El 9 de Agosto de dicho año, Jesús Cejas Arias, de 22 años, y Crescencio Galañena Hernandez, de 26 años, funcionarios de la Embajada de la República de Cuba en Argentina, son secuestrados a dos cuadras de la misma por un grupo que funcionaba en el Centro Clandestino de Detención, Tortura y Exterminio “Automotores Orletti, en una operación conjunta entre el Primer Cuerpo del Ejército, la Policía Federal y la SIDE, con la participación de miembros de la organización terrorista conducida por Orlando Bosch y Posada Carriles: CORU (Coordinación de Organizaciones Revolucionarias Unidas), se cree que Michael Townley y Guillermo Novo Sempol fueron de la partida y llevaron adelante los interrogatorios bajo torturas a Jesús y Crescencio.
Luego de asesinados, los cuerpos Cejas y Galañena fueron ocultados en tambores metálicos de 200 litros y cementados, arrojados en un canal de San Fernando, zona norte del Gran Buenos Aires, con el objeto de hacerlos desaparecer. Tras arduas investigaciones , el tambor con el cuerpo de Crescencio fue hallado en junio del año pasado y el de Jesús en mayo del presente año.
También éste grupo de tareas llevó a cabo otras acciones sobre “objetivos cubanos” en Buenos Aires, siendo secuestradas 15 personas argentinas relacionadas a la sección Comercial de la Embajada y a la escuela anexa donde concurrían los hijos de los diplomáticos. Solo 3 salvaron sus vidas y un solo cuerpo fue hallado, en la misma zona donde aparecieron los de Jesús y Crescencio.
Según lo denunciado por Percy Alvarado Godoy, el Agente Fraile, de la contrainteligencia cubana, quien infiltrara a los grupos terroristas de Miami, ésta operación fue dirigida por el terrorista internacional, contrarrevolucionario de origen cubano, Gaspar Jiménez Escobedo.
Al cumplirse un nuevo aniversario del secuestro y desaparición de Cejas Arias y Galañena Hernandez, el personal de la Embajada de Cuba, llevó a cabo un homenaje a sus compañeros en las instalaciones de “Automotores Orletti”
Fueron acompañados en la recorrida por el sobreviviente y testigo en los Juicios por la Verdad y la Justicia, José Luis Bertazzo. Un hondo sentimiento y emoción reinaba en el grupo. Se encontraban presentes funcionarios del Espacio para la Memoria, dirigentes de organizaciones de Derechos Humanos y de la solidaridad con Cuba.
Con la bandera de Cuba entre las manos, y las lágrimas a flor de piel, los presentes reunidos en el salón de ingreso al ex taller, en la planta baja, cerraron el acto al grito de: Jesús y Crescencio, Presentes, Hoy y Siempre.
