Carman Luz Valdés, coresponsal de Cubainformación en Santiago de Chile.- El Día de la Cultura Cubana ce celebró en la sede del Archivo Nacional de Santiago de Chile, organizado por el Instituto Chileno Cubano de Cultura. La Consejera cultural de la Embajada de Cuba, Mayomy Haberjoff, hizo una reseña histórica de esta fecha, explicando su origen. La Directora Magaly Matus presentó al compañero Ciro Oyarzún, que relató su experiencia en los primeros años de la Revolución, en su trabajo con el Ché como jefe en Cuba.
A continuación, parte del relato de Ciro Oyarzún:
"En algunos de esos días que uno no recuerda exactamente ocurrió lo que cuento. Debe haber sido en 1962. Se acababa la jornada, pero aún estábamos trabajando. Yo fungía como Director de Inversiones del Ministerio de Industrias en Cuba. Mi secretaria entra azorada a mi oficina y me dice:
-Ciro, lo llama el Comandante, está al teléfono.
Era el Che, por eso era el azoro de ella. Sin lugar a dudas también el azoro mío. Lo recuerdo como si fuera hoy. Me pregunta sobre unas inversiones en la Textilera Ariguanabo que yo había vetado y pedido más antecedentes sobre ellas. El entuerto no era simple porque mis oponentes en el conflicto me acusaban de obstaculizar el plan de desarrollo. Le entrego mis argumentos. Después de conversados los antecedentes específicos del tema el Che me invita a cenar con él.
Tal cena era en su oficina y no en un restaurante. Era una forma más de seguir trabajando. Tenía un pequeño comedor anexo a su oficina de Ministro.
En aquellos momentos para mí todo era como absolutamente natural. Una comida como la de todos los días, aunque sea con el Ministro. Ocurre que ese Ministro era el Che y de eso daba cuenta mi azoro. Así se dan los días de la vida.
Disfruté de una larga conversación entre dos que éramos de allá del Sur del mundo y yo del Sur del Sur, de la Patagonia. En mi caso, nacido y criado en Puerto Natales, allá por las Torres del Paine.
Transcurrido el tiempo veo que cometí exabruptos imperdonables, propios de mis inmaduros veintiséis años.
Días atrás, en una asamblea de los trabajadores del Ministerio, el Che había criticado al Presidente de la Asociación de Jóvenes Rebeldes, estructura original de lo que hoy es la Unión de Jóvenes Comunistas, en una forma que a mí no me había gustado. Le señalo el hecho, o sea, dicho en plata, le hago la crítica. Le señalo que él, además de ser Ministro o quizás antes que eso es, en los hechos reales, la máxima autoridad política, partidaria, en el Ministerio. Que por ello lo que él dice, siendo además Comandante del Ejército Rebelde, influye sobremanera en la opinión de los trabajadores.
El Comandante me cuenta que él no es un militante muy disciplinado. Se autocritica. Recuerdo que, a la sazón de este intercambio de ideas, me señaló que en su estadía en Guatemala, en su periplo por América, los comunistas le propusieron incorporarse como militante, lo que no hizo. No soy un buen comunista me dijo. Él, el mejor entre los buenos. . Gigante y noble en lo que dice.
Así pasaron las cosas. Terminada la noche regresé a mi mundo pequeñito sin percatarme quizás, en ese momento, de la grandeza de lo vivido, pero con el azoro antes dicho de haber cenado con un personaje de la Historia. Sí, de esa con mayúscula.
Otras vivencias tuve más tarde compartidas con el Comandante".
* Ciro Oyarzún, chileno que trabajó con el "Che", ocupó una jefatura en el Ministerio de Industrias en Cuba, estudió matemáticas con él en La Habana. Después de casi 48 años de su muerte, el ingeniero civil eléctrico de la UTEM rememora parte de lo que fueron sus tres años al lado del comandante.
