A Fidel lo despedimos en la calle (gritando contra el bloqueo, afirmando que Guantánamo es un territorio robado a Cuba...), para que el silencio, el luto y la lluvia no se apropiaran de un adiós que, como su propia vida, se estaba escribiendo con las letras mayúsculas de la Historia.
Desde la altiva sencillez del Memorial Granma, Fidel estuvo con la clase obrera, el 1 de mayo; en el ESPAL y con Girón, en abril; en la lucha por la Constituyente en Venezuela; en los 100 años de la Revolución rusa y en los 50 del asesinato del Che (1).
Nada en pasado, todo en presente.
Fidel estuvo en el relato estremecedor de Chernóbil, en la llamada a recordar a Sankara, en una sala de cine, en los muros y en los parques; Fidel estuvo en artículos, en crónicas, y hasta en la foto que Domingo Valencia ya tiene en su casa (https://www.facebook.com/permalink.php?story_fbid=851571248358657&id=100005173695647&pnref=story).
Fidel referente. Fidel, siempre comandante. Fidel estuvo hasta en un silbo gomero.
Patria o muerte. Socialismo o barbarie. VENCEREMOS.