Fidel Castro Ruz - Cubadebate - Video: teleSUR.- Quizás el imperio creyó que nuestro pueblo no haría honor a su palabra cuando, en días inciertos del pasado siglo, afirmamos que si incluso la URSS desaparecía Cuba seguiría luchando.


La Segunda Guerra Mundial estalló cuando, el 1ro. de septiembre de 1939, el nazi-fascismo invadió Polonia y cayó como un rayo sobre el pueblo heroico de la URSS, que aportó 27 millones de vidas para preservar a la humanidad de aquella brutal matanza que puso fin a la vida de más de 50 millones de personas.

La guerra es, por otro lado, la única actividad a lo largo de la historia que el género humano nunca ha sido capaz de evitar; lo que llevó a Einstein a responder que no sabía cómo sería la Tercera Guerra Mundial, pero la Cuarta sería con palos y piedras.

Sumados los medios disponibles por las dos más poderosas potencias, Estados Unidos y Rusia, disponen de más de 20 000 —veinte mil— ojivas nucleares. La humanidad debiera conocer bien que, tres días después de la asunción de John F. Kennedy a la presidencia de su país, el 20 de enero de 1961, un bombardero B-52 de Estados Unidos, en vuelo de rutina, que transportaba dos bombas atómicas con una capacidad destructiva 260 veces superior a la utilizada en Hiroshima, sufrió un accidente que precipitó el aparato hacia tierra. En tales casos, equipos automáticos sofisticados aplican medidas que impiden el estallido de las bombas. La primera cayó a tierra sin riesgo alguno; la segunda, de los 4 mecanismos, tres fallaron, y el cuarto, en estado crítico, apenas funcionó; la bomba por puro azar no estalló.

Ningún acontecimiento presente o pasado que yo recuerde o haya oído mencionar, como la muerte de Mandela, impactó tanto a la opinión pública mundial; y no por sus riquezas, sino por la calidad humana y la nobleza de sus sentimientos e ideas.

A lo largo de la historia, hasta hace apenas un siglo y medio y antes de que las máquinas y robots, a un costo mínimo de energías, se ocuparan de nuestras modestas tareas, no existían ninguno de los fenómenos que hoy conmueven a la humanidad y rigen inexorablemente a cada una de las personas: hombres o mujeres, niños y ancianos, jóvenes y adultos, agricultores y obreros fabriles, manuales o intelectuales. La tendencia dominante es la de instalarse en las ciudades, donde la creación de empleos, transporte y condiciones elementales de vida, demandan enormes inversiones en detrimento de la producción alimentaria y otras formas de vida más razonables.

Tres potencias han hecho descender artefactos en la Luna de nuestro planeta. El mismo día en que Nelson Mandela, envuelto en la bandera de su patria, fue inhumado en el patio de la humilde casa donde nació hace 95 años, un módulo sofisticado de la República Popular China descendía en un espacio iluminado de nuestra Luna. La coincidencia de ambos hechos fue absolutamente casual.

Millones de científicos investigan materias y radiaciones en la Tierra y el espacio; por ellos se conoce que Titán, una de las lunas de Saturno, acumuló 40 —cuarenta— veces más petróleo que el existente en nuestro planeta cuando comenzó la explotación de este hace apenas 125 años, y al ritmo actual de consumo durará apenas un siglo más.

Los fraternales sentimientos de hermandad profunda entre el pueblo cubano y la patria de Nelson Mandela nacieron de un hecho que ni siquiera ha sido mencionado, y de lo cual no habíamos dicho una palabra a lo largo de muchos años; Mandela, porque era un apóstol de la paz y no deseaba lastimar a nadie. Cuba, porque jamás realizó acción alguna en busca de gloria o prestigio.

Cuando la Revolución triunfó en Cuba fuimos solidarios con las colonias portuguesas en África, desde los primeros años; los Movimientos de Liberación en ese continente ponían en jaque al colonialismo y el imperialismo, luego de la Segunda Guerra Mundial y la liberación de la República Popular China —el país más poblado del mundo—, tras el triunfo glorioso de la Revolución Socialista Rusa.

