Durante el Taller del Proyecto de Fortalecimiento de la Capacidad Local en la Gestión para la Reducción de Riesgos se debatió el enfoque multidisciplinario con que trabaja nuestro país para atenuar las vulnerabilidades.
La funcionaria de la ONU aseguró que los planes de mitigación de desastres y las experiencias cubanas en preservar vidas humanas y objetivos socioeconómicos, constituyen un referente regional en cuanto a la disminución de los efectos y consecuencias de las catástrofes tecnológicas, epidemiológicas y naturales.
Especial atención suscitaron la coherencia y efectividad de los planes de contingencias aprobados por el Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil y la labor de los Centros de Gestión para la Reducción de Riesgos a nivel provincial y municipal.
Rosendo Mesías, oficial del PNUD en Cuba, ponderó el trabajo que realiza el país ante la ocurrencia de desastres, ya sean de origen hidrometeorológico, sanitario o asociados a terremotos de mediana o gran intensidad.
En menos de un decenio,y como consecuencia del cambio climático, Cuba enfrentó el periodo lluvioso más activo de las últimas décadas y una de las cuatro sequías más intensas de los últimos 109 años. Por su gravedad ambos fenómenos fueron incorporados a los planes de predicción hidrológica y de asesoramiento técnico a comunidades afectadas.
Los funcionarios de la ONU recorrieron el Observatorio Geodinámico, institución rectora de los estudios que realiza el Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas. Allí recibieron información sobre la modernización del sistema y la distribución de más de 50 000 ejemplares del tabloide ¿Qué hacer en caso de un sismo?, concebido para corregir la conducta del pueblo y elevar la cultura antisísmica de la sociedad.
Los expertos extranjeros constataron los avances de nuestro país en el enfrentamiento a los riesgos higiénico-epidemiológicos, donde lo más importante es recurrir a la prevención como principal escudo sanitario.
Ser consecuentes y sistemáticos en materia de vigilancia epidemiológica y reconocer la educación para la salud como un eslabón básico dentro de la sociedad, evitan que se propaguen el virus A H1N1, el dengue, la conjuntivitis y otras enfermedades que constituyen serios problemas sanitarios a escala mundial.
