de visa humanitaria de Olga Salanueva y Adriana Pérez están avaladas por un importante número de instituciones y organizaciones religiosas, legales y de derechos humanos, que abarcan desde el Consejo Mundial de Iglesias, el Consejo de Iglesias de Cristo de EE.UU., el Consejo de Iglesias de Cuba, la Asociación Americana de Juristas, Amnistía Internacional, hasta una larga lista de Premios Nobel – de Literatura y de la Paz -parlamentarios, obispos, sacerdotes, juristas, escritores, activistas de Derechos Humanos e intelectuales de todo el mundo. Además, Olga y Adriana han también sido recibidas por los parlamentos y los gobiernos de muchos países que apoyan su lucha, y en febrero de este año por el Parlamento Europeo.
Estimada señora Michelle Obama. Le pedimos que interceda para que Olga y Adriana obtengan visas y puedan visitar a sus esposos, para que así también disminuya la sombra que cae sobre los Estados Unidos por el tratamiento cruel de Los Cinco y sus familias.
