Jorge Petinaud - Prensa Latina.- El presidente del movimiento antiglobalista ruso, Alexandr Iónov, calificó hoy de crimen contra la humanidad el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos a Cuba, durante una protesta frente a la sede diplomática norteamericana.
Le temen a esa isla y las personas que viven en ella porque tienen ideas propias y no se doblegan ante las amenazas y las agresiones llevadas a cabo durante más de medio siglo, dijo Iónov a Prensa Latina entre las banderas de Rusia, Siria, la República Popular de Donets, la de Lugansk y Novo Rossia.
Al frente de unos 15 jóvenes rusos y sirios que portaban pendones y pancartas (cifra autorizada por las leyes aquí para protestar en la acera opuesta a la de las legaciones diplomáticas), Iónov ratificó el respaldo del pueblo ruso al cubano.
Los rusos somos cada día más solidarios con Cuba, con los venezolanos y los países de la Alianza Bolivariana de los Pueblos de Nuestra América (ALBA) que luchan por su independencia y resisten la agresividad de la Casa Blanca y sus aliados, añadió.
Pensamos que debemos unirnos en América Latina, el Medio Oriente y Asia para frenar esas acciones subversivas, dijo sosteniendo una pancarta con un rótulo que instaba al presidente Barack Obama a devolver el Premio Nobel de la Paz.
El líder de los antiglobalistas rusos deploró "el deterioro de la situación geopolítica en el mundo" por el caos y el terror expandido por Estados Unidos, la Unión Europea y otros países que se suman a la política de sanciones unilaterales y la distorisión mediática de la realidad.
Hoy se ejercen colosales presiones sobre naciones soberanas que le resultan incómodas y se inmiscuyen en sus asuntos internos como ocurrió en Iraq, Libia y se repite en Siria, añadió.
En este contexto, la Federación de Rusia asumió una actitud crítica e independiente, y los hechos concretos de carácter militar confirman ahora que la OTAN se ha aproximado a su frontera, denunció el líder antiglobalista.
Recordó Ionov el golpe de estado ocurrido el 22 de febrero último en Ucrania con el auspicio de Washington, y subrayó que Moscú ha mantenido la política de buena vecindad.
Al evocar la desintegración de la Unión Soviética y del Pacto de Varsovia, resaltó que los gobernantes norteamericanos y sus aliados occidentales incumplieron el compromiso de frenar la expansión hacia el este y no admitir nuevos socios.
¿Qué vemos hoy?, observó, los aviones de la OTAN y sus efectivos están, por primera vez, en las fronteras rusas, y Washington comenzó a llevar a cabo conflictos permanentes y a promover agresiones armadas como las de Cuba en la década de 1960, el golpe de estado de Chile (1973) y la invasión de Panamá.
Los métodos no cambian pese a más del medio siglo transcurrido. Por eso defendemos el derecho de cada país a ser un Estado soberano, y el de sus pobladores a vivir sin subordinarse al dictado de Estados Unidos, concluyó el líder antiglobalista ruso.
