4 de agosto de 2018, acto del Memorial Thomas Sankara

El artículo "Les Enfants de Sankara" fue publicado por primera vez, en català, en La Directa; posteriormente en francés, en Mutations (Burkina Faso). La entrevista íntegra a Nebon Babou Bassono es publicada, por primera vez, aquí, en Cubainformación.


Les Enfants de Sankara

Àlex Meyer Verdejo

@alex_sankaraSBD

Durante la Revolución de Agostoen Burkina Faso (1983-87), 600 estudiantes de entre 11 y 14 añosse desplazaron a Cuba para recibir formación en diversos ámbitos.

La VIIª Cumbre de Países No-Alineados se celebró en New Delhi entre el 7 y el 12 de marzo de 1983. El joven capitán Thomas Sankara asistió en calidad de Primer Ministro del Alto Volta, y allí se encontró con Fidel Castro por primera vez. “Con esta primera conversación entendí que Fidel tiene una gran humanidad, una intuición muy aguda y que era muy consciente de la importancia de nuestra lucha y de los problemas de nuestro país. Nos hemos vuelto muy buenos amigos.” [1] Meses más tarde, el 4 de agosto de 1983, se produjo el alzamiento que haría presidente a Thomas Sankara.

La llegada del gobierno revolucionario removió los cimientos del Estado neocolonial del Alto Volta: cambio de nombre a Burkina Faso (combinando diula y mooré), nacionalizaciones, reforma agraria, mejora en los servicios públicos, participación directa a través de los Comités de Defensa de la Revolución [2], promoción de los productos locales, apertura de los cargos de gran responsabilidad a mujeres, etc. El nivel de alfabetización rondaba en ese momento el 4%, y se multiplicó entre tres y cuatro veces en 4 años. Para Thomas Sankara la educación era fundamental para la lucha del pueblo burkinés: “La escuela debe enseñar a leer, a escribir, pero sobre todo a contar. No a contar con los dedos de forma soñadora, sino a contar con sus propias fuerzas.” [3]

En este sentido, la Revolución Cubana es conocida también por dar esta importancia vital al sistema educativo. En su discurso en el Tercer Congreso Nacional de Consejos Municipales de Educación (1962), Fidel Castro aseguraba que “se ha creado un espíritu de superación colectiva extraordinario, un verdadero interés por el estudio. Los cubanos podemos decir con orgullo que en el campo de la educación estamos a la cabeza de América.” Al mismo tiempo, la gran apuesta cubana por el llamado “internacionalismo proletario” ha hecho que a lo largo de las décadas se hayan establecido vínculos con numerosos procesos revolucionarios de todo el mundo.

A pesar del contexto de bloqueo y los intentos de desestabilización de la revolución, Cuba colaboró con unos cincuenta países africanos. [4] Tuvo un papel activo en la lucha contra el Apartheid sudafricano, apoyó diversos procesos de liberación de antiguas colonia y procesos revolucionarios de nuevos estados independientes. En diciembre de 1983, Cuba y Burkina Faso acordaron crear una comisión mixta de cooperación. En julio de 1984 firmaron un acuerdo con implicaciones en la industria, la agricultura, el transporte, la sanidad y la educación. En octubre de 1985 se ofrecieron 600 plazas en la Isla de la Juventud, en Cuba, para alumnos de secundaria. En marzo de 1986 el presidente burkinés envió una carta a Fidel Castro asegurando su “constante disponibilidad para seguir reforzando nuestras relaciones en todos los ámbitos con el objetiva de fortalecer nuestras revoluciones.” [5]

Nebon Babou Bassono, que vive en Barcelona desde hace 11 años, explica que él es “uno de estos 600 estudiantes que fueron a Cuba en el 86.” Las 600 plazas se repartieron entre adolescentes de entre 11 y 14 años de las 45 provincias que entonces formaban Burkina Faso. Podían optar a ellas jóvenes húerfanas (de uno o ambos progenitores) o en situación de precariedad). Había un mínimo reservado para chichas, que fueron 135 del total de 600.