Las revoluciones sociales conmovían los cimientos del viejo orden. Los pobladores del planeta, en 1960, alcanzaban ya los 3 mil millones de habitantes. Parejamente creció el poder de las grandes empresas transnacionales, casi todas en manos de Estados Unidos, cuya moneda, apoyada en el monopolio del oro y la industria intacta por la lejanía de los frentes de batalla, se hizo dueña de la economía mundial. Richard Nixon derogó unilateralmente el respaldo de su moneda en oro, y las empresas de su país se apoderaron de los principales recursos y materias primas del planeta, que adquirieron con papeles.

Hasta aquí no hay nada que no se conozca.

Pero, ¿por qué se pretende ocultar que el régimen del Apartheid, que tanto hizo sufrir al África e indignó a la inmensa mayoría de las naciones del mundo, era fruto de la Europa colonial y fue convertido en potencia nuclear por Estados Unidos e Israel, lo cual Cuba, un país que apoyaba las colonias portuguesas en África que luchaban por su independencia, condenó abiertamente?

Nuestro pueblo, que había sido cedido por España a Estados Unidos tras la heroica lucha durante más de 30 años, nunca se resignó al régimen esclavista que le impusieron durante casi 500 años.

De Namibia, ocupada por Sudáfrica, partieron en 1975 las tropas racistas apoyadas por tanques ligeros con cañones de 90 milímetros que penetraron más de mil kilómetros hasta las proximidades de Luanda, donde un Batallón de Tropas Especiales cubanas —enviadas por aire— y varias tripulaciones también cubanas de tanques soviéticos que estaban allí sin personal, las pudo contener. Eso ocurrió en noviembre de 1975, 13 años antes de la Batalla de Cuito Cuanavale.

Ya dije que nada hacíamos en busca de prestigio o beneficio alguno. Pero constituye un hecho muy real que Mandela fue un hombre íntegro, revolucionario profundo y radicalmente socialista, que con gran estoicismo soportó 27 años de encarcelamiento solitario. Yo no dejaba de admirar su honradez, su modestia y su enorme mérito.

Cuba cumplía sus deberes internacionalistas rigurosamente. Defendía puntos claves y entrenaba cada año a miles de combatientes angolanos en el manejo de las armas. La URSS suministraba el armamento. Sin embargo, en aquella época la idea del asesor principal por parte de los suministradores del equipo militar no la compartíamos. Miles de angolanos jóvenes y saludables ingresaban constantemente en las unidades de su incipiente ejército. El asesor principal no era, sin embargo, un Zhúkov, Rokossovski, Malinovsky u otros muchos que llenaron de gloria la estrategia militar soviética. Su idea obsesiva era enviar brigadas angolanas con las mejores armas al territorio donde supuestamente residía el gobierno tribal de Savimbi, un mercenario al servicio de Estados Unidos y Sudáfrica, que era como enviar las fuerzas que combatían en Stalingrado a la frontera de la España falangista que había enviado más de cien mil soldados a luchar contra la URSS. Ese año se estaba produciendo una operación de ese tipo.

El enemigo avanzaba tras las fuerzas de varias brigadas angolanas, golpeadas en las proximidades del objetivo adonde eran enviadas, a 1 500 kilómetros aproximadamente de Luanda. De allí venían perseguidas por las fuerzas sudafricanas en dirección a Cuito Cuanavale, antigua base militar de la OTAN, a unos 100 kilómetros de la primera Brigada de Tanques cubana.

En ese instante crítico el Presidente de Angola solicitó el apoyo de las tropas cubanas. El Jefe de nuestras fuerzas en el Sur, General Leopoldo Cintra Frías, nos comunicó la solicitud, algo que solía ser habitual. Nuestra respuesta firme fue que prestaríamos ese apoyo si todas las fuerzas y equipos angolanos de ese frente se subordinaban al mando cubano en el Sur de Angola. Todo el mundo comprendía que nuestra solicitud era un requisito para convertir la antigua base en el campo ideal para golpear a las fuerzas racistas de Sudáfrica.

En menos de 24 horas llegó de Angola la respuesta positiva.

