Mirta Rodríguez, madre de Antonio Guerrero, uno de esos luchadores, afirmó en entrevista con Prensa Latina que "en todo este tiempo hemos visto multiplicarse esa verdad y la solidaridad".
El reclamo de su liberación no solo recibe apoyo de los amigos, sino también de parlamentos enteros y hasta de premios Nobel, acotó.
Incluso, dijo "en este pedido porque se haga justicia contamos con el apoyo de personalidades y un grupo de reconocidos artistas dentro de Estados Unidos".
Sin embargo, lamenta que pese a existir grupos de solidaridad en territorio de la nación norteña, "la gran prensa de aquel país aún se da por desentendida del caso, lo ignora y ha levantado una cortina de humo para que no se divulgue".
Sobre el tema rememoró que en "2004 apareció un anuncio pagado en el diario The New York Times gracias a la solidaridad, el cual costó 50 mil dólares. Ahora se hace una colecta para poner otro anuncio, pero en el The Washington Post, mas no es suficiente".
"Este es un caso politico, y ese es un ingrediente muy fuerte", enfatizó Mirta.
"La historia demuestra que ese tipo de causa no se resuelve en los tribunales, sino con lucha, con la presión de la opinión pública y es ahí que queremos llegar: a tocar el corazón del pueblo estadounidense".
Considera que cuando se conoció quiénes son Gerardo Hernández, Antonio Guerrero, Ramón Labañino, Fernando González y René González sintió mucho orgullo por el valor y resistencia que han demostrado.
"Ellos sacrificaron su juventud, su vida familiar, por cumplir la misión de protegernos y haciendo un recuento desde ese momento hasta la fecha creo que es valioso el sacrificio, porque hay un pueblo que respalda su justa lucha", subrayó.
"Pero junio es un mes difícil para nosotros, añade Mirta, porque fue el 8 de junio de 2001 que el tribunal de Miami dictó el veredicto de culpabilidad contra ellos. Hay un antes y un después de aquel día", precisó.
"Un antes â�öpuntualizóâ�ö porque teníamos la esperanza de que prevaleciera la verdad y la justicia, pese a la animosidad contra Cuba imperante en Miami, y un después cuando comprobamos que en un lugar como ese era muy difícil declarar la inocencia de mi hijo y sus hermanos".
Reiteró que el caso "evidencia cómo se puede manipular la justicia estadounidense, cómo se puede manipular una causa por el odio y la venganza".
En ese sentido pidió al "presidente Barack Obama que en uso de sus facultades libere a los Cinco", como se les identifica en el nivel internacional.
"El pedido lo hago â�öañadióâ�ö porque también es un Premio Nobel de la Paz, porque es padre de familia, y él ha expresado en múltiples ocasiones el valor que le ofrece a la unión familiar".
"Sería bueno que Obama se olvide de ese odio y venganza contra Cuba y ponga en primer lugar esos valores que él dice defender".
Además, Rodríguez hizo un llamamiento a las "a las madres de Estados Unidos que no saben o ignoran esta causa".
A ellas les recordó que si bien muchas sufrieron por la pérdida de un hijo después de los atentados a las torres gemelas en Nueva York, el 11 de septiembre de 2001, "las madres cubanas han llorado por las muertes provocadas por más de 50 años de terrorismo contra este país".
"Y los Cinco nos preservaron de que acciones criminales organizadas allá enlutaran a más familias cubanas, ese el mérito de la misión que cumplieron. Un mérito al que se suma el haber protegido de igual forma a hijos de madres estadounidenses".
Después de casi tres años de anonimato desde el arresto el 12 de septiembre de 1998, Cuba divulga por primera vez toda la verdad en el 20 de junio de 2001.
Lo hace luego del desarrollo del largo y tenebroso período que duró el proceso desde la detención de los Cinco hasta el injusto veredicto de culpabilidad.
Tres días después, en el municipio capitalino del Cotorro, se realiza la primera Tribuna Abierta del pueblo cubano en solidaridad con los Cinco.
Allí el líder de la Revolución cubana, Fidel Castro, vaticinó que Gerardo, Ramón, Antonio, Fernando y René volverán.