El gobierno cubano y el gobierno burkinés habían acordado una serie de estudios, la mayoría enfocados a un área profesional concreta. Unas cincuenta jóvenes pudieron optar a estudios dirigidos a una posterior formación universitaria. Bassono narra que “era un momento de euforia revolucionaria. Para mí, ser escogido para ir a otro país con la misma ideología significaba mucho. Entonces en Burkina se respiraba un aire de ruptura, de emancipación del pueblo respecto a la metrópoli. Y Cuba era una esperanza. Siempre estaré muy agradecido por haber podido estudiar allí.”

Solamente un año después, Thomas Sankara fue asesinado. Blaise Compaoré empezó a presidir un gobierno que duraría hasta el 2014 y que restablecería los vínculos neocoloniales. “Vino el embajador de Cuba en Burkina Faso y nos puso al día. Escuchábamos en la radio lo que había pasado. La incógnita era… ¿Y ahora qué?” Más tarde, una delegación del nuevo gobierno burkinés viajó a Cuba para informar que no cambiaría nada. No obstante, se eliminó todo el espectro de formación militar e ideológica. “Cuándo oímos la noticia del asesinato nos desmoronamos. Hicimos una petición al gobierno de Cuba para que nos formaran militarmente. ¿Qué pretendíamos con eso? Los que estábamos allí sabemos lo que pretendíamos… Pero el gobierno cubano no estuvo de acuerdo.”

A pesar de la muerte del contexto político que los había llevado a Cuba, los Niños de Sankara continuaron sus estudios. “Hice más redes en 4 años en esa isla que aquí en Barcelona durante 11 años. Me sentía un cubano más. No era un trato de «yo soy africano y migrante, estoy en un país europeo y tengo que tratar con europeos.»” Hasta el 1978, la Isla de la Juventud se había llamado Isla de los Pinos, pero la Asamblea Nacional del Poder Popular la rebautizó en memoria de miles de jóvenes estudiantes que colaboraron en su reconstrucción después del huracán Alma el año 1966. Cuando las estudiantes de Burkina Faso estuvieron en la isla, ésta era un potente foco de formación revolucionaria internacionalista. “Angola, Zimbabwe, Sudáfrica, Congo, Nicaragua, Corea… Allá éramos camaradas: la gente pobre del mundo luchando contra el imperialismo.”

“Acabada la secundaria, escogías una especialización e ibas a la Gran Isla. A mi me tocó Santiago de Cuba. Hacía Industriales.” Entre 1992 y 1994 el grueso de estudiantes volvió a Burkina Faso. El grupo que realizó estudios universitarios regresó una década más tarde, y algunas personas se quedaron en Cuba. El retorno no fue nada fácil: se habían ido siendo muy jóvenes, y muchas hablaban mejor castellano que francés. Y tenían el estigma de ser «comunistas» en un contexto contra-revolucionario. “En el momento irte eras la esperanza de la familia… Y vuelves y eres un pringado al que miran de reojo. Hay algunos casos extremos de persones que se han suicidado.”

Muchas tuvieron graves problemas para encontrar trabajo. [6] La principal excepción eran aquellas que habían estudiado medicina. La necesidad de esta especialidad era tan apremiante que pasaba por encima del estigma. “En una fábrica a la que fui a buscar trabajo, cuando vieron en mi diploma «Cuba. Patria o muerte: venceremos» se quedaron mirando el papel con cara de «Bua, nos la va a liar.» Fueron momentos duros: sentirme una persona non-grata en mi propio país. Pero toda la gente a la que llaman «los cubanos» seguimos en contacto: nos apoyamos mutuamente y nos organizamos para exigir nuestros derechos.”

