Comité Internacional Paz, Justicia y Dignidad a los Pueblos (Capítulo Suecia) - Cubainformación.- En la céntrica plaza Sergels torg se realizó un acto con la consigna “Por el derecho a vivir en paz -  América Latina es Zona de Paz”, para conmemorar el Día Internacional de los Derechos Humanos. Fue un llamado, desde Estocolmo, a las organizaciones de solidaridad con América Latina y el Caribe para coordinar acciones de solidaridad desde Suecia y toda Europa.


En las intervenciones leídas en español y sueco se exigió el término de las amenazas, sanciones y bloqueos económicos, y hubo un pronunciamiento por el derecho a la libre determinación de los pueblos latinoamericanos, y por el respeto de su cultura y sus riquezas naturales.

¡Las calles y las plazas nos pertenecen! ¡La vida en la lucha es una buena vida! ¡Sólo la unidad nos hará libres!

Declaración pública

Estocolmo, 11 de diciembre 2021

Cada 10 de diciembre las Naciones Unidas celebran el Día de los Derechos Humanos, una conmemoración desconocida por millones de seres humanos... Mientras que las potencias económicas sacan partido político del tema atacando a naciones soberanas a las que acusan de violar los Derechos Humanos. Así justifican bloqueos y agresiones de todo tipo contra gobiernos y naciones que se niegan a sucumbir bajo su dominio, como es el caso de Cuba y Venezuela, que han sufrido constantes ataques y agresiones.

La crisis alimentaria y energética, el cambio climático y la crisis económica están afectando gravemente a las naciones más pobres del planeta. ¿Por qué en los países llamados democráticos de América Latina se plantea hoy con más urgencia el tema de los Derechos Humanos? ¡Porque hoy más que nunca estos Derechos son ignorados, incumplidos, suprimidos y violados sistemáticamente.

Los Derechos Humanos están vinculados a la vida misma; es la vida de los seres humanos la que está en juego. Por eso han surgido con gran ímpetu las luchas sociales en defensa de la salud, la educación y el trabajo digno, mayormente en los países con gobiernos neoliberales que imponen medidas económicas, negando la dignidad y fomentando sociedades de seres humanos sin derechos. Los recientes levantamientos y protestas populares en Chile, Ecuador, Colombia y Centroamérica, así lo comprueban.

Los sectores sociales que se movilizan en estos movimientos en su mayoría pertenecen a poblaciones vulneradas por las políticas económicas neoliberales (campesinos, educadores, obreros, mujeres, estudiantes, pueblos originarios, mineros, poblaciones LGBTIQ+, personas sin tierra, personas sin casa, poblaciones afrodescendientes, inmigrantes etc.). Son quienes se manifiestan en las calles reclamando sus derechos.

Los gobiernos neoliberales responden a estas manifestaciones con represión, sacando a las calles a fuerzas de seguridad para asesinar al pueblo, mientras que políticos lacayos dictan leyes para criminalizar la protesta social. Y los medios de comunicación asumen un papel relevante censurando e invisibilizando las luchas populares. Por un lado, elogian a “democracias” sin importarles si se respetan o se violan los Derechos Humanos de sus ciudadanos y, por otro lado, cuestionan a gobiernos progresistas, afirmando que no son democráticos y que no respetan los Derechos Humanos. ¡Eso es hipocresía y doble moral!

El Consejo de Derechos Humanos de la ONU ha perdido credibilidad y legitimidad, transformándose en un instrumento para justificar, promover y legitimar intervenciones militares y económicas en América Latina.

Nada se dice:

De las mutilaciones en las protestas sociales por parte de policías y militares entrenados por Estados Unidos.

De los millones de desplazados por la crisis económica en Centroamérica.

De las separaciones de sus padres y los horrorosos encarcelamientos de niños migrantes en los Estados Unidos.

De la presencia militar de Estados Unidos y la OTAN en Colombia, con la cual pretenden acosar a Venezuela.

Cuando se roban 31 toneladas de oro a Venezuela; oro destinado como garantía de pago de importaciones de alimentos y medicamentos para el pueblo venezolano.

Del desplazamiento de material nuclear a las islas Malvinas por parte del Reino Unido, constituyendo una amenaza de contaminación ecológica devastadora en el Atlántico sur.

Cuando empresas de la Unión Europea utilizan territorio latinoamericano para enterrar desechos tóxicos y/o radiactivos, condenando a la población a enfermedades y muerte.

De la deforestación indiscriminada de la Amazonía, que en 2019 perdió 2,5 millones de hectáreas en solo un mes, dañando la flora y fauna.

Cuando la organización de Estados americanos (OEA) avala y financia golpes de estado, y actos de terrorismo contra los países que no son afines a los intereses de Estados Unidos, promoviendo inestabilidad e inseguridad social.

Referente a los asesinatos de dirigentes sociales en Honduras, El Salvador, Colombia, México, Chile, Paraguay, Perú y Brasil.

De la expropiación indiscriminada por parte de las transnacionales, tanto europeas como estadounidenses, de los recursos naturales de los países de América Latina, condenando a la región a un desastre ecológico.

De la represión a los pueblos originarios en América Latina.

Hoy es hora de retomar la senda de la lucha y la unidad, de crear una agenda inspirada en la solidaridad y el amor que demostramos en los tiempos del Covid. Reclamemos el derecho de los pueblos a decidir su propio destino. ¡Basta de bloqueo y sanciones unilaterales por Estados Unidos y sus aliados contra Cuba, Venezuela y Nicaragua! No podemos continuar permitiendo que el silencio cómplice de países europeos sea determinante en las relaciones internacionales dirigidas hacia América Latina.

Están volviendo los gobiernos progresistas a nuestro continente. Debemos ser los aliados naturales de los pueblos que quieren superar al neoliberalismo. La unidad y la acción inspiradas en la solidaridad y el humanismo nos permitirán reconstruir un movimiento solidario en Suecia y en toda Europa. Asumimos el compromiso de solidaridad con las luchas de nuestros pueblos, convocando a la Comunidad Económica Europea, y a Suecia en particular, a mantener una política independiente hacia los pueblos de América Latina y el Caribe.

La maquinaria guerrerista de Estados Unidos deberá chocar con nuestro sólido planteamiento de que América Latina es Zona de Paz. Somos partidarios del diálogo, de construir puentes de cooperación y de amor.

Por eso decimos con firmeza:

¡No a la injerencia, no a las amenazas, no al bloqueo económico, no al militarismo!

 

Argentinos para la Victoria – Suecia

Asociación de amistad sueco-cubana

Asociación Jaime Pardo Leal

Comisión Nacional de Derechos Humanos Chile-Suecia

Comité de solidaridad con Nicaragua Carlos Fonseca Amador, Estocolmo

Coordinadora por la defensa de la vida y la democracia - Suecia

Cubanos por Cuba

Chile Despertó Södertälje

Red de Solidaridad con América Latina RESOCAL (Organizaciones integrantes: Asociación Cultural Boliviana - Tiwanacu; Asociación de Amistad con Ecuador; Asociación de Solidaridad con El Salvador; Asociación de Integración Cultural – ADIC; Centro Cultural Peruano; Federación Nacional Víctor Jara; Proyecto Sociocultural Comunitario Álamo - Barrio Adentro Habana Cuba; Centro solidario sueco paraguayo)

Venezuelanätverket

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