Alberto Mas, corresponsal de Cubainformación en Buenos Aires.- Frente a la Embajada de Cuba en Argentina, un nutrido grupo de militantes de la solidaridad con Cuba se congregaron para homenajear a Fidel Castro y a Diego Maradona.
A pesar de la pandemia, unos trescientos militantes del Movimiento Argentino de Solidaridad con Cuba, donde se destacaban las Casas de Amistad de Buenos Aires, Zona Norte, La Matanza, Lanús y Quilmes y los espacios como los de Avellaneda, Moreno y la agrupación Navegando con el Che, con la participación de organizaciones sindicales, entre las que se destacaron el Sindicato del Cuero, la Asociación de Trabajadores del Estado, la Central de Trabajadores Argentinos Autónoma, el sindicato Argentino de Televisión, ATILRA (de los trabajadores lácteos) y la Asociación de Taxistas de Capital, movimientos agrupados en la Federación Nacional Territorial y el Comedor Todos x Ellos, además de organizaciones políticas como el Partido Comunista, la Unidad Básica Barrio Marítimo y la Corriente Peronista 13 de Abril, se dieron cita frente a la Embajada de Cuba en Buenos Aires.
Llevaron a cabo un sentido homenaje por Fidel Castro, corolario de una serie de actividades públicas, algunas virtuales y otras presenciales en su honor, al mismo tiempo que despedían a un gran amigo de Cuba y de Fidel, a Diego Armando Maradona.
El amor que sintiera Diego Maradona por Fidel fue expresado en un sinnúmero de oportunidades, “Fidel era mi segundo padre”, afirmó Pelusa hace unos años, agregando que “Fidel me aconsejó, me abrió las puertas de Cuba cuando en Argentina había clínicas que me las cerraban”
Un afecto compartido que el 10 se ganó, por no claudicar nunca ante el poder, por estar siempre al lado del trabajador y el humilde, a pesar de tener todo, nunca renegó ni se olvidó de sus orígenes y quedó admirado de que en Cuba, a pesar del genocida bloqueo que le imponen los Estados Unidos, desde el triunfo de la Revolución, ningún niño pasa hambre o está descalzo, como el sufrió en su niñez en Fiorito, el barrio profundo del Gran Buenos Aires donde se crio.
Diego levantó la causa de Nuestra América desde su lugar de deportista, políticamente incorrecto, abrazándose con Chávez, Evo, Lula, Nestor y Cristina Kirchner, apoyando a Maduro en el peor momento de los ataques que Venezuela sufría del Departamento de Estado norteamericano, y con Fidel.
La multitud que se congregó frente a la Embajada de Cuba era mayoritariamente joven, una muestra más de que la solidaridad y el ejemplo de la Revolución Cubana, tienen continuidad, no solo en Cuba, si no que en nuestro país también, que el pensamiento de Fidel, está más vigente que nunca.
Fidel siempre será la estrella y Cuba el faro que iluminen el camino de la dignidad, la justicia, la independencia y la soberanía de Nuestra América.
Los presentes resumieron en una consigna los lazos que unen nuestros pueblos y la solidaridad concreta, y el hecho que Fidel y Diego pasaran a la inmortalidad un 25 de noviembre, coreando repetidamente “Con Cuba y con Diego, abajo el bloqueo”.