Díaz no es el único. Unos 60 productores se beneficiarán con insumos de la iniciativa Autoabastecimiento Alimentario y Desarrollo de iniciativas Económicas Sostenibles en La Habana (HAB.AMA), en tres cadenas de valor: hortalizas, frutales y ganado menor, con financiamiento de la Agencia Italiana de Cooperación al Desarrollo (AICS).

Insumos y cubiertas para casas de posturas, sistemas semiprotegidos de producción de hortalizas, posturas de frutales y especies proteicas, tractores, vehículos multipropósitos, remolques agrícolas, básculas y balanzas, entre otros, fueron necesidades identificadas por agricultores y empresas, que se propone satisfacer la ayuda italiana.

Otros, como equipos de certificación y control de la calidad de productos hortícolas, frutales, lácteos y cárnicos,  frescos y procesados, y reactivos de laboratorio, permitirán mejorar la labor en diferentes centros de investigación.

Hay otra línea que saldrá beneficiada: “la entrega incluye dos centros multiplicadores, uno de conejos y otros de ovinos. Ya adquirimos dos sementales genéticos ovinos y presentamos la demanda de conejos para arrancar a principios de enero con reproductoras de conejo de diferentes razas”, dijo el agricultor Díaz.

Otra faceta es la capacitación, que ha permitido a los criadores reunirse a debatir -y hasta discrepar-, con científicos y empresarios sobre razas, prácticas de manejo y la urgencia de refrescar las razas importando ejemplares, para revertir la consanguinidad.

Beneficios que se multiplican

HAB.AMA se implementa entre la agencia italiana con el Ministerio de Agricultura y el Instituto de Fruticultura, explicó Carlos Lopetegui, coordinador por la parte cubana.

Con acciones en cinco municipios de la capital cubana: La Habana del Este, Guanabacoa, Cotorro, Arroyo Naranjo y Boyeros, tienen como propósito “contribuir al autoabastecimiento de alimentos sanos, nutritivos y diversificados, al desarrollo de iniciativas económicas sostenibles”, destacó Lopetegui.

Según dijo, el proyecto aporta a los gobiernos locales a aterrizar la Ley de Soberanía Alimentaria y Seguridad Alimentaria y Nutricional y además persigue apoyar a acceder al mercado en moneda libremente convertible de manera que se garantice la  sostenibilidad de las acciones.

Roberto Giuliotto, coordinador por la parte italiana, señaló que la tecnología, los insumos y las herramientas previstas van a fortalecer los procesos para alcanzar los resultados que HAB.AMA prevé en términos de producción para un mayor acceso y disponibilidad de alimentos en esos cinco municipios de La Habana.

“A pesar de las limitaciones relacionadas con el mercado global, la crisis económica, el bloqueo y las restricciones financieras, los primeros productos contratados han llegado al país y confiamos en que continúen llegando”, apuntó.

Enfoque agroalimentario y recursos naturales

A Cuba le urge incrementar su producción agroalimentaria, para reducir su factura de importación de alimentos, cercana a los 2 000 millones de dólares.

“En este momento complejo, la agricultura sostenible, enfocada a la agroecología, es fundamental para mejorar las condiciones del abastecimiento en la provincia de La Habana y en el resto del país también”, dijo Roberto Vellano, embajador de Italia en Cuba en la entrega de recursos.

Con un presupuesto de 5,4 millones de euros, HAB.AMA es uno de los proyectos en marcha en el sector de la agricultura sostenible, gestión de recursos naturales y sistemas agroalimentarios con la inversión más significativa financiada por el Gobierno de Italia.

Esta responde a las prioridades definidas en conjunto con las autoridades de Cuba y plasmadas en el Memorándum de Entendimiento entre los dos países y el documento de programación trienal.

Costos y recursos

Actualmente, reveló el diplomático italiano,  el volumen total de los recursos destinado a este sector es de unos 15 millones de euros, monto al que se sumarán otros seis millones de euros en 2023 y que representa más del 50 % del presupuesto total de cooperación en ejecución para Cuba.

Los proyectos implementados en este sector beneficiarán directamente a más de 39 000 personas y sus familias, fortaleciendo la relación y alianzas con instituciones de investigación, universidades, instituciones y el sector cooperativo y empresarial.

En el caso de HAB.AMA, precisó Antonio Festa, director de la AICS, el acompañamiento no se limita al aporte de equipamiento y materiales.

“Nuestro interés y esfuerzo es acompañar procesos de desarrollo económicos y sociales que promuevan la transformación a partir de la organización de los recursos locales y el fortalecimiento de las estrategias de desarrollo municipales, o sea, fortalecer la capacidad de los municipios cubanos de dotarse de herramientas e instrumentos para establecer su propio camino hacia un desarrollo sostenible”, dijo.

Italia, que es uno de los socios comerciales europeos de Cuba, también colabora en varias iniciativas culturales, de patrimonio  y urbanismo.