Carlos E. Lippo - Cubainformación.- A juicio mío existe la presunción relativa, es decir, la certeza legal hasta que aparezca una prueba en contrario de que es total responsabilidad de los Estados Unidos la actual epidemia de Ébola que se ha desatado desde hace unos meses en algunos países del Africa Occidental: Liberia, Sierra Leona y Guinea Konakri, inicialmente y más recientemente en Nigeria, Senegal y la República Democrática del Congo.
Dicha presunción está soportada por una larguísima cadena de acciones de guerra biológica desarrollada por diferentes agencias de su gobierno alrededor del globo, incluyendo su propio territorio, algunas de ellas debidamente comprobadas por investigaciones realizadas por su propio Congreso; por su persistente negativa a suscribir la “Convención Internacional Contra la Guerra Biológica”; por la posesión de un cuantioso arsenal de armas biológicas de todo tipo; por sus profundas investigaciones sobre el tema y fundamentalmente por la presencia, por más de 7 años desde el 2.007, de científicos militares norteamericanos del Laboratorio de Fort Detrick y el USAMRIID (Instituto de Investigación Médica de Enfermedades Infecciosas del Ejército de los Estados Unidos) junto a investigadores biológicos de la Universidad de Tulane, realizando investigaciones y trabajos sobre bioarmas en Sierra Leona, la mayoría de ellos sin el aval y bajo protesta del gobierno local (1).
A mediados de esta semana, según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS) (2), se había alcanzado la cantidad de 5.357 infectados y unas 2.630 víctimas fatales, siendo la proyección de casos de una magnitud tal que ameritó la convocatoria de una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU, que tuvo lugar el pasado jueves 18, siendo ésta la tercera oportunidad en la que se reúne esta instancia para tratar un tema de salud. Curiosamente, las 2 reuniones anteriores, en 2.000 y 2.011, fueron convocadas en ocasión de sendas epidemias de Sida surgidas en la misma región, atribuidas en su momento a intervenciones de médicos militares de los Estados Unidos.
El Consejo de Seguridad aprobó de forma unánime una resolución que califica la actual epidemia de Ébola como una “amenaza para la paz y la seguridad internacional”, motivo por el cual decidió la creación de una “Misión de Naciones Unidas para la Respuesta de Emergencia contra el Ébola” (UNMEER, por sus siglas en inglés), cuyo equipo de avanzada se espera que arribe a los países afectados antes de que termine este mes, sin embargo la gravedad de la situación y la tardanza en haber aplicado las medidas apropiadas no permiten augurar los resultados requeridos en un corto plazo.
Con el propósito de calibrar la sensibilidad internacional en relación con un tema de tanta trascendencia, hemos realizado un breve análisis de las acciones desplegadas antes de la creación de esta misión, por las mayores potencias económicas y militares del mundo, cuyos resultados presentamos a continuación:
· Los Estados Unidos, por boca de su presidente Barack Obama, en una reunión del “Centro de Control y Prevención de Enfermedades” en Atlanta, señalaron que el Ébola “es una amenaza potencial a la seguridad global” y que dado que el mundo está buscando a los Estados Unidos, “es una responsabilidad en la que estamos dispuestos a involucrarnos”. Como a su juicio “el virus del Ébola está fuera de control”, prometió más fondos, alrededor de US $500 millones, y el envío de ¡¿3.000 efectivos militares?! para ayudar a combatir su propagación (3).
· La Unión Europea, después de una reunión celebrada el pasado lunes con la participación de los comisarios europeos de desarrollo y salud, representantes de los estados comunitarios, la OMS y el Coordinador de la ONU para la Atención al Ébola, apenas pudo anunciar la creación de un mecanismo para coordinar la evacuación de médicos y trabajadores activos en países del oeste de África afectados por la epidemia de Ébola (4).
· A comienzos del mes de Agosto Rusia, envió a Guinea Konakri dos trabajadores del “Centro de Investigación en Virología Ivanovski”, entre ellos a su principal experto en infecciones, Víktor Maláev, con el propósito de luchar contra la propagación de la epidemia. Dichos investigadores que se establecieron en el principal hospital público del país cuyo laboratorio está dirigido por otro de sus compatriotas, han logrado optimizar las técnicas de diagnóstico de la infección y están aportando elementos metodológicos y clínicos en diferentes hospitales de campaña, transmitiendo su vasta experiencia en el tratamiento de fiebres hemorrágicas similares a las fiebres hemorrágicas de Crimea. A juicio de estos investigadores es sumamente difícil detener esta epidemia porque controlar el proceso de circulación del virus en los focos naturales de Guinea, Sierra Leona y Liberia es prácticamente imposible, a lo cual hay que añadir las muy precarias condiciones socioeconómicas de estos países, que son algunos de los más pobres del mundo, así como la existencia de una costumbre de abrazar a los muertos durante su entierro, antes de dejarlos en sus tumbas (5).
