Carlos Fiallos* - Revista Encuentros / Cubainformación.- En diez años, en Argentina más de 22.000 personas han aprendido a leer y escribir mediante el método cubano de alfabetización “Yo, sí puedo”.  En menos de 9 años más de 33.000 pacientes (argentinos sobre todo, pero también paraguayos y bolivianos) han sido gratuitamente operados de la vista (cataratas o pterigium) dentro del programa “Operación Milagro”.


Videos:

`Cap. 1. La Operación Milagro de Cuba en Argentina es obra de un pueblo que decidió convertirse en un estado solidario´

`Cap. 2. La Operación Milagro cambia la vida a miles de personas en Argentina, pero también la nuestra, la de los cooperantes de Cuba´

`Cap. 3. La Operación Milagro de Cuba en Argentina cambia la vida de miles de personas y eso no tiene precio´

`Cap. 4. Gracias a Cuba, la Propuesta Tatu lleva salud y educación a sectores excluidos de la sociedad de Argentina´

Entrevista a Carlos Fiallos, autor de esta serie: `Los cooperantes de la solidaridad cubana en América Latina son los Quijotes del siglo XXI´

La cooperación cubana en Argentina: cuando la solidaridad no es noticia (+ Galería de fotos)

Dr. Ricardo Hernández: “Operación Milagro es solidaridad hecha política de estado

- ¿Cuántas personas sin recursos han podido ser operadas de la visión a través de la Operación Milagro?

- Este centro lleva 4.500 operaciones (septiembre de 2014), y van operadas 48.000 personas de Argentina. El resto se operaron en Bolivia. Son cifras del pequeño grano de arena que se aporta desde Argentina a los casi 3 millones de cirugías realizadas en el continente.

- ¿Vds. entienden la “Operación Milagro” como un proyecto “ideológico”?

- Es la solidaridad hecha política de Estado, y claro que tiene una mirada ideológica, la de formar parte de un conjunto de proyectos e ideas que pretenden hacer de éste un mundo diferente, un mundo mejor, partiendo de que los seres humanos debemos ser iguales en derechos y en oportunidades.

- ¿Por qué se dice que el mapa de la ceguera es el mapa de la exclusión?

- Las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) –no de un partido de izquierda, ni de un sector radicalizado, ni siquiera de las propias estadísticas del Gobierno cubano– dicen que, de cada diez personas ciegas en el mundo, ocho no deberían serlo, al serlo por causas evitables o curables. De esas ocho personas ciegas que no deberían serlo, el 60% lo son por cataratas, que se resuelven con una operación simple, sencilla y hasta con una relación costo-beneficio sumamente económica. En media hora y con muy poco costo, se logra que una persona que es ciega o que está a punto de serlo, deje de serlo. ¿Y por qué no se hace? Le doy otro dato de la OMS: el 90% de los ciegos del mundo está en los países pobres. Ver el mapa de la ceguera es ver el mapa de la injusticia, de la exclusión, de la falta de solidaridad y del capitalismo feroz y dependiente.

- ¿Este programa es sólo una ayuda a personas desfavorecidas, o también es una herramienta contra la injusticia del sistema capitalista?

- La Operación Milagro constituye una obra maravillosa de amor y solidaridad, pero también una poderosa fuerza que lucha contra la injusticia del sistema capitalista, y que nos enseña que si nos unimos, si somos solidarios, si nos apropiamos de las herramientas necesarias, somos capaces de llevar esta solidaridad a cualquier lugar que nos propongamos. Desde aquí ponemos este granito de arena. Eso es lo que significa para nosotros, y para mí en particular, “Operación Milagro”. Y eso es lo que representa este centro, enclavado en el corazón de mi país, en un edificio que es otra muestra más de la lucha solidaria, pues era una clínica privada desmantelada que hoy está en manos de la cooperativa de los mismos trabajadores de la antigua clínica.

- ¿La Operación Milagro choca con la medicina mercantilizada?

- Todo este valor simbólico, ideológico y político que hace de Operación Milagro una decisión política de un estado como Cuba, hace que sea una herramienta de transformación cuando se inserta en otros territorios. En ese sentido, para nosotros estar aquí, en esta clínica y en esta provincia nos permite hacer que una idea avance sobre el dominio que ejercen los medios de comunicación y el sistema. Es decir, cuando uno sufre ceguera y choca con los “no” del sistema -me refiero a la ambición mercantilista de la medicina privada o a la visión burocrática de la medicina estatal-, y se encuentra aquí con una visión humana, pasa de la resignación y la negación de derechos a la esperanza y a la certeza de que es sujeto de los mismos. Por eso, pelear desde aquí es dar una batalla de ideas que nos ayudará a cambiar este mundo.

