“Tuve el placer de acoger a personas a las que respeto mucho, como Raúl Capote, creo que Cuba es verdaderamente un gran ejemplo para la humanidad. Livorno y Cuba son muy similares en espíritu, todo el mundo siempre me lo ha dicho. Entonces Cuba es un farol deportivo imprescindible. El cumpleaños de Fidel se celebraba en el estadio todos los años. Espero algún día poder visitar Cuba”.

Boxeo, militancia, solidaridad y denuncia contra el bloqueo yankee a Cuba: Lenny Bottai, campeón de la vida y la redención social

Federica Cresci

Cuba si...S-Bloqueando - Tomado de Cubadebate

Una entrevista informal entre buenos amigos militantes, Lenny Bottai y Federica Cresci.

¿Quién es Lenny Bottai? ¿Cómo llegas al deporte, al boxeo y cómo has vivido tu carrera a nivel humano y social?   

“En realidad, comencé con Kick Boxing a los 13 años, porque estando en los suburbios debido a la separación de mis padres, podía ir a un gimnasio que no hacía boxeo sino solo artes marciales, lucha libre y kick boxing. Me convenció un amigo, un hermano, que como siempre me involucraba, pero que detuvo al día siguiente. En lugar de eso, me quedé y probé a luchar primero, luego, estando más inclinado a las técnicas de boxeo, el maestro que también era un maestro de boxeo en otro gimnasio, me llevó.

“Cuando tenía 14 años, tomé el ciclomotor y me independicé, decidí probar el boxeo y fue amor a primera vista. Entonces comencé a pelear con buenos resultados, como un podio para los nacionales menores de 18 años, pero a los 19 años me descalificaron por quejarme sobre un veredicto y me rendí. En 2004, mirando los Juegos Olímpicos de Atenas, eran los años de Gamboa, Rigondeaux, Kindelan, Golovkin, en fin, decidí empezar de nuevo. El problema es que después de 7 años de pausa, pesaba 98,5 kg, por lo que ya era un milagro volver al ring. Sin embargo, seis meses después ya pesaba 75 kg y volví a pelear, luego decidí volverme un profesional.

“Obviamente todos me consideraban un muerto predestinado, en cambio logré ganar dos títulos italianos, uno mediterráneo, dos internacionales (IBF e IBO), un intercontinental IBF que me abrió las puertas a una semifinal mundial en Las Vegas. Esta es la historia deportiva, que está indisolublemente vinculada a la parte humana de una comunidad, de mi ciudad, que me ha acompañado en todo momento, llenando los pabellones deportivos en casa y afuera. Aquí, desde un punto de vista humano, social, puedo decir que he vivido algo único. La gente se sintió parte integral de mi camino, me encontraban en la calle y me decían ganamos, no ganaste”.

¿Qué estás haciendo actualmente? Sé que tienes un gimnasio popular y que utilizas el deporte como medio de reinserción social. Cuéntanos.

“Desde 2009, año en el que ya era profesional, alcancé el primer título, teniendo ansias de hacer 12 rondas, era un trabajador precario, decidí tomarme tres meses de baja e intentar ser deportista las 24 horas, gestionando todo por mi cuenta, desde lo más importante hasta lo más inútil. Me abrí un gimnasio, donde enseño y desde entonces el deporte se ha convertido en mi trabajo. Junto a mí, trabaja mi esposa, Verónica del Giovane, boxeadora y maestra ella también, primera mujer en la esquina del ring del boxeo.

“Obviamente siempre precario, pero mucho mejor precario en lo que me gusta que en lo que me ata al contrario. Ahora solo doy clases, pero ya tengo un campeón italiano profesional y otros en vanguardia. En el proyecto deportivo de mi empresa también está la vertiente social, de hecho, además de hacer deporte a precios populares para todos, también tenemos colaboraciones con casas familiares, desde las que entrenamos menores italianos y extranjeros no acompañados, y también centros de salud mental con los que trabajamos. Luego también hago cursos para el bachillerato deportivo. Todos estos proyectos no tienen fines de lucro”.

¿Cómo llegaste a la política y qué te vincula al ideal comunista?