Se decidió el envío inmediato de una Brigada de Tanques cubana hacia ese punto. Varias más estaban en la misma línea hacia el Oeste. El obstáculo principal era el fango y la humedad de la tierra en época de lluvia, que había que revisar metro a metro contra minas antipersonales. A Cuito, fue enviado igualmente el personal para operar los tanques sin tripulación y los cañones que carecían de ellas.

La base estaba separada del territorio que se ubica al Este por el caudaloso y rápido río Cuito, sobre el que se sostenía un sólido puente. El ejército racista lo atacaba desesperadamente; un avión teleguiado repleto de explosivos lograron impactarlo sobre el puente e inutilizarlo. A los tanques angolanos en retirada que podían moverse se les cruzó por un punto más al Norte. Los que no estaban en condiciones adecuadas fueron enterrados, con sus armas apuntando hacia el Este; una densa faja de minas antipersonales y antitanques convirtieron la línea en una mortal trampa al otro lado del río. Cuando las fuerzas racistas reiniciaron el avance y chocaron contra aquella muralla, todas las piezas de artillería y los tanques de las brigadas revolucionarias disparaban desde sus puntos de ubicación en la zona de Cuito.

Un papel especial se reservó para los cazas Mig-23 que, a velocidad cercana a mil kilómetros por hora y a 100 —cien— metros de altura, eran capaces de distinguir si el personal artillero era negro o blanco, y disparaban incesantemente contra ellos.

Cuando el enemigo desgastado e inmovilizado inició la retirada, las fuerzas revolucionarias se prepararon para los combates finales.

Numerosas brigadas angolanas y cubanas se movieron a ritmo rápido y a distancia adecuada hacia el Oeste, donde estaban las únicas vías amplias por donde siempre los sudafricanos iniciaban sus acciones contra Angola. El aeropuerto sin embargo estaba aproximadamente a 300 —trescientos— kilómetros de la frontera con Namibia, ocupada totalmente por el ejército del Apartheid.

Mientras las tropas se reorganizaban y reequipaban se decidió con toda urgencia construir una pista de aterrizaje para los Mig-23. Nuestros pilotos estaban utilizando los equipos aéreos entregados por la URSS a Angola, cuyos pilotos no habían dispuesto del tiempo necesario para su adecuada instrucción. Varios equipos aéreos estaban descontados por bajas que a veces eran ocasionadas por nuestros propios artilleros u operadores de medios antiaéreos. Los sudafricanos ocupaban todavía una parte de la carretera principal que conduce desde el borde de la meseta angolana a Namibia. En los puentes sobre el caudaloso río Cunene, entre el Sur de Angola y el Norte de Namibia, comenzaron en ese lapso con el jueguito de sus disparos con cañones de 140 milímetros que le daba a sus proyectiles un alcance cercano a los 40 kilómetros. El problema principal radicaba en el hecho de que los racistas sudafricanos poseían, según nuestros cálculos, entre 10 y 12 armas nucleares. Habían realizado pruebas incluso en los mares o en las áreas congeladas del Sur. El presidente Ronald Reagan lo había autorizado, y entre los equipos entregados por Israel estaba el dispositivo necesario para hacer estallar la carga nuclear. Nuestra respuesta fue organizar el personal en grupos de combate de no más de 1 000 —mil— hombres, que debían marchar de noche en una amplia extensión de terreno y dotados de carros de combate antiaéreos.

Las armas nucleares de Sudáfrica, según informes fidedignos, no podían ser cargadas por aviones Mirage, necesitaban bombarderos pesados tipo Canberra. Pero en cualquier caso la defensa antiaérea de nuestras fuerzas disponía de numerosos tipos de cohetes que podían golpear y destruir objetivos aéreos hasta decenas de kilómetros de nuestras tropas. Adicionalmente, una presa de 80 millones de metros cúbicos de agua situada en territorio angolano había sido ocupada y minada por combatientes cubanos y angolanos. El estallido de aquella presa hubiese sido equivalente a varias armas nucleares.

No obstante, una hidroeléctrica que usaba las fuertes corrientes del río Cunene, antes de llegar a la frontera con Namibia, estaba siendo utilizada por un destacamento del ejército sudafricano.