Alina Izaguirre: “La Operación Milagro cambia la vida a miles de personas en Argentina, pero también la nuestra, la de los cooperantes de Cuba´

- Al contrario que en otros países de América Latina, en Argentina la Operación Milagro es llevada a cabo por personal argentino, ¿verdad?

- En Argentina hemos tenido una experiencia extraordinaria, puesto que toda la actividad es llevada por personal argentino, tanto médicos como enfermeros, salvo yo, que estoy como asesora médica cubana. Instruimos a los médicos en las nuevas técnicas quirúrgicas de avanzada.

- ¿Cómo es el personal del Centro Oftalmológico “Dr. Ernesto Guevara” de Córdoba?

- Aquí hemos encontrado un personal muy sensible a esta actividad, que se ha comprometido mucho y que ha hecho suya esta iniciativa que traemos de Cuba. Se ha formado un gran equipo, que se ha unido cada vez más, un grupo muy humano, independientemente del sistema social en que haya nacido o se haya formado cada cual. El grupo ha crecido muchísimo profesionalmente porque se ha adquirido mucha experiencia quirúrgica, y se ha fortalecido cada uno de nosotros. La doctora Mariana Scope, que ha estado conmigo desde el principio, es una persona muy humana, extraordinariamente sensible, comprometida y que ha tenido un crecimiento impresionante porque lucha por ser cada vez mejor en lo que hace. Pero además favorece que el grupo siga creciendo y cohesionándose. Es una persona con muchos principios, muy segura de lo que hace y muy comprometida con este proyecto.

- ¿Qué diferencia al personal médico cubano del de otros lugares?

- Nosotros no lo percibimos, no nos damos cuenta, pero personas ajenas a tu sistema, a tu sociedad, te dicen que el médico cubano es muy humano, cariñoso, atento y va más allá de la enfermedad del paciente. Independientemente del nivel de profesionalidad, o del nivel de conocimiento que tenga el médico cubano, que en esencia está a la par que cualquier médico en el mundo, lo que nos hace diferentes es esa parte humana, de ayuda solidaria y desinteresada.

- ¿En qué zonas de Argentina trabajan los cooperantes médicos de Cuba?

- El médico cubano rara vez es destinado a una clínica, sino a lugares muy difíciles donde habitualmente no llega la salud pública de cada país. Ahí es donde entra la parte humana nuestra, porque padecemos las dificultades de la población del lugar a donde llegamos. No disfrutamos de condiciones muy diferentes, sino que nos incorporamos a la sociedad en la que estamos.

- La Operación Milagro, que ha cambiado la vida a millones de personas, ¿también ha cambiado la suya?

- Sí, me ha cambiado la vida desde el punto de vista de que me ha hecho más humana y más sensible. La ceguera es un gran problema de salud. El paciente llega a nosotros ayudado por familiares, no se puede valer por sí mismo. Y después de operarle le cambia el rostro, le aparece una sonrisa, comienza a deambular por sí mismo, a comer solo, y se empieza a incorporar a la sociedad. Y todo esto te gratifica de forma incalculable, te compromete más con lo que estás haciendo y te da muchos más deseos de ayudar. En mi caso, a pesar de salir de mi país, dejar a mi familia, mi cultura y costumbres, me doy cuenta de que vale la pena.

Doctora Mariana Scope: “La Operación Milagro cambia la vida de miles de personas y eso no tiene precio”

- ¿Qué significa para Vd. la participación en la Operación Milagro?

- Operación Milagro es una tarea muy humanitaria, que me permitió cumplir con la necesidad que yo tenía dentro de dar al hombre, a la mujer, a la Humanidad, sencillamente por ayudar. He operado a pacientes de países limítrofes -generalmente de Perú y de Bolivia- y a muchos pacientes argentinos de Córdoba principalmente, a cambio de nada. En mi concepto de la vida, lo que yo puedo hacer se lo doy a alguien, y ese alguien me devuelve, si puede, con lo que sepa hacer. Cuando mis pacientes me dicen que tengo un don, yo les digo que ellos también lo tienen. Les digo: “Si usted sabe cantar, cante en un centro de jubilados o en una reunión. Si sabe cocinar, ofrézcase a hacer una tarta y llévesela a alguien que esté solo por el día de su cumpleaños. Lo que sepa hacer, hágalo, ese es su don”. Quizás este mundo mejoraría si todo el mundo volcase el don que tiene en los demás sin esperar nada a cambio. Yo estoy en un lugar privilegiado porque se me permite hacer lo que me gusta y cambiar la vida a las personas.

