Colectivo 26 de Julio.- El movimiento de solidaridad con la Revolución cubana de Madrid realizó el sábado 26 un acto lúdico-político para celebrar 60 años de Revolución y 166 del natalicio de Jose Martí.

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Tras cantar el himno de Cuba, se realizó una ofrenda floral a Jose Martí en el atrio de la Embajada.

Después se continuó el acto con los cantautores Orlis Pineda, Juanjo Anaya con José, y José María Alfaya, que tambien actuó como maestro de ceremonias.

Intervino el embajador Gustavo Machíin, un representante de FACRE (Federación de Cubanas y Cubanos en España) y una del Movimiento de Solidaridad con la Revolución cubana de Madrid, que leyó el siguiente manifiesto.

Equipo de Cubainformación: José Luis García de Mingo, Luisa Cuevas Raposo, Javier García Proenza.

Este año conmemoramos el 60 aniversario de Revolución cubana

Conmemoramos un hito histórico que cambió el mundo y cuya huella persiste y marca el rumbo de las vidas de las personas revolucionarias en cualquier punto del planeta.

Estamos ante el homenaje a todo un pueblo, a sus trabajadores y trabajadoras, a sus pensadores y líderes políticos y sociales, héroes todos de la patria cubana.

Celebramos los logros alcanzados en todos los órdenes de la vida: materiales, culturales, ideológicos y políticos; y sobre todo, celebramos la esperanza de un hombre nuevo capaz de vencer lo imposible, de derrotar al imperialismo, de lograr la unidad revolucionaria, de ser verdaderamente internacionalista y de construir el socialismo.

En este tiempo asistimos al declinar de la hegemonía de Estados Unidos, retrocede en el dominio productivo y financiero, hay resistencias que no consigue doblegar. Su inmenso poder miliar se ve frenado cuando se enfrenta a enemigos equivalentes. Estados Unidos es víctima de sus propias contradicciones y el surgimiento de un bloque euroasiático fuera de su control está poniendo fin a su hegemonía.

Sin embargo, este tiempo también está marcado por un firme dominio ideológico que no está en crisis y que en este momento es un arma decisiva de su estrategia de dominación.

Este dominio ha permitido que conceptos y palabras esenciales hayan desaparecido del lenguaje o se hayan convertido en instrumentos de alienación y sometimiento. Palabras como soberanía, antiimperialismo, internacionalismo, socialismo, justicia social, democracia…. Son términos claves para entender el mundo en que vivimos y hacia dónde vamos. Son elementos claves de nuestras vidas y la Revolución cubana desde su inicio en el Moncada en 1953 los ha llenado de sentido y de realidad.

Si hablamos de soberanía la Revolución cubana nos enseña qué significa ser dueños de nuestras vidas, de nuestra historia, de nuestra cultura y de nuestros recursos, de la forma de organizarnos, de nuestros valores y conceptos de la vida, y de hacer de forma libre nuestros planes para construir el futuro.

Si nos referimos al antiimperialismo, la Revolución nos enseña que es la lucha contra la dominación del imperio, una lucha que hay que estar dispuesto a afrontar sea cual sea su precio.

Si decimos internacionalismo, la historia de la Revolución cubana nos enseña que las condiciones de cada pueblo, de cada persona en cualquier lugar del mundo nos atañe y estamos obligados, y hemos de decidirnos a luchar en su defensa con el riesgo y el por el tiempo que sea necesario. Decía Martí: patria es humanidad.

Si decimos socialismo, la revolución nos enseña que hablamos de justicia social, de personas libres e iguales, de respeto a las diferencias y a la naturaleza, del fin de la explotación del hombre por el hombre, es decir, de todo lo necesario para hacer posible el fin del imperialismo y del capitalismo.

Conmemoremos el 60 aniversario de la revolución cubana luchando por recuperar el sentido pleno de palabras como antiimperialismo, internacionalismo y socialismo.

¡Viva la Revolución cubana!

¡Patria o muerte, venceremos!

Intervención

El quebranto social, político e ideológico del neoliberalismo y la expansión imperial de las últimas décadas ha multiplicado a los enemigos de los revolucionarios.

Es un tiempo de resistencias en el que debemos valorar la importancia que tiene tener enemigos para valorarnos a nosotros mismos. Así lo expresó José Martí:

Dicen que triste cosa es no tener amigos

Pero más triste es no tener enemigos

Porque quien enemigos no tenga

Es señal de que no tiene

Ni talento que haga sombra

Ni bienes que se le codicien

Ni carácter que impresione

Ni valor temido

Ni honra de la que se murmure

Ni ninguna cosa buena que se le envidie.