Cuando en el nuevo teatro de operaciones los racistas comenzaron a disparar los cañones de 140 milímetros, los Mig-23 golpearon fuertemente aquel destacamento de soldados blancos, y los sobrevivientes abandonaron el lugar dejando incluso algunos carteles críticos contra su propio mando. Tal era la situación cuando las fuerzas cubanas y angolanas avanzaban hacia las líneas enemigas.

Supe que Katiuska Blanco, autora de varios relatos históricos, junto a otros periodistas y reporteros gráficos, estaban allí. La situación era tensa pero nadie perdió la calma.

Fue entonces que llegaron noticias de que el enemigo estaba dispuesto a negociar. Se había logrado poner fin a la aventura imperialista y racista; en un continente que en 30 años tendrá una población superior a la de China e India juntas.

El papel de la delegación de Cuba, con motivo del fallecimiento de nuestro hermano y amigo Nelson Mandela, será inolvidable.

Felicito al compañero Raúl por su brillante desempeño y, en especial, por la firmeza y dignidad cuando con gesto amable pero firme saludó al jefe del gobierno de Estados Unidos y le dijo en inglés: “Señor presidente, yo soy Castro”.

Cuando mi propia salud puso límite a mi capacidad física, no vacilé un minuto en expresar mi criterio sobre quien a mi juicio podía asumir la responsabilidad. Una vida es un minuto en la historia de los pueblos, y pienso que quien asuma hoy tal responsabilidad requiere la experiencia y autoridad necesaria para optar ante un número creciente, casi infinito, de variantes.

El imperialismo siempre reservará varias cartas para doblegar a nuestra isla aunque tenga que despoblarla, privándola de hombres y mujeres jóvenes, ofreciéndole migajas de los bienes y recursos naturales que saquea al mundo.

Que hablen ahora los voceros del imperio sobre cómo y por qué surgió el Apartheid.

Fidel Castro Ruz

Diciembre 18 de 2013

8 y 35 p.m.

Mandela est mort. Pourquoi occulter la vérité sur l’apartheid? Fidel Castro

Peut-être que l'empire a cru que notre peuple ne respecterait pas sa parole quand, dans les jours incertains du siècle passé, nous affirmâmes que même si l'URSS disparaissait, Cuba continuerait à lutter.

La deuxième guerre mondiale a éclaté quand, le 1er septembre 1939, le nazi - fascisme a envahi la Pologne et est tombé comme un éclair sur le peuple héroïque de l'URSS, qui a donné 27 millions de vies pour préserver l'humanité de cette brutale tuerie qui a mis fin à la vie de plus de 50 millions de personnes.

La guerre est, d'un autre côté, l'activité unique le long de l'histoire que le genre humain n’a jamais été capable d'éviter; ce qui a amené Einstein à répondre qu’il ne savait pas comment serait la Troisième Guerre mondiale, mais que la quatrième serait avec bâtons et des pierres.

Additionnés, les moyens disponibles des deux plus grandes puissances, États-Unis et la Russie disposent de plus de 20 000 ogives nucléaires. L'humanité devrait connaître que, trois jours après l'accession de John F. Kennedy à la présidence de son pays, le 20 janvier 1961, un bombardier B-52 des États-Unis, dans un vol de routine, qui transportait deux bombes atomiques avec une capacité destructrice 260 fois supérieure à celle utilisée à Hiroshima, a subi un accident qui a précipité l'appareil à terre. Dans tels cas, des équipements automatisés sophistiquées appliquent les mesures qui empêchent l'explosion des bombes. La première est tombée à terre sans aucun risque; pour la deuxième, sur les 4 mécanismes, trois ont failli, et le quatrième dans un état critique, à peine a fonctionné; C’est par pur hasard que la bombe n'a pas éclaté.

Aucun événement présent ou passé dont je me souvienne ou ai entendu mentionner, a impacté autant l'opinion publique mondiale comme la mort de Mandela, et non par ses richesses, mais par la qualité humaine et la noblesse de ses sentiments et de ses idées.

