Prensa Latina - FotoPL: Fausto Triana.- Representantes de la sociedad civil de Barcelona deploraron hoy la naturaleza violenta y desafiante de personas que acosan al Consulado General de Cuba en esta ciudad.
En esta línea, la cineasta española Ana Hurtado denunció nuevamente la situación que se mantiene intacta pese a una carta enviada al consejero de Interior de la Generalitat.
Hurtado contó a Prensa Latina que ayer habló por teléfono con la secretaria del conseller Joan Ignasi Elena, acerca de su atestado frente a esas concentraciones “que violan los acuerdos internacionales como el Convenio de Viena de 1963”.
La también periodista explicó en un correo electrónico la naturaleza violenta, desafiante, incitadora y pendenciera de las personas que se congregan ante la legación diplomática cubana.
Hay cosas que como ciudadana no logro entender. ¿Cómo amenazan a personas, insultan y calumnian delante de la Policía sin ser esto libertad de expresión y se les permite? ¿También sería libertad de expresión bajo esta lógica decir: «odio a las mujeres, odio a los negros»?, se preguntó.
Andaluza, pero afincada en Barcelona desde hace 10 años, Hurtado describió el panorama de los sucesos que ocurren desde hace más de siete meses en la Ciudad Condal.
Dijo que los manifestantes hacen cita cada día a las cuatro de la tarde para acosar la salida de los diplomáticos con frases como “meter fuego y plomazos”, o «cojan piedras, cuchillos, machetes», «cuélgate de una soga», e incitación a entrar dentro del consulado y a ocuparlo.
Además, acusaciones personales contra el Cónsul y sus funcionarios, amenazas a la alcaldesa de Barcelona, peticiones de quemar la sede diplomática y otros improperios.
“Ya no es sólo que las autoridades no estén cumpliendo los acuerdos internacionales (…), también es por la imagen que se está dando de Cataluña al mundo”, apostilló.
La especialista en audiovisuales destacó que Barcelona es una ciudad cosmopolita, abierta, siempre vanguardista, de libertades.
“Pero esta imagen que se está dando, y que ya se está viendo en el mundo, no es de libertad, sino de bochorno”, acotó.
“Porque la libertad de expresión no es bajo ningún modo un circo con consignas que blanquean la xenofobia, el fascismo y las misivas ultraderechistas. Esta imagen que se está proyectando de Barcelona al exterior, como ciudadana que soy, me da pena. Ver cómo turistas pasan y graban a estas personas como si fueran una atracción en pleno Paseo de Gracia”, recalcó.
Puntualizó además que “esas personas llevan días virtualmente acosándome a mí, por ejercer mi derecho como ciudadana».
Independientemente de la ideología que yo tenga, de que sea documentalista; yo he ejercido este derecho como ciudadana que conoce las leyes y sus derechos (…), completó.