“Procedo de una familia donde el conflicto navideño fue entre el suegro de mi abuela, un anarquista encerrado, mi abuelo, un comunista como su madre (la mujer del anarquista) y el padre de mi abuela que era socialista. Bueno, fue un gran lío durante las Navidades con discusiones políticas (risas). Evidentemente esta tradición, aunque la aprendí por mi cuenta, influyó en cómo el aire que respiraba en mi ciudad y en el equipo de partidarios de fútbol que frecuentaba.

“Recuerdo que, a los 16 años, mataron a un muchacho, no paró en un retén porque decían que no tenía seguro de motocicleta y un policía le disparó. Las protestas juveniles me llevaron a unirme al círculo de movimientos extraparlamentarios. A los 17, yo fui el único juzgado por antifascismo, llegó a Livorno Fini (parlamentario fascista italiano) quien en ese momento se presentaba con el saludo romano. Por supuesto, todo lo demás surgió de forma natural”.

¿Cuál es tu vínculo con Cuba y su Revolución?

“Soy sincero, no soy un gran conocedor de la historia cubana a nivel histórico y nocional, siempre he estado mucho más acostumbrado a la soviética y a la revolución bolivariana de Chávez, obviamente inspirada a la de Cuba. Obviamente mi admiración por Cuba es inmensa, sobre todo para el espíritu, la capacidad de vivir y resistir más allá de cualquier injerencia extranjera. Tengo amigos que han vivido y se han casado en Cuba, otros llevan años viviendo allí, otros van de vez en cuando.

“Tuve el placer de acoger a personas a las que respeto mucho, como Raúl Capote, creo que Cuba es verdaderamente un gran ejemplo para la humanidad. Livorno y Cuba son muy similares en espíritu, todo el mundo siempre me lo ha dicho. Entonces Cuba es un farol deportivo imprescindible. El cumpleaños de Fidel se celebraba en el estadio todos los años. Espero algún día poder visitar Cuba”.

¿Qué crees de la política de Estados Unidos y el bloqueo contra Cuba de más de 60 años?

“Un bloqueo criminal e injustificado que demuestra que Estados Unidos teme a un modelo antagónico que demuestra, sin cobardía económica y política, lo que significa vivir en el socialismo más que en el capitalismo. Es una vergüenza que los organismos internacionales, que tanto hablan sobre la paz y la democracia, permitan que tal abominación sea posible incluso después de más de sesenta años”.

¿Qué piensas en lugar del actual contexto político y social italiano y de la total desaparición de un verdadero movimiento político comunista unid? volverá a existir? ¿Crees que un nuevo movimiento comunista pueda renacer sobre las cenizas del histórico PCI?

“Es una cuestión muy difícil, el movimiento comunista en Italia no solo está atrasado, también está muy dividido. Esto no es bueno en absoluto. Dicho esto, nuestra tarea, en esta etapa histórica, es repetir una y otra vez que, si no hacemos de este país un país socialista, las cosas irán de mal en peor. Hoy las clases dominantes han alcanzado el poder económico y político absoluto, por lo que no queda más remedio que seguir luchando. Por supuesto, estamos en una época donde la comunicación también prevalece sobre las líneas y la razón política donde la televisión y los medios en general, en un momento, vuelcan la verdad. Por eso, sucede a menudo que muchos se decepcionan con los pocos frutos que trae una lucha larga y continua. Yo vivo en una isla feliz, sin embargo, mi ciudad ha dado importantes resultados y mientras estuvo allí, el Partido Comunista siempre ha gobernado, desde la posguerra hasta su disolución”.

¿Qué te desea primero a ti mismo, luego al pueblo y a la revolución cubana, y a nuestro país?

“A mí nadie, no me traen buenos deseos (risas). Para Cuba, realmente espero que termine esta infamia, para poder desarrollar libremente el socialismo, libre de los chantajes imperialistas. Eso lo podemos esperar en China, único contrapeso, y en Rusia que, aunque no sea más un país socialista, puede contribuir a oponerse al imperio. Espero que la unión de los países latinos, como Venezuela, Nicaragua, Bolivia y otros, conduzca a combatir concretamente las injerencias yanquis en Sudamérica”.

(Tomado de Cuba si...S-Bloqueando)