El embajador de Noruega en Colombia, John Petter Opdahl, precisa papel de Cuba ante los incidentes ocurridos la semana pasada. Foto: El Espectador.
Noruega, junto a Cuba, ha oficiado como garante del Acuerdo Final firmado con las Farc y en los diálogos que ha adelantado el Estado colombiano con el Eln en Ecuador y en la isla
Nuria Barbosa León - Granma
«Mis colegas garantes cubanos hicieron lo correcto», afirmó el embajador de Noruega en Colombia, John Petter Opdahl, en una entrevista publicada por el diario El Espectador, en referencia a la información entregada por Cuba a Colombia acerca de un supuesto ataque militar por parte del Frente de Guerra Oriental del Ejército de Liberación Nacional (ELN) en Bogotá.
El diplomático noruego tiene conocimiento de los diálogos de paz acontecidos en La Habana antes del 5 de abril de 2016, ya que su país también acompañó como garante en ese proceso. En sus palabras apoyó a su homólogo cubano José Luis Ponce al afirmar que si una sede diplomática recibe alertas acerca de un posible acto terrorista, su deber es poner al tanto a las autoridades para que hagan las investigaciones correspondientes.
También cuestionó la forma en que el Gobierno colombiano procedió con el caso al entregar la información con rapidez a la prensa, lo cual sirvió para atacar a Cuba «bajo supuestos mendaces, con la hostilidad y el enfoque habituales que solo tienden a alimentar las diferencias entre ambos gobiernos y a dañar la participación de actores internacionales en el proceso de paz».
«Es importante recordar que Cuba, en su momento, aceptó la responsabilidad de ser el anfitrión de las negociaciones por petición del Estado colombiano y que se firmaron unos protocolos para garantizar la seguridad de las delegaciones. Cuba ha sido muy clara en que hay que honrar los protocolos firmados con las partes. Noruega, al igual que otros países, comparte plenamente esa posición, que está basada en el Derecho Internacional», indicó John Petter Opdahl.
Acerca de lo logrado después de la firma del Acuerdo, Opdahl comenta que «Colombia hoy es un país muy diferente del que era durante el conflicto armado. Los guerrilleros han dejado las armas y las antiguas Farc (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) son un partido político. Instituciones nuevas como la Comisión de la Verdad, la JEP (Jurisdicción Especial para la Paz) y la Unidad de Búsqueda están desarrollando un trabajo muy importante. El apoyo internacional universal a la implementación integral de los acuerdos es contundente. Estoy convencido de que el proceso es irreversible, como también lo ha dicho el alto consejero, Emilio Archila. Falta mucho por implementar todavía. Lo cierto es que el proceso de paz ofrece muchas oportunidades a Colombia».
Sobre lo que aún falta indicó que debe mejorar la seguridad ciudadana y garantizar la vida de excombatientes y líderes sociales, además de lograr transformaciones en los territorios y avanzar con las reformas políticas. También el hecho de que la gran mayoría de los excombatientes, más del 90 %, sigan en el proceso de reincorporación.
«Colombia tiene mucha suerte en comparación con otros países que han intentado lo mismo», precisó.
