Un rápido recuento del tributo a aquella Carlota heroica, devela que desde inicios de 1965, luego de un encuentro del Comandante Che Guevara con representantes del Movimiento Popular para la Liberación de Angola (MPLA) liderado por António Agostinho Neto efectuado en el Congo, la Revolución Cubana se había comprometido a prestar ayuda a sus guerrilleros contra el colonialismo portugués. Pasados diez años, justo en Agosto de 1975, el Comandante Raúl Díaz- Argüelles García inició contactos con ese Movimiento para concretar la ayuda militar que al inicio consistió en instructores para cuatro centros angolanos de formación que organizarían, prepararían y armarían a unas cincuenta unidades de las Fuerzas Armadas para la Liberación de Angola (FAPLA).
En la perspectiva estaba la Independencia de Angola, fijada para el 11 de Noviembre de 1975. Pero las fuerzas reaccionarias violando ese acuerdo, habían organizado, financiado, armado y entrenado a las tropas encargadas de evitar el inminente ascenso del MPLA al poder, a través de las elecciones anunciadas. Por el Norte y por el Sur, con epicentro respectivo en Zaire y Sudáfrica, tropas agresoras se dirigían ya hacia Luanda con el objetivo de ocuparla. Todo, al amparo de Washington y el auxilio de París y Londres.
Precisamente en este contexto, ante el peligro real e inminente, el camarada Neto solicitó a Cuba ayuda militar para preservar la apertura de la emancipación efectiva de su pueblo. Comenzó así una brillante página internacionalista entre nuestras naciones, con el propósito de preservar la libertad e integridad territorial del país africano, e impedir un zarpazo desde los vecinos que actuaban a favor del imperialismo.
Quizás el ejemplo de la Batalla de Cuito Cuanavale muestre como pocos la impronta de la Hermandad Cuba-Angola en este orden de ideas. Resultó que entre Diciembre de 1987 y Marzo del año siguiente, el empuje de las Fuerzas Armadas de ambos pueblos, sin descartar el apoyo de combatientes namibianos, derrotó en toda la extensión a los invasores sudafricanos y reafirmó la soberanía de esta nación hermana, amén de haber dejado prácticamente sellado un mejor destino para sus pueblos aledaños. El resumen, quedó en una frase escrita por uno de los invasores en los restos de un edificio en ruinas en el escenario de la extraordinaria Batalla: “Los MIG 23 [piloteados por cubanos] nos partieron el corazón”.
La síntesis del suceso que destaco, la Operación Carlota, se encuentra en que desde 1975 hasta 1991 decenas de miles de cubanos/as cumplieron Misión Internacionalista en Angola. De ellos murieron más de 3 000, cuyos restos fueron repatriados a Cuba durante la Operación Tributo en el año 1989 —acción de trasladar de regreso a nuestro territorio de los restos mortales de los cubanos/as caídos en misiones internacionalistas en países de África. Fue, pues, todo un acontecimiento decisivo para preservar la independencia total de la Patria del Héroe Nacional Agostinho Neto y del Presidente Eduardo Dos Santos, así como para el logro de la emancipación de Namibia y el fin de la política del Apartheid en Sudáfrica.
Pasado casi cuatro décadas, Cuba y Angola fortalecen sus relaciones de cooperación toda vez que en el país africano prestan colaboración cuatro mil 602 cubanos en diversos sectores, en particular en la Salud, con mil 800 médicos y mil 400 profesores en Educación; al tiempo que también ella se manifiesta en ramos como la Energía y el Agua, y potencialmente en los servicios Veterinarios y la Electrificación rural —según revelaciones recientes de Gisela García, Embajadora de La Habana en Luanda.
Entretanto, ambas naciones fortalecen intercambios en el sector de la agricultura, a juzgar por declaraciones efectuadas en la capital cubana por el Ministro de Agricultura de Angola, Alfonso Pedro Canga, quien firmó un memorando de entendimiento con su par, Gustavo Rodríguez, a inicio del pasado mes de Octubre. El documento, guiará las secciones de intercambio y colaboración entre ambos gabinetes durante los próximos cinco años.
Asimismo, trascendió que como parte de su periplo en la Mayor de las Antillas, Canga en su condición de Titular del ramo visitó varios centros pertenecientes al Grupo Empresarial Labiofam, dependencia del Ministerio de Agricultura en el Caimán Verde. En la oportunidad, donó a Cuba un lote de 112 tractores, 24 sembradoras-fertilizadoras, 15 trailer, 10 carros-cisterna y diversos accesorios en aras de potenciar la producción de alimentos en el archipiélago nacional caribeño y la disponibilidad técnica en sus campos —acreditó la prensa cubana.
Por tanto, con la culminación de la Operación Carlota el 25 de Mayo de 1991 al regresar los últimos 500 militares cubanos que permanecían en la entrañable nación africana, por un lado adquiría cuerpo concreto la máxima expresada por el compañero Raúl Castro en 1976 según la cual “De Angola nos llevaremos la entrañable amistad que nos une a esa heroica nación, el agradecimiento de su pueblo y los restos mortales de los queridos hermanos caídos en el cumplimiento del deber” y, de facto, encontramos una inflexión en la Hermandad Cuba-Angola.