“Cuando Thomas Sankara vino a Cuba a visitarnos, nos dijo que para él éramos «el relevo de la revolución». Entonces claro, nosotros íbamos mucho de «somos el relevo de la revolución». Pero pasó un año y lo asesinaron.” Sucedió el 15 de octubre de 1987, y su figura fue enterrada en gran medida durante los 27 años del gobierno de Blaise Compaoré. Una etapa que acabó de forma abrupta con las movilizaciones populares de finales de octubre de 2014. El pasado 4 de agosto se realizaba en Ouagadougou un acto de presentación del Memorial Thomas Sankara. Un hombre intervino con entusiasmo hablando de la Revolución de Agosto. En su camiseta ponía: “Thomas Sankara, tus niños formados en Cuba no te olvidaran nunca.”

[1] Bruno Jaffré. https://blogs.mediapart.fr/bruno-jaffre/blog/051216/fidel-castro-thomas-sankara-cuba-burkina-des-liens-encore-meconnus

[2] Àlex Meyer. https://directa.cat/de-cuba-a-burkina-faso-els-comites-de-defensa-de-la-revolucio/

[3] Bruno Jaffré. http://www.thomassankara.net/appel-de-gaoua-sur-la-qualite-de-lenseignement-au-burkina-faso-17-octobre-1986/

[4] Hedelberto López. Cuba, pequeño gigante contra el Apartheid.

[5] Carta extraída del Archivo Nacional de Burkina Faso.

[6] BassératouKindo. www.thomassankara.net/cadres-burkinabe-formes-a-cuba-des-morts-des-suicides-des-sans-emplois-depuis-1992/

Sankara fue a la Isla de la Juventud a visitar a las y los estudiantes de Burkina Faso.


Entrevista a Nebon Babou Bassono

Realizada por Àlex Meyer Verdejo el 10/08/19 en Barcelona

Àlex: ¿Te podrías presentar un poco? ¿Y explicarnos en que luchas estas implicado?

Babou: Me llamo Nebon Babou Bassono. Todo el mundo me llama Babou. Soy de Burkina Faso, presidente de l'Asociación de Burkineses de Barcelona, delegado de la diáspora de Burkina Faso aquí en España. Y además estoy muy involucrado en un proyecto que se llama Casa Àfrica en el que hay un colectivo de activistas (Emergencia Frontera Sur) que básicamente lo que hacemos es ayudar a los hermanos que llegan por la Frontera Sur.

À: Durante la Revolución de Agosto, Cuba acogió 600 estudiantes para formarlos allá. ¿Podrías exponer los detalles que conozcas sobre este hecho?

B: Yo soy uno de estos 600 niños que fueron a Cuba el año 86 bajo el régimen revolucionario de Thomas Sankara. Para hacer un resumen, éramos un grupo de 600 chavales, con la primaria recién acabada. Fuimos en 4 bloques, a partir de setiempre del 86. También te digo que no era el primer contingente. Había habido otros. Pero eran universitarios. Estaban en La Habana. Nosotros éramos jóvenes de entre 11 y 16 años, aunque la mayoría tenía 12. El principial criterio era que fuesen húerfanos de uno o los dos padres. Hay que tener en cuenta la situación nacional. En ese momento había más provincias. Las 45 estaban representadas. En mi caso, en mi provincia, Sanguié, se pasó la información a través del maestro. Los voluntarios que salieron en mi provincia eran más de 45, que era el cupo. Entonces pasamos una especie de prueba. Un test. Yo fui de los que tuvo suerte.

À: ¿Eran niños y niñas?

B: De los 600... Eso también era la visión feminista de Sankara. O del gobierno de entonces. Había 135, si bien recuerdo. Cada provincia tenia también un cupo de chicas. Un cupo explícito.

À: Eráis muy jóvenes. ¿Cómo vivisteis esta experiencia?

B: Personalmente fue un subidón. Yo no sabía nada de Cuba, realmente. Pero era un subidón porque era un momento de euforia revolucionaria alrededor de la figura de Thomas Sankara. Y para mi ser escogido para ir a otro país de la misma ideología revolucionaria significaba mucho. Con la edad que teníamos éramos de los que se llamaban "pioneros". Para mi era una oportunidad, porque yo soy huérfano. Poder viajar a América, aventurarme en el mundo. Y sobretodo, aprender de una revolución que tenía mucha experiencia. Y sobretodo bajo Thomas Sankara. Entonces en Burkina se respiraba un aire de cambio, un aire de ruptura, de emancipación del pueblo respecto a la metrópoli. Y Cuba era una esperanza. Un cambio. Una cosa nueva. Un proceso revolucionario del que aprender. Mi familia estaba muy contenta cuando fui escogido. Como huérfano seguramente hubiera tenido pocas opciones para salir adelante en Burkina. Volvería con muchos estudios. Siempre estaré muy agradecido por haber podido ir a estudiar a Cuba.

