Cuando la magistrada Joan Lenard le negó la petición a González de reunirse con su familia en La Habana, le recordó que aparte de otras restricciones, no podía intentar nada contra los terroristas, señaló el presidente del Parlamento cubano, Ricardo Alarcón, el 11 de octubre último.
Eso significa reconocer que en Miami, sureña ciudad floridana, hay grupos terroristas y que el juicio contra cinco cubanos que vigilaban sus actividades, fue hecho para proteger a esos criminales, indicó Alarcón en la sede la Asamblea Nacional del Poder Popular, la capital cubana.
Tras concluir su sentencia de 15 años de cárcel, González salió de la prisión el 7 de octubre último, pero la jueza Lenard decidió, en un fallo del 16 de septiembre, que debe cumplir tres años de libertad supervisada en Estados Unidos.
APUNTES SOBRE LOS CINCO
Ramón Labañino, Antonio Guerrero, Gerardo Hernández y Fernando González -los otros compañeros de René- permanecen encarcelados desde el 12 de septiembre de 1998 en Estados Unidos por vigilar organizaciones contrarrevolucionarias en la Florida, que planificaban actos criminales contra Cuba.
El 29 de septiembre de aquel año las autoridades estadounidenses los trasladaron hacia la llamada Special House Unit (Unidad de Albergamiento Especial) más conocida como el "hueco".
De acuerdo con el reglamento, el tiempo máximo para mantener a un detenido en estas condiciones es de 60 días, de ser culpable de los casos más graves, como asesinato; sin embargo, los luchadores estuvieron allí sin comunicación durante 17 meses.
Condenados en diciembre de 2001 luego de un juicio celebrado en Miami, los antiterroristas han permanecido durante más de una década en cinco distantes penitenciarías de la Unión, donde cumplen sentencias que van desde 15 años hasta dos cadenas perpetuas.
También los ha privado de sus derechos, entre ellos el de recibir la visita regular de sus familiares, en especial a Gerardo y René, a cuyas esposas el gobierno estadounidense les ha negado la visa humanitaria para viajar a verlos.
En mayo de 2005 un grupo de trabajo de la Organización de Naciones Unidas calificó de arbitraria e ilegal la detención de los Cinco, al tiempo que solicitó reparar de inmediato tal situación.
Meses después, el 9 de agosto de 2005, la Corte de Apelaciones del Onceno Circuito de Atlanta hizo pública su decisión sobre el caso y determinó por unanimidad revocar las condenas y ordenar un nuevo juicio fuera de Miami, por el ambiente hostil existente en esa urbe.
Los Cinco -como se les conoce internacionalmente- alertaron a su país sobre los planes terroristas de grupos de extrema derecha asentados en el sur de la Florida, los que pretendían, entre otras acciones, ingresar armas ilegales a Cuba, destruir en pleno vuelo aviones civiles o atentar contra la vida de los principales dirigentes de la Revolución cubana.
OPINIÓN DE UNA REPUBLICANA SOBRE RENÉ
Días antes de la excarcelación de González, la congresista de origen cubano Ileana Ros-Lehtinen, republicana por Miami, declaró que René es un "villano" con las "manos manchadas de sangre" y consideró "muy preocupante" su liberación.
"René González, al igual que el régimen al que sirve, es un enemigo de Estados Unidos", comentó el 3 de octubre último al diario The Miami Herald la también jefa del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes.
Mientras hace tales declaraciones, el gobierno estadounidense aún mantiene en libertad al terrorista Luis Posada Carrilles, uno de los autores intelectuales del sabotaje contra un avión comercial cubano frente a la costa de Barbados el 6 de octubre de 1976, desastre que ocasionó la muerte de 73 civiles.
Orlando Bosh, el otro organizador del desastre aéreo conocido como Crimen de Barbados, murió en abril último en absoluta libertad, en Miami donde había sido bien acogido desde 1987.
En 1990 el entonces presidente George Bush padre (1989-1993), eximió a Bosch de todos los cargos criminales y autorizó su permanencia en ese país.
POSADA CARRILES SEGÚN UN CONGRESISTA
Paralelo al encarcelamiento de Gerardo, René, Antonio, Fernando y Ramón por combatir el terrorismo, un legislador estadounidense denunció ante el Congreso de su nación a Posada Carriles.
Una intervención de Jim McDermott ante la Cámara de Representantes el 3 de marzo de 2007, días antes del fallo de un jurado que liberó de irregularidades migratorias al referido terrorista, denotó que hicieron oídos sordos a su reclamo durante la administración del presidente George W. Bush (2001-2009).