· Dos días antes de la reunión del Consejo de Seguridad, la República Popular de China envió a Sierra Leona un total de 30 médicos y 29 técnicos de laboratorio para trabajar en la lucha contra el virus del Ébola. Este contingente se suma a los 115 expertos que previamente habían sido enviados a Guinea, Liberia y Sierra Leona, portando material médico. Se espera que estos expertos puedan aportar la experiencia adquirida en combatir este tipo de propagaciones, por ejemplo, el SARS (Síndrome Respiratorio Agudo Severo), de 2003 (6).
· A pesar de que no es una potencia económica ni mucho menos militar, no podemos dejar de mencionar en este breve resumen a nuestra hermana República de Cuba, que en una acción calificada de heroica por Bernardo Alvarez, Secretario Ejecutivo del ALBA-TCP, ha enviado a Sierra Leona un total de 165 colaboradores, de los cuales 62 son médicos y 103 enfermeros, quienes poseen más de 15 años de experiencia y han laborado en lugares afectados por desastres naturales y sanitarios; siendo necesario y oportuno decir que la participación en este esfuerzo de lucha contra el Ébola no es hecho aislado, sino la continuidad de lo que han venido haciendo casi desde el mismo triunfo de su gloriosa Revolución, debiendo destacarse que en estos momentos hay más de 4.000 cooperantes en 32 países del continente africano, de los cuales 2.200 son médicos.
La doctora Margaret Chan, Directora General de la OMS, agradeció la generosidad del gobierno cubano y de los profesionales que ayudarán a contener el peor brote de Ébola en la historia, expresándose, palabras más, palabras menos, en los siguientes términos: “El compromiso de Cuba es un ejemplo del tipo de esfuerzo internacional que se necesita para intensificar las actividades de respuesta ante la epidemia y fortalecer las capacidades nacionales” (7).
De lo dicho en los párrafos anteriores se desprende que sólo las potencias del “Campo Socialista”, y Cuba a un nivel de participación todavía mayor que el de ellas, habían ejecutado acciones tendientes a derrotar la actual epidemia, antes del llamado del Consejo de Seguridad de la ONU. Los Estados Unidos, causantes de la tragedia, estaban aún a un nivel de promesas y la inefable Unión Europea parecía estar más interesada en velar por la salud de sus connacionales existentes en los lugares afectados.
En apoyo a lo dicho en el título de este artículo, basta con citar que esta pequeña nación, asediada como ninguna por el imperio, que le mantiene un férreo bloqueo comercial que supera ya los 54 años a pesar de ser repudiado por la inmensísima mayoría de las naciones representadas en la ONU, no sólo ha sido capaz de desarrollar un “Sistema Nacional Integral de Salud” que le permite mostrar a lo interno estadísticas sanitarias de primer mundo, sino que ha venido adelantando una gigantesca labor solidaria en el campo médico, que puede ser caracterizada de manera resumida por medio de las siguientes cifras: más de 37.000 cooperantes de la salud en 77 naciones de escasos recursos; 45% de los programas de cooperación Sur-Sur en América Latina; más del 40 % de la atención contra el cólera en Haití; un millón y medio de personas sin recursos, operadas gratuitamente de la vista y casi 4.000 estudiantes de medicina becados, procedentes de 23 países, incluidos algunos de USA (8).
Por todo ello, el máximo exponente del capitalismo mundial, no contento con mantener el bloqueo en contra de toda la opinión mundial, no contento con haberla hecho víctima entre 1.961 y 1.997 de 24 acciones diferentes de guerra biológica aplicadas sobre su población, sus cultivos y sus rebaños de especies comestibles, todos neutralizados con admirable eficacia, ha venido desarrollando desde hace más de 3 años una mezquina iniciativa que denominan “Cuban Medical Professional Parole”, que es un programa del Departamento de Estado que persigue la deserción y compra de profesionales médicos que integran las brigadas de solidaridad cubana en el mundo, cuyo mayor éxito se ha registrado entre nosotros, pero que en todo caso alcanza a menos del 1,89 % del total de cooperantes a nivel mundial.
¡Se podrá comprender ahora, por qué decimos que este programa de cooperación es una prueba irrefutable de la superioridad ética del socialismo sobre el capitalismo!
(3) http://www.clarin.com/mundo/Ebola-Obama-EE-UU-epidemia_0_1213079159.html
(7) http://www.cubadebate.cu/?p=468501
(8) http://www.lahaine.org/mundo.php/el-programa-de-eeuu-para-la-desercion-de
