Sonia Salanueva González - Cubainformación.- Recientemente, el 16 de septiembre del presente año, se por la Jueza Joan A. Leonard, del Distrito Sur de la Florida, la Moción presentada por René González,

uno de los cinco antiterroristas cubanos, donde solicitaba se modificaran las Condiciones de la Libertad Supervisada y que se le permitiera viajar a y residir en Cuba, en lugar de cumplir tres años de libertad supervisada en Estados Unidos después de salir de la cárcel el próximo 7 de octubre.

René cumplió 13 años de prisión bajo los cargos de conspiración y de no haberse registrado como agente extranjero, cuando la realidad es que estaba luchando contra el terrorismo alimentado y protegido por las diferentes administraciones estadounidenses y que tantas vidas ha cobrado de personas inocentes.

El pretexto esgrimido por la jueza es que la solicitud es prematura pues aún no se ha iniciado el período de libertad supervisada, además de que la persona debe permanecer cierto tiempo para que la Corte pueda evaluar de forma apropiada las características del acusado.

Es conocido que los cargos imputados tanto a René como a sus cuatro compañeros, estos últimos con sanciones superiores, no están respaldados con pruebas que tipifiquen las figuras legales por las que se les dictó sentencias con sanciones excesivas, quedando demostrado durante estos 13 años que el componente esencial para ello es de carácter político.

Paralelamente, en días recientes el ex gobernador de Nuevo México (EE.UU:) Bill Richardson, quien llegó a Cuba en visita privada atendido por una funcionaria del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, y en cuya agenda del contacto nunca estuvo lo relacionado con la liberación del ciudadano norteamericano Alan Gross.. No obstante, el visitante pidió contactar a Gross, lo que le fue denegada a raíz de las declaraciones calumniosas a la prensa, en las que calificó a Alan Gross como 'rehén' del Gobierno cubano.

El ciudadano norteamericano fue sancionado a 15 años de privación de libertad por los tribunales cubanos por participar en planes subversivos contra Cuba, lo que quedó ampliamente probado durante el proceso legal y reconocido por Gross, durante la vista oral, de haber sido utilizado y manipulado por la Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID), de Estados Unidos, subordinada al Departamento de Estado, y que financia la empresa contratista DAI, en nombre de la cual Gross viajó a Cuba.

Los cinco cubanos presos injustamente en las cárceles de los Estados Unidos, son calificados de “espías” por la prensa norteamericana para crear una matriz de opinión, cuando la realidad es que solo obtenían información sobre los grupos y personas architerroristas amparados por los diferentes gobiernos norteamericanos, entre los que se encuentran el connotado y confeso terrorista Luis Posada Carriles, quien por demás se jacta públicamente de sus acciones, sin importarle para nada las vidas truncadas de inocentes y el sufrimiento causado a sus seres queridos.

El ex gobernador Richardson, en declaraciones a la prensa desde Cuba, mintió con alevosía al afirmar que fue el gobierno cubano quien le solicitó hablar sobre el caso de Gross, a quien consideró como “rehén” de Cuba. Entre sus pretensiones estaba no solo contactar a Alan, sino pedir su libertad para llevarlo a EE.UU.

Cuánta arrogancia y prepotencia por parte del Imperio y sus enviados al pretender que Cuba libere a un culpable confeso, alegando la supuesta salud quebrantada del preso y la de sus familiares. La salud de Gross, evaluada por personal médico, es buena y se le han dado todas las facilidades a sus familiares y personal de la Sección de Intereses de su país en Cuba para que tengan acceso a él,

Y pudiera preguntarse al contrastar el proceder de las autoridades y gobierno cubano con la de los EE.UU. con lo relación a los presos de ambos países sancionados por actividades de propósitos totalmente opuestos, ¿por qué los EE.UU. han mantenido a Cinco cubanos presos injustamente con penas irascibles a partir de un proceso legal amañado? ¿Por qué niegan a René la posibilidad de regresar a Cuba una vez cumplido los años de prisión, y maniobran para aplicarle las Condiciones de la Libertad Supervisada que le obliga a permanecer en territorio norteamericano sabiendo que su vida corre peligro, al mantener en libertad a los verdaderos terroristas contra los cuales luchaban los Cinco cubanos?

Ah, pero cuando se trata de su ciudadano, por demás convicto, pues se creen en el derecho de exigir que el gobierno cubano acceda a la solicitud de liberarlo, sin apenas haber comenzado a cumplir la sanción, y bajo los argumentos de que Groos y dos de sus familiares presentan problemas de salud. El estado de salud del preso norteamericano ha sido evaluado como bueno por profesionales de la salud. Como es evidente ya están preparando a la opinión pública para comenzar a decir una vez más que Cuba viola los derechos humanos y montarán toda una campaña culpando al gobierno de la isla de no permitir el diálogo sobre el caso para llegar a un acuerdo.

¿Cuánto más pretende EE.UU. para tratar de someter a una pequeña Isla, cuyo único delito ante la jactancia imperial, es ser un país soberano y no someterse a los designios imperiales?.

¿No les ha bastado con las muertes de personas inocentes víctimas de las acciones realizadas por los terroristas adiestrados y protegidos por los propios EE.UU.y contra quienes luchaban los Cinco? Aún hoy madres, padres, hijos, esposas y otros familiares que lloran las vidas truncadas por el terrorismo, mientras sus autores están libres en territorio norteamericano.

¿De qué Derechos Humanos hablan y con qué moral, cuando no tuvieron escrúpulo alguno en someter a prisión injusta a cinco inocentes y permitir mediante complicidad que los verdaderos terroristas se paseen por las calles de EE.UU.?

¿O es que acaso para el gobierno norteamericano respetar los Derechos Humanos es impedirle a las esposas de dos de los cinco cubanos la posibilidad de visitarlos en la cárcel; negar la posibilidad a los hijos pequeños de crecer junto a sus padres y que no hayan podido decirle “papá” cuando comenzaron a articular sus primeras palabras; o someter a los presos cubanos a torturas psicológicas mediante la celda de castigo o “hueco” sin motivo alguno que lo justifique; y peor aún que la madre de Gerardo Nordelo haya fallecido sin que su hijo pudiera darle el último beso?

¿Es esto lo que entienden por Derechos Humanos los señores imperialistas?

¿El no dar a lugar el habeas corpus presentado por Gerardo, condenado a dos cadenas perpetuas, habiéndole negado con anterioridad el derecho a la re sentencia, es respetar los Derechos Humanos?

René González está en peligro de perder la vida como consecuencia de actos terroristas al obligarlo a permanecer durante tres años en Miami ¿será que las autoridades norteamericanas en lugar de controlar a René después de estar en libertad, mantendrán bajo vigilancia a los terroristas para evitar que eso suceda? Los hechos y la prohibición expresa a René de no acercase a “lugares o personas que se relacionen con estas organizaciones”(entiéndase terroristas), mientras estos últimos se mantienen libres y sin restricciones de ningún tipo, dan la medida que el antiterrorista cubano quedará expuesto a cualquier tipo de agresión, por lo que no hay duda para nadie en el mundo que el gobierno de EE.UU. es el único responsable por la integridad física de René al negarle el retorno a su país junto a su familiares y su pueblo.