Mollet amb Cuba.- El pasado 25 de noviembre fue un día muy triste para todos los revolucionarios y pueblos de todo el mundo ante la pérdida irreparable de una figura excepcional como la del Comandante en Jefe de la República de Cuba, Fidel Castro Ruz.
Fidel ha liderado con firmeza y valor un proceso revolucionario en Cuba que ha comportado quitarle de las garras del imperialismo norteamericano una tierra colonizada y explotada, sometida a la pobreza y convertida en una patria independiente, soberana y socialista con un pueblo gobernado a sí mismo, que tiene la sanidad y la educación garantizada, formado y culto.
Fidel siempre ha estado al frente del pueblo cubano en aquellos momentos más duros como la agresión imperialista en Playa Girón, el Período Especial en los años 90 o las diferentes catástrofes naturales que ha afrontado la isla y en las que siempre ha sido prioritario la protección de los cubanos y cubanas.
La admiración por la figura de Fidel ha traspasado fronteras y es en muchos países empobrecidos de todo el mundo que aman Cuba y recuerdan al Comandante con agradecimiento por la ayuda que siempre ha dispensado en forma de Brigadas Médicas o la cantidad de jóvenes que sin posibilidades económicas han podido estudiar en las facultades cubanas.
Hoy somos muchos los que lloramos por la desaparición física de Fidel Castro y que nos unimos al dolor del pueblo cubano ante lo que ha sido un referente por su enorme aportación histórica en la lucha contra el imperialismo, por el socialismo y por un mundo más justo y solidario entre pueblos libres y soberanos.
Recibimos con orgullo este legado y nos lo hacemos nuestro para continuar en nuestra lucha por este mundo por el que Fidel luchó durante sus 90 años de vida.
¡Hasta Siempre, Fidel! ¡Hasta Siempre, Comandante! ¡Hasta la victoria siempre!