De acuerdo con lo expresado por McDermott, quizás la mayor parte de los estadounidenses jamás hayan oído hablar de Posada Carriles; sin embargo, todos deben conocer la acusación contra él, lo cual demuestra el doble rasero de un gobierno que dijo estar comprometido a luchar contra el terrorismo.
"A Posada Carriles se le está procesando en Estados Unidos por una violación de la ley migratoria, no obstante haber sido declarado culpable en otros países por cometer actos de terrorismo, incluido el derribo de un avión cubano de pasajeros donde perdieron la vida 73 personas inocentes", subrayó.
Sostuvo que se trata de "un fugitivo internacional buscado".
Comparó el motivo migratorio del proceso judicial contra el terrorista con un hipotético enjuiciamiento por una violación del tránsito a Osama Bin Laden, entonces líder de la red Al Qaeda.
En su opinión "tres letras lo dicen todo: C-I-A. Posada Carriles fue un agente de la CIA, formó parte de la debacle de la Bahía de Cochinos (invasión a Cuba en abril de 1961) y su oposición violenta al presidente cubano Fidel Castro ha sido divulgada por los medios de comunicación".
De manera oficial, el acusado se retiró de la CIA a mediados de 1976, cuando era procesado en Venezuela por ser el autor intelectual del derribo del avión cubano, recordó McDermott ante los demás congresistas.
A su juicio "el gobierno de Bush no quiere dar a conocer el papel desempeñado por Posada Carriles como agente de la inteligencia estadounidense ni las misiones que le asignaron" pues "casi seguro que sus turbios contactos con el gobierno de Estados Unidos continuaron después de desligarse de la agencia".
Rememoró que "uno de los directores de la CIA durante el tiempo en que Posada tuvo contactos con la agencia, fue el ex presidente George H. Bush (1989-1993)", el padre del presidente en el momento de sus declaraciones.
Al pueblo de Estados Unidos le asiste el derecho de conocer lo que sucedió realmente en los años 70 del siglo pasado y el papel desempeñado por Washington, si lo hubiera, en las actividades siniestras de Posada Carriles, comentó el representante en su discurso en el Capitolio.
Pese a estas evidencias lanzadas en el propio Congreso en marzo de 2007, al mes siguiente el procesado quedó en libertad, lo cual generó la condena de organizaciones internacionales y de los gobiernos de Cuba y Venezuela.
Tras un juicio prolongado por más de un trimestre ante la Corte Federal de El Paso, Texas, en menos de tres horas el jurado absolvió el 8 de abril de 2007 a Posada Carriles de 11 cargos como perjurio, fraude y obstrucción de procedimiento.
JUICIO SIMBÓLICO CONTRA POSADA Y EE.UU.
En mayo de 2007, declararon culpable en Cuba a Posada Carriles por los atentados cometidos contra los ciudadanos, los principales dirigentes del proceso revolucionario de La Habana y el personal cubano en el exterior.
Cientos de jóvenes de la isla caribeña y de otras naciones acusaron durante el 14 y 15 de mayo de aquel año al terrorista y al gobierno estadounidense, por haberlo dejado en libertad semanas antes.
Tras mostrar el amplio material probatorio aportado por la acusación y examinado por el Tribunal Antiterrorista, consideraron que existían sobradas razones para condenar a Posada Carriles y Washington, por apoyar sus acciones terroristas contra los cubanos.
El acto de denuncia recogió los hechos probados que demuestran la culpabilidad y reflejan la práctica del terrorismo como un instrumento de la política exterior de la Casa Blanca.
Posada Carriles estuvo implicado en varios ataques contra instalaciones turísticas cubanas en 1997 y 1998, como sabotajes con bombas contra hoteles habaneros, en uno de los cuales murió el turista italiano Fabio Di Celmo.
Asimismo, estuvo implicado en varios intentos de asesinato contra el líder cubano Fidel Castro, entre ellos el planeado para el paraninfo de la Universidad de Panamá, cuyo recinto colmaban miles de estudiantes, en noviembre del año 2000.
Por su parte, Giustino di Celmo manifestó en mayo de 2007 que la decisión de liberar a Posada Carriles constituía una burla a la memoria de su hijo Fabio y de todas las otras víctimas del terrorismo, acciones que en Cuba han arrebatado la vida a tres mil 478 personas y afectado la integridad física de otras dos mil 99.
* Periodista de la Redacción Centroamérica y Caribe de Prensa Latina.
