Laura V. Mor - Resumen Latinoamericano Cuba.- ¿Cómo puede un pueblo adjudicarse el derecho de someter a otro, desplazarlo, fragmentarlo, intentar desaparecerlo…? se preguntaba Fernando González Llort en el acto político cultural que tuvo lugar en las instalaciones de la Unión Árabe de Cuba, conmemorando el 69 aniversario de Al – Nakba, catástrofe palestina e inicio de la ocupación sionista.
El 14 de mayo de 1948 Naciones Unidas, por medio de la Resolución 181, proclamó la partición del territorio palestino. A partir de ese momento, se dio vía libre para que el Estado de Israel –excediéndose de los límites establecidos- ocupara el 77% de los territorios palestinos, demostrando su carácter imperialista.
Con la presencia de Juan Carlos Marsán Aguilera, Coordinador General del Departamento de Relaciones Internacionales del Comité Central del Partido Comunista de Cuba; Antonio Enrique Lusson, Héroe de la República de Cuba y miembro de la Asociación de Amistad Cubano – Árabe; María Deriche Gutiérrez, Vicepresidenta de la Comisión Administrativa y Presidenta de la Comisión de Cultura de la Unión Árabe de Cuba; Fernando González Llort, Héroe de la República de Cuba y Presidente del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos; Akram Samhan, Embajador en Cuba del Estado de Palestina; el Movimiento Cubano por la Paz, la Organización de Solidaridad con los Pueblos de Asia, África y América Latina, el Comité Paz, Justicia y Dignidad a los Pueblos, representantes de partidos políticos palestinos y estudiantes y una representación del cuerpo diplomático acreditado en Cuba, se dio comienzo al acto con la proyección del documental “El éxodo palestino”, que narra la historia de una ocupación y el sufrimiento de un pueblo en una causa que, como bien enfatizara Fernando, “ha dejado de ser un conflicto entre dos Naciones para convertirse en una causa mundial”.
En su alocución, Fernando agradeció y recordó la solidaridad que durante 16 años mantuvieron los prisioneros palestinos con la causa de los Cinco, afirmando que “el pueblo cubano nunca olvidará ni dejará de agradecer ese gesto, como tampoco abandonará la lucha por el reconocimiento pleno de Palestina ante la ONU con todos los derechos que como Nación le corresponden y que han sido ignorados por demasiado tiempo”.
Por su parte, el Embajador del Estado de Palestina, Akram Samhan, abogó por un Estado independiente y por el respeto al derecho de autodeterminación del pueblo palestino, vulnerado sistemáticamente durante seis décadas bajo el “falso lema de un pueblo sin tierra y una tierra sin pueblo”. El diplomático exigió que se obligue al Estado de Israel a cumplir con las resoluciones internacionales y poner fin a la ocupación del territorio palestino. Samhan recordó que transcurre ya el día 33 de la huelga de hambre de los 7.000 presos palestinos en cárceles sionistas en reclamo de mejoras en sus condiciones de vida, que se levante la prohibición de visitas y el aislamiento al que están sometidos y que se libere a los 300 niños que mantienen cautivos.
Dabke, una danza folclórica que forma parte de la identidad cultural árabe, fue interpretada para finalizarla jornada por jóvenes palestinos que se encuentran estudiando en Cuba, que a pesar de la distancia que los separa de su tierra, mantienen ese amor inigualable que es el amor a la Patria que les pertenece.
Al-Nakba, como dijera Fernando González, “año a año les recuerda lo que significa vivir bajo el asedio permanente, la expulsión, la limpieza étnica, la construcción de asentamientos ilegales y la privación del derecho a la libertad”; pero que también nos recuerda la enorme resistencia del pueblo palestino.