- ¿Cómo comenzó a trabajar en la Operación Milagro?

- Trabajo en Operación Milagro desde 2007. Teníamos pacientes operados en Bolivia con problemas y no se conseguían oftalmólogos que pudieran hacerles un seguimiento en su país de origen o cerca de sus pueblos. Acepté el trabajo y empecé a viajar para llevar ese seguimiento. Así dos años, hasta que propusieron realizar las cirugías en Argentina y se instaló el quirófano de Córdoba. Viajé entonces a Cuba a hacer una capacitación para conocer la línea de trabajo que se sigue en la Operación Milagro, y volví a Argentina, donde empezamos a operar desde 2009 hasta la fecha.

- ¿Cómo ha sido su experiencia de trabajo con la doctora cubana cooperante Alina Izaguirre?

- Desde hace tres años trabajo con ella. Nuestra meta es alcanzar la excelencia, tratar de dar lo mejor de nosotras, lo más excelente que podamos a nuestros pacientes, sin importarnos de dónde vienen ni qué hacen: nos importa que tienen una patología y queremos ofrecerles lo mejor. Alina es una persona sumamente trabajadora, bastante perfeccionista, muy alegre, de muy buen humor y muy amable con los pacientes. Es una persona de mucha ternura. Las 5 ó 6 horas que pasamos ahí dentro son muy agradables, se canta, se baila, se charla y hacemos bien nuestro trabajo. Humanamente es la mejor compañera de trabajo que he tenido.

Gino Straforini: “Los médicos de Argentina graduados en Cuba asumen el compromiso social con las personas más humildes”

- ¿Quiénes forman “Propuesta Tatu” y cómo participan?

- Son jóvenes médicos que a su retorno de Cuba están haciendo su especialidad. Todos trabajan en la salud pública, pero un día a la semana se lo dedican a los sectores donde más hace falta. “Tatu” trabaja más que nada en el sector de la extrema pobreza: en las tomas de tierra, con gente desesperada que no tiene donde vivir. Gente que toma una tierra y que pese a la represión de la policía logra quedarse, construir sus casitas, pero donde está está muy lejos la escuela de sus hijos e hijas, la salud no existe, las calles no están, no hay electricidad o gas, el 83% de los niños tienen problemas de caries, las diarreas sobran, el 34% de los niños y niñas no tienen cama propia donde dormir y duermen con sus progenitores o hermanos. Hablamos de altos grados de vulnerabilidad, donde los médicos llegan para atender desde la perspectiva solidaria, de lo que han aprendido en Cuba.

- ¿Qué valores aportan estos médicos de Argentina formados en Cuba?

- En Cuba aprendieron, primero, a llevar la salud a la gente, y no que la salud espere a la gente. Nuestros hospitales públicos son expulsivos. Hacer una cola en un hospital público de argentino es estar horas y horas sin saber si el especialista adecuado le va a atender. Desde “Tatu” aprendemos a que la medicina debe ir a la gente y a trabajar la prevención de la salud con la gente. Los médicos argentinos graduados en la Escuela Latinoamericana de Ciencias Médicas de La Habana van a la población, trabajan y construyen la atención médica con ella y, con lo que aprendieron en Cuba -la transparencia, la honestidad, la ética, la no mercantilización de la solidaridad ni de la salud- construyen con la gente un programa de salud para un determinado lugar.

- ¿A qué ratio de población llega “Tatu”?

- Tatu, en los dieciocho barrios en que ha trabajado, abarca un conjunto de 115.000 habitantes. Hasta 2012 había atendido a más de 30.000 pacientes.

- ¿Cuál es el principal aporte a la sociedad argentina de estos médicos graduados en la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM)?

- Si no hubiera sido por la solidaridad de Cuba, si a Fidel Castro no se le hubiera ocurrido crear la ELAM, estos médicos no existirían. Estos médicos en Argentina revelan un hecho: que la salud es un derecho para todos y todas, plasmado en el trabajo concreto y cotidiano de los médicos con la gente.