À: ¿Cuánto tiempo estaba previsto que estuvierais en Cuba?

B: Este convenio se firma cuando estaba Sankara vivo. Duró un año más o menos. Y luego vino el otro gobierno y creo que hubo modificaciones. La información que tenemos nosotros era que el contingente buscaba perfiles de formación profesional. De los 600 la gran mayoría optamos por formación profesional, pero un grupito de 50 y algo fueron a la universidad. Eso con el aval del gobierno de la Rectificación, del gobierno de Blaise Compaoré. No fue sólo cosa de la educación cubana, sinó que propusieron una serie de carreras al gobierno de Burkina, y a partir de allí se hizo una elección de las que le vendría bien a un país como Burkina. Y a partir de allí escogíamos. Cada carrera estaba definida por un porcentaje de nota. Yo estudié industriales.

À: ¿Me puedes detallar más lo que sucedió después del asesinato de Thomas Sankara? ¿Cómo lo vivisteis vosotros?

B: Será muy complicado saber que pasó exactamente después del asesinato de Thomas Sankara. Yo estaba allí, y lo que vimos es que había una especie de revuelta. No entendíamos muy bien lo que estaba pasando. Vino el embajador de Cuba en Burkina Faso, y nos puso al día. Pero la incógnita era... ¿Y ahora qué? También recuerdo que después vino una delegación del nuevo gobierno con la intención de calmarnos. El mensaje que nos transmitieron era que desgraciadamente había pasado algo no muy bonito, pero que la idea era una simple rectificación y que el proceso revolucionario seguía. Seguir con el mismo ideal revolucionario rectificando algunas cosas. I nos dijeron que no había ningún peligro para el convenio con Cuba. Nos quedamos un poco más tranquilos, pero no creíamos tampoco que pudiera ser tan bonito.

À: ¿Cuál crees que era la intención de Cuba extendiendo tanto sus redes de cooperación?

B: Me doy cuenta que Fidel Castro ya había visto a Thomas Sankara en diversas ocasiones. En Addis Abeba, en la Cumbre de los No-Alineados. Y también en Nueva York. Para mí, Fidel había visto en Sankara a un joven dinàmico, con ideas revolucionarias. Creía en él. Yo no sabré definir la intención de Cuba, pero sí recuerdo... Todos los que estábamos de becarios en Cuba estábamos en una isla muy pequeña, que se llama Isla de la Juventud, y allí estaba el mundo mundial. Había todos aquellos países que estaban metidos en la dinámica revolucionaria. Tirando al comunismo. Estaba Angola, Mozambique, Zimbabwe, Sudáfrica, Congo... Estaba todo el mundo mundial. La palabra que se usaba mucho era "internacionalismo proletario". Creo que esta era la dinámica de Cuba, trabajar con otros países que avanzaran en la misma dirección. Hacer alianzas e internacionalizar el proceso revolucionario.

À: Cómo te sentiste en Cuba?