Le long de l'histoire, jusqu'à à peine il y a un siècle et demi et avant que, les machines et les robots, à cout minimal d'énergie, ne s'occupent de nos tâches quotidiennes, n'existaient aucun des phénomènes qui aujourd'hui émeuvent l'humanité et régissent inexorablement chaque personne : hommes ou femmes, enfants et vieillards, jeunes et adultes, agriculteurs et ouvriers manufacturiers, manuels ou intellectuels. La tendance dominante est de s'installer dans les villes, où la création d'emplois, de transport et des conditions élémentaires de vie, demandent d'énormes investissements au détriment de la production alimentaire et autres formes plus raisonnables de vie.

Trois puissances ont amené des machines dans la Lune depuis notre planète. Le même jour que Nelson Mandela, enveloppé dans le drapeau de sa patrie, a été inhumé dans la cour de l’humble maison où il est né il y a 95 ans, un module sophistiqué de la république populaire de Chine descendait sur un espace illuminé de notre Lune. La coïncidence des deux faits a été absolument fortuite.

Des millions de scientifiques enquêtent sur les matières et les radiations sur la Terre et dans l'espace, par eux, on sait que Titán, l'une des lunes de Saturne, a accumulé quarante - fois plus de pétrole que celui existant sur notre planète. Quand a commencé l’exploitation de ce dernier, il y a à peine125 ans, et à l'actuel rythme de consommation elle durera à peine encore un siècle.

Les sentiments fraternels, d’une fraternité profonde, entre le peuple cubain et la patrie de Nelson Mandela sont nés d'un fait qui n'a pas même pas été mentionné et duquel nous n'avions pas dit un mot au long de nombreuses années. Mandela, parce qu'il était un apôtre de la paix et ne désirait faire de mal à personne, Cuba, parce qu'elle n'a jamais effectué aucune action à la recherche de gloire ou de prestige.

Quand la Révolution a triomphé à Cuba nous avons été solidaires avec les colonies portugaises d’Afrique, dès les premières années; les Mouvements de Libération dans ce continent mettaient en échec le colonialisme et l'impérialisme, après la Deuxième Guerre mondiale et la libération de la République populaire Chine - pays le plus peuplé du monde, après le triomphe glorieux de la Révolution Socialiste Russe.

Les révolutions sociales éprouvaient les fondations du vieil ordre. En 1960, les habitants de la planète atteignaient déjà les 3 milliards d'habitants. Simultanément s’est accru le pouvoir des grandes entreprises transnationales, presque toutes aux mains des États-Unis, dont la monnaie, appuyée sur le monopole de l'or et de l'industrie intacte par l'éloignement des fronts de bataille, est devenue maîtresse de l'économie mondiale. Richard Nixon a suspendu unilatéralement la convertibilité de sa monnaie en or, et les entreprises de son pays se sont emparées des ressources principales et des matières premières de la planète qu'ils ont acquises avec du papier

Jusqu'ici il n'y a rien qui ne soit connu.

Mais, pourquoi essaie-t-on de cacher que le régime de l'Apartheid, qui a tant fait souffrir l'Afrique et indigné l’immense majorité des nations du monde, était le fruit de l'Europe coloniale et a été converti en puissance nucléaire par les États-Unis et Israël, ce que Cuba, pays qui apportait son appui aux colonies portugaises en Afrique qui luttaient pour leur indépendance, condamnait ouvertement ?

Notre peuple, qui avait été cédé par l'Espagne aux États-Unis après une lutte héroïque de plus de 30 ans, ne s'est jamais résigné au régime esclavagiste qu’ils lui ont imposé pendant presque 500 ans.

De la Namibie, occupée par l'Afrique du Sud, sont parties en 1975 les troupes racistes appuyées par des tanks légers et des canons de 90 millimètres et ont pénétré de plus de mille kilomètres jusqu'aux alentours de Luanda, où un Bataillon de Troupes Spéciales cubaines - envoyées par air - et quelques équipements également cubains de tanks soviétiques, qui étaient là-bas sans personnel, ont pu les contenir. Cela est arrivé en novembre 1975, 13 ans avant la Bataille de Cuito Cuanavale.

J'ai déjà dit que nous ne faisions rien en recherche de prestige ou d’aucun bénéfice. Mais cela constitue un fait très réel que Mandala fut un homme intègre, révolutionnaire profond et radicalement socialiste, qui avec un grand stoïcisme a supporté 27 ans d'emprisonnement solitaire. Je ne cessais pas d'admirer son honnêteté, sa modestie et son énorme mérite.