- ¿”Propuesta Tatu” también implementa el programa cubano de alfabetización?

- La salud sola no es suficiente, por lo que “Tatu” trabaja la educación, la formación de los promotores de salud en cada barrio, la creación de escuelas de oficios para jóvenes de 13 a 17 años y las colonias de vacaciones para niñas y niños pequeños. Trabajamos desde la visión de que esos médicos son el ejemplo desde el que construir un proyecto de salud y de país diferente, participativo, profundamente democrático, donde los derechos nos igualen a todos y todas.

Entrevista: Carlos FIALLOS
Transcripción/redacción: Aurora VILAR

Carlos Fiallos* - Revista Encuentros / Cubainformación.- En diez años, en Argentina más de 22.000 personas han aprendido a leer y escribir mediante el método cubano de alfabetización “Yo, sí puedo”.  En menos de 9 años más de 33.000 pacientes (argentinos sobre todo, pero también paraguayos y bolivianos) han sido gratuitamente operados de la vista (cataratas o pterigium) dentro del programa “Operación Milagro”.

Estas son las cifras que nos daba en febrero del 2013 Raúl Troya, coordinador cubano de estos dos programas en Argentina. “Hemos puesto en marcha aquel principio de José Martí y ratificado por Fidel Castro: patria es humanidad”.

Solidaridad cubana en Argentina

A diferencia de otros países como Bolivia o Brasil, en Argentina la solidaridad cubana no trabaja con el estado sino con la Fundación “Un mundo mejor es posible, UMMEP”. Esto ha permitido que muchas personas de Argentina, y también de Chile, hayan asimilado sus principios y hayan hecho suyas estas iniciativas.

En el programa de alfabetización Yo, sí puedo la labor de los voluntarios cubanos no es alfabetizar directamente sino más bien preparar a los facilitadores: jóvenes voluntarios que visitan las villas para enseñar a leer y escribir a quienes lo necesitan.

Noelia (24 años, estudiante de comunicación), Bárbara (26, magisterio) y Joaquín (24, sociología) son jóvenes facilitadores que se vincularon a través de “Propuesta Tatu” y alfabetizan en  la Villa 14 de febrero en la localidad Longchamps en Buenos Aires.

Estos jóvenes deben preparar las lecciones una o dos tardes entre semana, trasladarse el sábado temprano en un recorrido que puede tardar una o dos horas (a más de los gastos) y enseñar en las villas hasta las dos o tres de la tarde. Están convencidos de que ellos también aprenden. “Vincular la teoría con la práctica” dicen.

Es su forma de devolver a la sociedad el conocimiento que les da la educación pública “que no es tan pública, porque no todos tienen acceso a ella”.

Jujuy: Fundación “Juanita Moro” y el Barrio “Alto Comedero”

En la ciudad de San Salvador de Jujuy es la Fundación “Juanita Moro” (cuyo nombre evoca una de las patriotas de las gestas de independencia) la que se encarga de implementar los programas  Operación Milagro y Yo sí puedo en coordinación con la fundación UMMEP.

—Vamos a Alto Comedero—dice  Clara— para que veas como trabajamos.

En la camioneta de la fundación embarcamos el aparato de revisión oftálmica y subimos. Carlos conduce y junto a él vamos la doctora Ana Cabido y yo.

Nos recibe María Luisa Vilar, dirigenta del barrio 9 de julio.

Un vecino del barrio presta su casa para que Clara y Ana revisen de la vista a una decena de personas. Mientras tanto María nos explica cómo se aplica el Yo, sí puedo: “Se hace relevamiento por distintas zonas. Intentamos hacer los cursos entre familiares y amigos, no es como la escuela que tiene sus normas y reglas, a la gente no le gusta esto, a veces nos tomamos un mate mientras estudiamos…”

Uno de los voluntarios cubanos está de vacaciones en Cuba pero María se acuerda de él. “Don Roberto se encariña con las personas y, claro, uno también se encariña también con él. Sabemos que deja a su familia para estar aquí”.

Alto Comedero. Este inmenso barrio alberga cerca de un tercio de la población de San Salvador de Jujuy  con una población estimada en más de 80.000 habitantes.