B: En total estuve allá durante 7 años. Para mi, francamente, fueron momentos muy bonitos. Yo fui con 12 años. Estudiar otro idioma, ver el mar por primera vez... Yo me lo pasé bomba. Estudiando, que me gusta, y después familiarizarme con la gente. Hay que entender que nosotros estábamos en una ESBEEC (Escuela Secundária Básica En El Campo), pero los fines de semana... Nosotros habíamos hecho redes con la gente. Redes de verdad. Hice más redes en 4 años en esa isla que aquí en Barcelona durante 11 años. El cubano es una persona humilde, que acepta su condición revolucionaria, que tiene dificultades y que lo pasará mal. Y los becarios... No sólo era Burkina, ¡había mogollón! Incluso Nicaragua o Corea. Eran persones que vienen aquí, aceptan como somos, y hay fraternidad. Yo me sentí muy a gusto. Después de la isla fui a Santiago de Cuba y pasé 3 años. Y siempre ha sido la misma sensación. Gente próxima, sobre todo próxima. Gente normal, que no van de... No. Gente normal. Yo me sentía un cubano más. No es un trato de "yo soy africano y migrante" y estoy en un país europeo y tengo que tratar con europeos. Allá éramos camaradas con una visión revolucionaria que nos acercaba. La gente pobre del mundo luchando contra el capitalismo, contra el imperialismo, contra la filosofía yanqui. Seas negro, coreano o nicaragüense, eso nos acercaba. Teníamos principios de lucha casi comunes.

À: ¿Y después de la Isla de la Juventud?

B: Acabada la secundaria, escogías formación profesional o universidad e ibas ya a la Gran Isla. A mi me tocó Santiago de Cuba. Hacía industriales. Montaje y reparación de máquinas y herramientas. Y allí pasé 3 años. Teóricamente eran 4 años. Con el asesinato de Sankara y el cambio de gobierno, yo entiendo que había prisa para que volviéramos. Hay rumores de que hubo un intento de repatriarnos a todos. Y no lo puedo confirmar, pero parece que el gobierno cubano dijo que era demasiado tarde. Nos salvó Cuba, al final, parece ser, jaja. De lo que sí hay evidencias palpables es de que cuando mataron a Sankara, nos dejaron de dar las asignaturas de formación militar y formación ideológica. Las quitaron. Y esto habla por si solo. Tampoco era una carrera militar. Era formación básica. Cómo desmontar un kalashnikov, una granada, cosas básicas... Y luego nos dimos cuenta que en lugar de 4 años de FP serían 3. También hay cosas que sólo sabemos los 600 que estábamos allí. No se suele decir. O no se ha dicho antes. Porque éramos conscientes que teníamos que volver con un Blaise Compaoré allí. Y que tendríamos que buscar trabajo. Pero yo creo que después de tantos años se puede decir. Nosotros cuando oímos la noticia de que habían matado a Sankara, nos quedamos a cuadros. Nos desmoronamos. Una de las cosas que hicimos fue hacer una petición al gobierno de Cuba informando que nuestra intención era formarnos militarmente. Darle un giro al contingente. Hacer una carrera militar y ya está. ¿Que pretendíamos con esto? Los que estabámos allí sabíamos que pretendíamos con esto. Esta era la primera intención. Teníamos un anfiteatro enorme. Nos reunimos todos ahí, de urgencia. Y estuvimos un buen rato hablando del tema. Y esa fue la decisión final. La cosa no salió muy bien porque el gobierno cubano entendía que esto era injerencia en asuntos internos de Burkina. En ese momento estaba la Ghana de Rawlings, bueno, pensábamos que en lugar de volver a Burkina, podíamos volver a otro país e intentar alguna acción. Pero la respuesta fue negativa y lo dejamos. Estuvimos unas buenas semanas sin ir a clase. Ibamos a trabajar al campo, pero no íbamos a los estudios. Para manifestar el malestar. No se si fue una tontería, pero todo esto fue grabado y filmado. Porque cuando vino Sankara a vernos, en la isla, le habíamos pedido -a parte de comida de Burkina- le habíamos pedido una grabadora, unas cámaras... Y nos trajo una grabadora de la hostia y unas cámaras para hacer vídeos. Y entonces teníamos un pequeño equipo para hacer vídeos. De repente hacíamos vídeos nosotros... Kung Fu, Jackie Chan... Cosas amateur. Y luego nos poníamos en el anfiteatro y los mirábamos. Nos partíamos el culo. Y la reunión fue grabada también. Pero que pasa... Eso ha desaparecido. Y yo pienso que llegó a manos del nuevo gobierno. Había unos cuantos profesores burkineses con nosotros. Y lo primero que hicieron cuando asesinaron a Sankara fue fulminar a los antiguos profesores y pusieron unos de los suyos. Por lo que creo que este material acabó llegando al nuevo gobierno a través de los nuevos profesores. Si esto fue así entiendo que al volver las cosas no fueran fáciles.