Cuba accomplissait ses devoirs internationalistes rigoureusement. Il défendait des points clés et entraînait chaque année des milliers de combattants angolais dans le maniement des armes. L'URSS fournissait l'armement. Cependant, à cette époque, nous ne partagions pas l'idée du conseiller principal des fournisseurs de l’équipement militaire. Des milliers d'angolais jeunes et sains intégraient constamment les unités de son armée naissante. Le conseiller principal n'était pas, cependant, un Zhúkov, Rokossovski, Malinovsky ou autres qui ont rempli de gloire la stratégie militaire soviétique. Son idée obsédante était d'envoyer des brigades angolaises avec les meilleures armes au territoire où résidait, supposément, le gouvernement tribal de Savimbi, un mercenaire au service des États-Unis et de l'Afrique du Sud, ce qui était comme envoyer les forces qui combattaient à Stalingrad à la frontière de l'Espagne phalangiste qui avait envoyé plus de cent mille soldats lutter contre l'URSS. Cette année une opération de ce type était en train de se produire.

L'ennemi avançait derrière les forces de plusieurs brigades angolaises, frappées à proximité de l'objectif où elles étaient envoyées, à mille cinq cent kilomètres à peu près de Luanda. De là elles étaient poursuivies par les forces sud-africaines en direction de Cuito Cuanavale, ancienne base militaire de l'OTAN, à environ cent kilomètres de la première Brigade blindée cubaine.

A cet instant critique, le Président de l'Angola a sollicité l'appui des troupes cubaines. Le Chef de nos forces du Sud, le Général Leopoldo Cintra Frías, nous a communiqué la demande, ce qui était l’habitude. Notre réponse ferme fut que nous prêterions cet appui si toutes les forces et équipements angolais de ce front étaient subordonnés au commandement cubain du Sud de l'Angola. Tout le monde comprenait que notre demande était la condition requise pour changer l’ancienne base en terrain idéal pour frapper les forces racistes d'Afrique du Sud.

En moins de 24 heures la réponse positive est arrivée de l'Angola.

On a décidé l'envoi immédiat d'une Brigade blindée cubaine vers ce point. Plusieurs autres étaient dans la même direction vers l'Ouest. L'obstacle principal était la boue et l'humidité de la terre en période de pluie, qu’il fallait vérifier mètre après mètre en raison des mines anti personnelles. A Cuito, a également été envoyé du personnel pour faire fonctionner les chars sans pilote et les canons qui en étaient dépourvus.

La base était séparée du territoire qui se trouve à l'est par la rivière Cuito rapide et à fort débit, sur laquelle était défendu un solide pont. L'armée raciste l'attaquait désespérément; un avion téléguidé plein d’explosifs a réussi à l'impacter et à le rendre inutilisable. Les tanks angolais en retrait qui pouvaient se mouvoir ont été croisés à un point plus au Nord. Ceux qui n'étaient pas dans des conditions adéquates ont été enterrés, avec leurs armes pointées vers l’est; une dense bande de mines anti personnelles et antichar ont transformé la ligne en piège mortel de l'autre côté de la rivière. Quand les forces racistes ont recommencé leur avancée et ont heurté cette muraille, toutes les pièces d'artillerie et les tanks des brigades révolutionnaires ont fait feu depuis ses points de situation dans la zone de Cuito.

Un rôle spécial fut réservé aux chasseurs Mig-23 qui, à une vitesse proche de mille kilomètres heure et à cent mètres de hauteur, était capables de distinguer si les artilleurs était noirs ou blancs, et faisaient feu sans cesse contre eux.

Quand l'ennemi usé et immobilisé a initié la retraite, les forces révolutionnaires se sont préparées pour les combats finaux.

De nombreuses brigades angolaises et Cubaines se sont déplacées à un rythme rapide et à distance appropriée vers l'Ouest, où les routes uniques et amples étaient celles à partir desquelles les Sud-Africains initiaient toujours leurs actions contre l'Angola. L'aéroport était cependant à peu près à trois cents kilomètres de la frontière de la Namibie, occupée totalement par l'armée de l'Apartheid.