Alto Comedero es una clara muestra de los terribles efectos que produjo el neoliberalismo en América Latina: en la década del noventa  miles de personas perdieron sus trabajos y los que conservaron el empleo vieron como su poder adquisitivo disminuyó de golpe. La situación fue tal que ni siquiera podían pagar un arriendo, mucho menos soñar con tener una vivienda propia.  Miles de familias se vieron obligadas a invadir terrenos que no disponían de los más elementales servicios: ni agua potable, ni electricidad; menos aún pavimentado o alcantarillado.

“Alto Comedero se ha convertido en los últimos veinte años de “modernidad excluyente” en un enclave de nuevos pobres (o sectores medios empobrecidos) con manchones de pobres estructurales. Este enclave de pobreza en la ciudad es “organizado” por el propio Estado…, con el orden político interviniendo de manera permanente desde el propio origen del barrio” escriben tres autores en Construcción social de la ciudad. San Salvador de Jujuy desde el barrio Alto Comedero.

Córdoba. Una clínica recuperada y dos mujeres únicas.

En Córdoba visitamos el Centro Oftalmológico Dr. Ernesto Guevara ubicado en la  Cooperativa de la Salud Junín Ltda.

—Esta es una clínica recuperada. ¿Qué es esto? me digo.

En la crisis argentina del 2001 varias empresas empiezan a cerrar. A veces cierran porque no hay ganancias. Pero las más de las veces es un pretexto del patrono para despedir a los trabajadores antiguos y “caros”. Y también para evadir el pago de las liquidaciones que por derecho corresponden a quienes tienen muchos años de trabajo. Fue una época negra en la que los empresarios aprovecharon las ventajas que ofreció la “flexibilización laboral” neoliberal en contra de los empleados.

Entonces los obreros y empleados toman en sus manos el control de estas empresascerradas como la única manera de defender su fuente de trabajo.

“Este proceso que alcanzó su pico en el 2002 conjuga rasgos propios de los llamados "nuevos movimientos sociales" – democracia y horizontalidad -; del sindicalismo combativo – estrategias de resistencia - y del cooperativismo – forma jurídica que posibilita la autogestión”.

Tal fue el caso de la Clínica Junín que sin razón justificada dejó de pagar los sueldos a sus empleados, fue vendida y, finalmente, terminó despidiendo a sus empleados. La reacción de los trabajadores fue organizarse en defensa de su puesto de trabajo y  después de una larga lucha “recuperaron” la empresa para ponerla a servir a pacientes de escasos recursos económicos.

Ricardo Hernández. “La solidaridad: la maravillosa obra del ser humano”

En el pequeño despacho hay poco espacio para los tres ordenadores, las dos impresoras y el cerro de carpetas. Ricardo Hernández, el director del Centro Oftalmológico Doctor Ernesto Guevara, lo comparte con una compañera.

“Hace un par de años, nos dice, se estaban eligiendo las nuevas 7 maravillas del mundo hechas por el hombre. Generalmente se buscan obras monumentales, pero la maravillosa obra del hombre es mucho más cotidiana: es convivir, tratar de construir sociedad. La obra más maravillosa del hombre es la solidaridad. La solidaridad es la expresión más potente y más efectiva del amor”.

“Operación milagro es una obra maravillosa del ser humano y, en particular, del gobierno de una sociedad organizada que decide que la solidaridad es lo que va a cambiar el mundo”.

33 000 personas operadas en Argentina es un pequeño grano de arena en los más de dos millones de personas operadas en el mundo por la Operación Milagro.

“Esto es la solidaridad hecha política de estado: construir un mundo mejor”.

Ricardo está convencido de que esta labor, además de ayudar a las personas enfermas de la vista, ayuda a construir un mundo mejor.

— ¿Cómo?— le pregunto:

“Cuando la persona sufre esta patología choca con los ‘no’ del sistema: la ambición  mercantilista de la medicina privada, la visión burocrática de la medicina estatal. Entonces viene acá  y se encuentra con una visión humana de la medicina, empieza a escapar de la resignación y pasa a la esperanza y a la certeza de que es un sujeto de derecho. Por eso pelear desde acá es dar una batalla de ideas que nos va a ayudar a cambiar el mundo”.

Ricardo Hernández, director del C. O. “Ernesto Guevara”:

Las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud, OMS; señalan que de cada 100 ciegos en el mundo 8 no deberían serlo porque son ciegos por causas evitables. De esos 8 ciegos que no deberían serlo, el 60 %  lo es por cataratas que se resuelven con una simple, sencilla  y sumamente económica cirugía. En media hora y con  muy poco costo una persona que es ciega o está a punto de serlo puede evitar perdela visión ¿por qué no se lo hace?

