Bertha Mojena Milian - CubaSí.- Andorra no es su primera misión. Antes estuvo en Bolivia, después en Venezuela y nuevamente en Bolivia, donde lo atrapó el Golpe de Estado y allí vivió, junto a sus compañeros de la Misión Médica Cubana, una de las experiencias más retadoras y difíciles de su vida, hasta el regreso a la Patria.

Lo que nunca imaginó el doctor Edelsy Delgado Díaz, especialista en Cuidados Intensivos del hospital Gustavo Adolfo Aldereguía Lima, de Cienfuegos, es que en abril de este año sería llamado a integrar la brigada cubana que combatiría la Covid-19 en el pequeño estado de Andorra, y a pesar de las pocas semanas que lleva allí, ya la califica como una de las vivencias más conmovedoras en sus casi 45 años. 

Al contactarlo vía WhatsApp, sus primeras palabras fueron, sin titubear, para el pueblo de Cuba: «Antes que nada, enviar un caluroso saludo a todo nuestro pueblo, a sus dirigentes, y felicitar por los resultados que se van obteniendo en el combate a esta pandemia: la Covid-19. Un saludo para todas nuestras familias, que sin ellas y su apoyo la misión fuera mucho más difícil, así como hacer extensivo el saludo a mis compañeros de trabajo en el hospital de Cienfuegos».  

Luego me ratifica con beneplácito que los colaboradores de la Brigada en Andorra todos gozan de un excelente estado de salud, ninguno está enfermo, tienen una alta percepción del riesgo, cumplen con todas las medidas de seguridad que en los diferentes frentes amerita y que son supervisadas, además, por la dirección de la brigada y del hospital donde laboran. 

Qué ha significado esta experiencia en su vida profesional y como ser humano, y cómo valora la acogida que ha tenido la labor que allí realizan?

 “Hemos tenido una acogida por parte del personal en Andorra que supera en creces nuestras expectativas si tenemos en cuenta que es nuestra primera experiencia en un país del primer mundo y en cuanto entran en contacto, en el radio de acción, con una brigada médica cubana se dan cuenta Cuba no es lo que dicen los medios en el mundo. Es una experiencia única la tarea que se nos ha asignado y estamos luchando por estar a la altura de Cuba y a la altura de la Revolución”.

—Y en el hospital, ¿cómo es el trabajo?

—En el hospital hemos tenido una excelente acogida por los trabajadores. En mi caso en particular, por los medios del servicio de Terapia Intensiva, donde valoran nuestra preparación en la especialidad, así como la manera en que nosotros enfocamos cada problema de salud en el paciente crítico. Por otro lado, es un hospital de muy alta tecnología —tecnología de punta que funciona a través de sistemas informáticos—, en el que se necesita tener un poquito más de conocimientos básicos en relación a estos sistemas, y nosotros nos hemos encargado de entrenarnos todos los días en este sentido.

«Aquí el personal de salud, su nivel de preparación es elevado, y eso te obliga a esforzarte cada día para poner el nombre de Cuba bien alto, y en el plano personal y en nuestro servicio eso se va cumpliendo y ellos están contentos con nuestro trabajo.

«Con relación a los protocolos, nos regimos por los del hospital, nos adherimos a ellos de manera muy precisa, son protocolos dinámicos que van cambiando en la misma medida en que la evidencia científica, que es muy dinámica, nos vaya aportando, y todos participamos, todos damos opiniones y realmente, tanto el personal de Andorra como el personal cubano es uno solo».

—¿Un mensaje final?

—Estamos muy contentos, y ellos también, en compartir esta experiencia entre los dos países, y felices por todas las muestras de apoyo y solidaridad que hemos recibido desde Cuba y desde muchísimas partes del mundo. 

«Expresar mi eterno agradecimiento a la dirección de nuestro país, a todos nuestros dirigentes, a todos nuestros médicos y a todas las enfermeras por la hermosa labor de combatir esta pandemia».