Pendant que les troupes se réorganisaient et se rééquipaient, on a décidé en toute urgence de construire une piste d'atterrissage pour les Mig-23. Nos pilotes utilisaient les équipements aériens livrées par l'URSS à l'Angola, dont les pilotes n'avaient pas disposé du temps nécessaire pour une instruction adéquate. Plusieurs équipements aériens perdus, abattus parfois par nos propres artilleurs ou des opérateurs antiaériens.

Les Sud-Africains occupaient encore une partie de la route principale qui va du bord du plateau angolais à la Namibie. Sur les ponts de la rivière tumultueuse Cunene, entre le Sud de l'Angola et le Nord de la Namibie, ils ont commencé alors le petit jeu des tirs avec les canons de 140 millimètres et d'une portée proche de 40 kilomètres.

Le problème principal résidait dans le fait que les racistes sud-africains possédaient, selon nos calculs, entre 10 et 12 armes nucléaires. Ils avaient réalisé des essais y compris dans la mer ou dans les zones glacées du Sud. Le président Ronald Reagan l'avait autorisé, et avec les équipements livrés par Israël, le dispositif nécessaire pour faire éclater la charge nucléaire. Notre réponse a été d'organiser le personnel en groupes de combat de pas plus de mille hommes, qui devaient marcher de nuit sur une ample étendue de terrain et dotés des chars de combat antiaériens.

Selon des rapports dignes de foi, les armes nucléaires de l'Afrique du Sud ne pouvaient pas être transportées par des avions Mirage, Elles nécessitaient des bombardiers lourds de type Canberra. Mais dans n'importe quel cas la défense antiaérienne de nos forces disposait de nombreux types de fusées qui pouvaient frapper et détruire des objectifs aériens jusqu'à des dizaines de kilomètres de nos troupes.

De plus, un barrage de 80 millions de mètres cube d'eau située dans en territoire angolais avait été occupé et miné par des combattants cubains et angolais. L'éclatement de ce barrage aurait été équivalent à plusieurs armes nucléaires.

Cependant, avant d'arriver à la frontière avec la Namibie, une usine hydroélectrique qui utilisait les forts courants de la rivière Cunene était utilisée par un détachement de l'armée sud-africaine.

Quand dans le nouveau théâtre des opérations les racistes ont commencé à tirer sur les canons de cent quarante millimètres, les Mig-23 ont frappé fort ce détachement de soldats blancs, et les survivants ont abandonné le lieu en y laissant quelques écrits critiques contre leur propre commandement. Telle était la situation alors que les forces cubaines et angolaises avançaient vers les lignes ennemies.

J'ai su que Katiuska Blanco, auteur de quelques récits historiques ainsi que d'autres journalistes et reporters graphiques, étaient là. La situation était tendue mais personne n'a perdu son calme.

C’est alors que sont arrivées les nouvelles de ce que l'ennemi était disposé à négocier. On avait réussi à mettre fin à l'aventure impérialiste et raciste; dans un continent qui dans 30 ans aura une population supérieure à celle de la Chine et de l'Inde réunies.

Le rôle de la délégation de Cuba, lors du décès de notre frère et ami Nelson Mandela, sera inoubliable.

Je félicite le compagnon Raúl pour sa brillante performance et, spécialement, pour la fermeté et la dignité quand d'un geste aimable mais ferme il a salué le chef du gouvernement des États-Unis et il lui a dit en anglais : " Monsieur le président, je suis Castro".

Quand ma propre santé a mis une limite à ma capacité physique, je n'ai pas hésité une minute à exprimer mon critère sur qui à mon avis pouvait assumer la responsabilité. Une vie est une minute dans l'histoire des peupleset je pense que celui qui assume aujourd'hui telle responsabilité requière l'expérience et l'autorité nécessaire pour décider devant un nombre croissant, presque infini, d’options.

L'impérialisme réservera toujours diverses cartes pour faire plier notre île quitte à la dépeupler, en la privant de jeunes hommes et femmes, en leur offrant des miettes des biens et de ressources naturelles qu'il pille à travers le monde.

Que les porte-parole de l'empire s’expriment maintenant sur comment et pourquoi a surgi l'Apartheid.

Fidel Castro Ruz

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