Otro dato: ¿Dónde se imaginan que está el 90 % de los ciegos del mundo? En los países pobres. Es decir, cuando se mira el mapa de la ceguera se está viendo exactamente el mismo mapa de la injusticia, de la exclusión  y de la falta de solidaridad: del capitalismo feroz; se está viendo el mapa del capitalismo dependiente.

Ángeles de carne y hueso

Un paciente al salir de una operación dijo: “he estado con los ángeles: me han devuelto la vista”.

En Córdoba, los ángeles son mujeres: Mariana Escope y Alina Milagros Izaguirre, argentina y cubana, morena y rubia. No son solo ellas, hay todo un equipo junto a ellas. Pero de sus manos nace el milagro.

—Mariana ¿Qué te motivó a trabajar en la Operación Milagro si es más rentable la medicina privada?

“El cambiar la vida de una persona que está aislada, sin poder caminar, sin poder comer, sin poder afeitarse, no tiene precio, por más que quieran ponérselo, no tiene precio.

Operación Milagro es una tarea muy humanitaria. A mí me permitió devolverle a la humanidad todo lo que yo tenía adentro. Quizá todo el mundo mejoraría si cada quien pudiera volcar ese don que tiene hacia los demás sin esperar nada cambio, por el solo gusto de ayudar”.

“En Argentina la Operación Milagro es llevada por personal argentino, exclusivamente como asesora médica cubana estoy yo”, nos dice Alina Izaguirre. “Instruimos a los médicos locales  a las nuevas técnicas quirúrgicas de avanzada: Facoemulsificación, exeresis y autoinjerto”.

—Pero venir acá te implica algunos sacrificios.

“Tienes que salir de tu país, de tu familia, hay rupturas, dejas tus costumbres pero cuando ves los resultados te das cuenta de que sí, que vale la pena”.

Proyecto Tatu

Gracias a Cuba, la Propuesta Tatu lleva salud y educación a sectores excluidos de la sociedad argentina.

La solidaridad cubana ha hecho posible la formación de jóvenes argentinos de extracción muy humilde que han ido becados a estudiar en la Escuela  Latinoamericana de Medicina ELAM, en la Habana, Cuba. Estos jóvenes, al regresar a su país, asumen un compromiso con los excluidos en los sectores a donde la salud no llega, con esa gente que está invisibilizada por el resto de la sociedad.

Con lo que aprendieron en Cuba, donde no hay mercantilización de la salud, construyen con sus habitantes  un programa de salud para un determinado barrio.

Gino Straforini, chileno, director de Tatu, nos dice:

“Tatu trabaja en sectores  de extrema pobreza. Estamos hablando de tomas de tierra, de gente desesperada que no tiene donde vivir. Personas que se toman un terreno y temen la represión de la policía, pero logran quedarse. Construyen su hogar pero está muy lejos la educación de sus hijos, la salud no existe, las calles faltan, la electricidad está ‘colgada’, no hay gas, el 83 % de los niños tienen caries, sobran las diarreas,  el 34 % de estos niños no tienen cama propia donde dormir y duermen con los padres o sus hermanos.

Si no hubiera sido por la solidaridad de Cuba, si a Fidel no se le hubiera ocurrido crear la Escuela Latinoamericana de Medicina ELAM,  estos médicos argentinos no existirían.

Y por cierto, que estos médicos en Argentina producen un hecho ético importante que es: la salud es un derecho para todos. Pero no es la salud como un derecho para todos simplemente discursivo sino con hechos concretos de los médicos que están todas las semanas trabajando con la gente y curando.

Esos médicos son ejemplo y desde ese ejemplo se puede construir un proyecto, no solo de salud sino de país, que sea diferente, que sea participativo, que sea profundamente democrático; donde los derechos realmente nos igualen a todos”.

* Carlos Fiallos es un fotógrafo ecuatoriano residente en Bilbao (País Vasco). Director de la revista "Encuentros", sobre temas de la emigración latinoamericana, y miembro del equipo de Cubainformación TV. Además, es socio de la Asociación de amitad vasco-cubana Euskadi-Cuba. Carlos Fiallos viajó a varias de las misiones cubanas en América Latina y realizó este excelente trabajo fotográfico y videográfico.

