Cubadebate - Video: Prensa Latina TV.- Dejen vivir a Cuba fue el clamor común de representantes de organizaciones políticas, pacifistas y solidarias que repudiaron hoy el ataque terrorista contra la embajada de la isla en Estados Unidos.

Pese a la lluvia que persistió en ser parte de esta jornada de condena a este nuevo hecho, el segundo en los últimos tres años, cerca de un centanar de amigos se congregaron frente a la representación diplomática en la céntrica calle 16, que va directo hasta la Casa Blanca, para reiterar que estaban y estarían siempre junto a Cuba.

Una de las oradoras fue la activista y líder política Gloria La Riva, quien recordó que el Gobierno de Estados Unidos ha practicado el terrorismo sistemático contra la nación antillana desde el comienzo de la Revolución cubana. Dijo que a lo largo de estos años Cuba ha sufrido invasiones mercenarias, bombas en aviones, guerra biológica, y muchos otros ataques al pueblo cubano.

De los tres mil 478 fallecidos por el terrorismo contra Cuba -subrayó- “73 tuvieron una muerte aterradora en el vuelo 455, el 6 de octubre de 1976”, cuando detonaron en el aire el avión civil cubano que trasladaba de regreso a su patria a un equipo de esgrima.

Los participantes en el acto repitieron consignas contra el bloqueo de Estados Unidos y pidieron eliminar la designación de Cuba como patrocinador del terrorismo.

Así declaró a Prensa Latina Calla Walsh, copresidenta de la Red Nacional de Solidaridad con Cuba, quien señaló que es parte del vecindario donde está ubicada la legación diplomática antillana.

“El pueblo estadounidense no tolera estos actos de intimidación y violencia contra Cuba” y exigió que el “Gobierno de Estados Unidos condene este ataque y lo investigue como un acto terrorista que es”.

Por su parte Brian Becker también declaró a esta agencia de noticias que “este no es un incidente aislado porque ha habido más de 60 años de acciones terroristas contra el Gobierno cubano, sus recintos diplomáticos, contra funcionarios cubanos” y el pueblo estadounidense se opone a eso.

Entretanto, Samira Addrey, una joven afroamericana graduada en la Escuela Latinoamericana de Medicina, que trabaja con IFCO-Pastores por la Paz, calificó de “inaceptable” este ataque y solicitó que se haga justicia.

“Esto es un ejemplo de lo que hace el odio en vez de aceptar amor”, subrayó Addrey al insistir que “cuando se agrede a nuestros amigos muy cerca de la Casa Blanca (por la ubicación de la embajada de Cuba) eso no da buen sabor a nadie”.

“El pueblo de Estados Unidos está muy en contra de la política del bloqueo contra el pueblo de Cuba. Todos los pueblos tienen el derecho de determinar su propio destino”, concluyó.

La jefa de la Misión de Cuba en Estados Unidos, Lianys Torres, escribió en su cuenta en X que las autoridades fueron notificadas aquí de inmediato sobre «el ataque terrorista de anoche contra nuestra Embajada» y que se les dio acceso a la sede «para la toma de muestras de los cócteles Molotov”.

Previamente el canciller cubano informó lo sucedido y recordó que «es el segundo ataque violento contra la sede diplomática en Washington».

En abril de 2020 un individuo disparó con un fusil de asalto contra la legación de la isla en esta capital, causando daños materiales en el inmueble.

«Los grupos anticubanos acuden al terrorismo al sentir impunidad, algo sobre lo que Cuba ha alertado a autoridades estadounidenses reiteradamente», advirtió el ministro de Relaciones Exteriores.

Desde que se conoció lo ocurrido son innumerables las expresiones de rechazo tanto dentro como fuera de Estados Unidos.

Al menos 581 actos de terrorismo de Estado se produjeron contra representaciones diplomáticas de Cuba desde el triunfo de la Revolución, en enero de 1959, de acuerdo con datos oficiales.

(Información de Prensa Latina)

Solidaridad frente a embajada de Cuba en Washington

Exigen investigar a fondo el atentado terrorista y procesar a culpables

Juventud Rebelde

En horas de la tarde la solidaridad con Cuba se hacia presente en las afueras de la embajada. Fotos: X@@CallaWalsh.

Cerca de un centenar de activistas de la solidaridad con Cuba en Washington D.C. se movilizaron en la tarde del lunes, a pesar de la lluvia, frente a la embajada cubana para denunciar el ataque terrorista con dos cocteles molotov lanzados contra la sede diplomática en la noche del domingo.

No ha sido el primer ataque contra la Embajada. Hace tres años, un hombre armado con un fusil automático tiroteó el edificio a las 2 am, y todavía se espera que las autoridades estadounidenses lo procesen.

La National Nework on Cuba (NNOC), coalición que agrupa a más de 50 organizaciones que trabajan para que se levante el bloqueo de Estados Unidos a Cuba y el gobierno de Biden la saque de la espuria y mentirosa lista de estados que promocionan el terrorismo, entre las que convocaron a la manifestación solidaria.

Llamamos al gobierno de Estados Unidos a investigar los ataques contra la embajada cubana, los que son actos de terrorismo. Nuestra solidaridad jamás será quebrada o bloqueada, dijeron en el acto en que estuvieron presentes Pastores por la Paz, ANSWET Coalition, Blacks4Peace, Codepink, Alliance for Cuba, Claudia Jones School for Political Education y la Alliance for Cuba Engagement and Respect, y otras que también se han expresado en las redes sociales.

Los amigos solidarios han instado al gobierno de EE. U.. a llevar a los perpetradores ante la justicia y garantizar que la embajada y su personal estén seguros y protegidos como lo exige la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas, pues corresponde a los Estados Unidos proporcionar mayores medidas de protección y seguridad de acuerdo con sus obligaciones legales, dijeron.

En respuesta a una solicitud de CNN tras el atentado, el Servicio Secreto informó que «después de las 8 de la noche hora local personal de la Embajada de Cuba contactó al Servicio Secreto para reportar que un individuo había lanzado un artefacto incendiario (cóctel Molotov) al edificio. Elementos del Servicio Secreto iniciaron una investigación. Nadie está en custodia hasta al momento y se trabaja de cerca con funcionarios de la embajada, la policía de Washington y el Departamento de Estado en la investigación».