À: ¿Cómo fue la vuelta? ¿La mayoría volvió a Burkina Faso?

B: Casi todos. Yo volví en el 92. En el 93 volvieron otros. Había estudios de 3-4-5 años. En el 94 siguieron volviendo. El último grupo fue el de los universitarios, que volvieron el 2003 o así. Hemos vuelto casi todos. A mí me consta que hay 2 o 3 que se quedaron por ahí. Al volver, los que tenían estudios de sanidad lo tuvieron fácil y fueron acogidos inmediatamente por el Ministerio de Sanidad. Teóricamente tenía que ser así con todos los ministerios, que tenían que dar empleo en los diversos ámbitos. En sanidad sí fue así por la clara necesidad de personas con formación, pero por ejemplo el de Minas y tal, que era el nuestro, pasó olímpicamente. Montamos huelgas en Burkina. Y vimos un día al actual presidente Roch, nos miraba y se partía el culo. Porque hicimos un sit-in en la Asamblea. Me acuerdo que fuimos al ministerio y salía el ministro diciendo: "¿Sabéis lo que a mí me ha hecho Sankara?" Claro, había ministros que durante la revolución eran lo que eran, escoria y gente que se quería aprovechar del Estado, cosas de estas. Y lo pasaron mal, o se sintieron señalados durante la época revolucionaria. Y esta peña a nosotros no nos quería ver ni en pintura. "Les enfants de Sankara... Los niños de Cuba..." Ya teníamos la etiqueta. De que éramos rojos... Yo personalmente a una fábrica que fui a buscar trabajo, cuando vieron mi diploma: "Cuba. Patria o muerte: venceremos." Se quedaron mirando el papel con cara de "BUA. Nos la va a liar." Fueron momentos duros para mi. Sentirme persona non-grata en mi país. Ha sido muy complicado. Pasas 7 años allá. Vuelves. Otro idioma. Me fui con 12 años. Hablaba mejor castellano que francés. Y al irte eras la esperanza de la familia... Y vuelves y eres un pringado al que miran de reojo... Ha sido muy duro. Hay incluso casos extremos de gente que se ha suicidado. Gente que lo ha pasado muy mal. De los 600 faltamos más de 40, que han muerto así por tristeza. Las cifras no las tengo, pero yo calculo que de los 600, la mitad son funcionarios y el resto... a espabilarse. A buscarse la vida. Nosotros seguimos en contacto. Toda la gente a la que llaman "los cubanos" seguimos en contacto. Algunos más activos que otros, pero estamos en contacto, hay una asociación. Se intenta pelear por algunas cosas. Porque es una responsabilidad del gobierno. Intentamos solidarizarnos entre nosotros, darnos apoyo. Hacemos una fiesta, vienen. Tenemos mucha relación con la embajada de Cuba. Celebramos en 26 de julio...

À: Es triste, os fuisteis con toda la motivación de la euforia revolucionaria y volvistéis con Compaoré en medio de un período contrarevolucionario.

B: Cuando Sankara vino a Cuba a visitarnos nos dijo que para él éramos el relevo de la revolución. Que volveríamos y seríamos el relevo. Entonces claro... Nosotros ya íbamos muy... "Somos el relevo de la revolución." Y claro... Pasa un año y lo asesinan... ¿Y ahora qué? Ni relevo ni hostias. Además, un país como Burkina, muy pobre... Yo no veo otra salida que contar con nuestras propias fuerzas. A Sankara se le pueden criticar cosas, pero su manera de hacer entender al burkinabè que sólo él es dueño de su destino, esto a mi me parece maravilloso. Ya vemos que después de tantos años contar con las ayudas externas de poco ha servido.

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