De izq. a der.: Viviana, Adriana, María, Soledad, Juana y Fermina, habitantes de alto comedero que han acudido a un examen de la vista inicial que permite detectar los problemas de la vista y al mismo tiempo sirve para prospectar a los analfabetos: el relevamiento.

Miembros de la Fundación Juanita Moro: Carlos, la doctora Ana Cabido, Clara; moradores del barrio: María Luisa Vilar, líderesa del barrio; Liliana, Margarita, Beto y Joaquín: familia que presta su casa para el relevamiento.

Casas precarias construidas en uno de los sectores de Alto Comedero en Jujuy.

Marcelo, Marco José, Wellington y María Eugenia, pacientes del C. O. “Dr. Ernesto Guevara” en Córdoba

Detalle de una operación de catarata.

Personal del Centro Oftalmológico “Doctor Ernesto Guevara” en la entrada de la Cooperativa de la Salud Junín Ltda. recuperada por sus empleados después de una larga y ardua lucha.

Cuando se inició el Centro Oftalmológico “Doctor Ernesto Guevara” sus fundadores plasmaron las huellas de sus manos en un gesto de unión, años después se siguen sumando manos a esta bella acción solidaria.

La doctora Mariana Escope, cirujana argentina nacida en Córdoba.

La doctora cubana Alina Milagros Izaguirre, cirujana asesora del Centro Oftalmológico “Doctor Ernesto Guevara”.

Tres jóvenes facilitadores del programa “Yo sí puedo” esperan para tomar el bus que los llevará cerca de la Villa 14 de febrero en la localidad bonaerense de Longchamps.

Exteriores del Centro de Ciudad Integral de la Salud “Dr. Miguel Enríquez” de la “Propuesta Tatu”.

Interiores del Centro de Ciudad Integral de la Salud “Dr. Miguel Enríquez” de la “Propuesta Tatu”.

Dos estudiantes del “Yo sí puedo” nos indican sus cartillas bajo la atenta mirada de Bárbara, facilitadora y Enrique, asesor cubano.

Noelia Fuks, Joaquín Vásquez y Bárbara Salazar, facilitadores del programa de alfabetización “Yo sí puedo”.

Mujer de origen boliviano aprendiendo a leer y escribir con el método cubano “Yo, sí puedo” en una villa de Buenos Aires, Argentina.

Carlos y Claudia Camba, Fundación UMMEP; Rodrigo Martínez, Yazmary Guillén, Carlos González, Raúl Troya, Guido Navarro, Enrique Borges, asesores de la solidaridad cubana en buenos Aires, Argentina.

Solidaridad
Prensa Latina.- El ministro de Salud de Guatemala, Joaquín Barñoya, y el embajador de Cuba en este país, Nazario Fernández, firmaron hoy un acuerdo de cooperación hasta 2027 para fortalecer la labor asistencial...
Prensa Latina.- Desde un balcón del hotel Plaza en La Paz el líder de la Revolución cubana, Fidel Castro, bebió té de la hoja de coca en defensa del equipo de futbol de Bolivia, recuerdan hoy....
Canal Caribe Alterno.- Este sábado se cumplen 41 años de la victoria de Cangamba, una de las muestras de resistencia, de mayor sacrificio y entereza protagonizadas por cubanos en toda nuestra Historia. En un remoto punto del surest...
Lo último
La ignorancia
Ana Hurtado - Cubadebate.- Los medios de comunicación del mundo incluidos los españoles, formaron parte, en estos pasados días, de las mentiras y falsedades.(Foto: Archivo)....
Ver / Leer más
“La que da todo”
Yolanda Molina Pérez - trabajadores.cu.-"Yo vivo aquí desde que nací, ya tengo 68 años y aunque trabajé como maestra desde los 15, nunca dejé de estar ligada a la tierra, antes de irme para la escuela ll...
Ver / Leer más
La alegría la trae el Carrusel
Amanda Lima Alonso - Juventud Rebelde.- Un proyecto comunitario para niños y adolescentes en el capitalino poblado de Santiago de las Vegas apuesta por el amor y la constancia al contribuir a la formación de valores y conocimientos...
Ver / Leer más
La Columna
Líder Fidel
Gerardo Moyá Noguera*.- En el periódico digital de  "Gramo de maíz", Fidel dijo: "El hombre no puede renunciar nunca a los sueños, el hombre no puede renunciar nunca a las utopías. Es  que l...
La Revista