Cubainformación.- Los medios de comunicación son "cooperador necesario" del delito del bloqueo contra el pueblo de Cuba, afirma el periodista Pascual Serrano, citado como testigo en el Tribunal Internacional contra el Bloqueo a Cuba, un evento de carácter simbólico celebrado estos días en Bruselas. En su intervención, asegura que "estos medios de comunicación consiguen implantar en las mentes de las audiencias los argucias de Estados Unidos para justificar el bloqueo contra Cuba y dotarlo, mediante el engaño y la desinformación, de consenso y legitimidad social".
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Video: Carlos Glez. Penalva.
Fotografía: Televisión Española.
Intervención como testigo en el Tribunal Internacional contra el Bloqueo a Cuba, acerca de la manipulación mediática: Pascual Serrano. 16 de noviembre
¿Cómo argumenta EEUU la aplicación del bloqueo a Cuba a través de la comunicación, el pensamiento único y la política de cancelación sobre Cuba?
Pascual Serrano: Vivimos tiempos en los que el poder necesita la complicidad de la opinión pública o, al menos, de su silencio o resignación. En el caso que nos ocupa, Estados Unidos debe lograr un alto grado de consenso en la ciudadanía para poder justificar sus medidas extraterritoriales y, por tanto, ilegales a la isla de Cuba. Debe conseguir insistir constantemente en su afirmaciones aunque sean falsas, y laminar el discurso disidente para impedir que se desvelen sus mentiras.
Y para ello cuentan con una herramienta fundamental, los medios de comunicación.
En Derecho penal, se entiende como cooperador necesario al que sin ser autor de un delito coopera a su ejecución con un acto sin el cual no se hubiera efectuado el mismo.
Por tanto si desde el poder se comete un delito - por ejemplo bloqueando a un país para impedir que desarrolle su relaciones comerciales con el resto del mundo, comparta su cultura o su ciencia, o pueda, igualmente, acceder a los mismos recursos que el resto de la humanidad-, es lógico deducir que los medios de comunicación que le permiten convencer o manipular a la opinión pública para que no se rebelen contra esa injusticia se convierten en lo que en el Derecho Penal se denomina “cooperador necesario”.
Según este Derecho Penal, el cooperador necesario no realiza la acción típica del acto que supone el delito y por tanto no es estrictamente su autor, pero interviene de manera fundamental con una actuación sin la cual no se podría haber cometido el mismo.
Nos queda por tanto ahora definir cuáles son las actuaciones, las intervenciones de los medios de comunicación que le convierten en cooperador necesario del delito del bloqueo contra el pueblo de Cuba. Con esas intervenciones, estos medios de comunicación consiguen implantar en las mentes de las audiencias los argucias de Estados Unidos para justificar el bloqueo contra Cuba y dotarlo, mediante el engaño y la desinformación, de consenso y legitimidad social.
1 Silenciar los crímenes del bloqueo. Es decir, no contar a los ciudadanos los daños que provoca el bloqueo.
2 Difundir falsedades de EEUU para justificación el bloqueo. Su discurso de que Cuba apoya al terrorismo, primero en África, cuando la historia ha demostrado que luchaba con el apartheid, después en América Latina, cuando ahora se reconoce que luchaba contra los dictadores apoyados por EEUU. La acusación de violación de derechos humanos, presos políticos, represión o persecución de la libertad de expresión. Basta comparar el currículum de derechos y libertades de los países “amigos” de Estados Unidos como Arabia Saudí, Marruecos o Israel, o los propios Estados Unidos para comprobar que existen más ausencia de derechos, presos y represión que en Cuba.
3 Un goteo de noticias que responsabiliza al gobierno cubano de muchos de los problemas que son consecuencia del bloqueo. Incluso cualquier problema que pueda haber en Cuba es culpa de su revolución y una muestra del fracaso del socialismo. Es curioso que cuando hay una ineficacia, una huelga general, o una revuelta en los países capitalistas nunca dicen que es un fracaso del capitalismo
4 Impedir la voz del gobierno cubano y del pueblo cubano. Todos los días y a todas horas, en Cuba se levantan voces ciudadanas que sufren y denuncian el bloqueo: falta de medicinas, falta de tecnología informática o automotriz, falta de material educativo... Los que estamos aquí sabemos bien que esas voces no aparecen en los medios de comunicación. Hace unas semanas pude publicar en un medio español una entrevista con el presidente cubano Miguel Díaz-Canel. En sus cuatro años de presidente es la primera vez que le entrevistan en un medio español. Y no fue porque el no aceptara entrevistas, ningún medio le quiso entrevistar. Mucho menos habrán visto ustedes una entrevista a un ministro cubano y menos todavía a los ciudadanos cubanos.
Sin embargo, si es para criticar a Cuba, hemos visto a cubanos emigrados desahogarse hasta en programas de cocina de la televisión pública española.
5 Silenciar la voz de los grupos de solidaridad con el pueblo cubano y de quiénes denuncian el bloqueo. En estos momentos, sin ir más lejos, se estaría realizando la cooperación necesaria en la medida en que, con toda seguridad, silenciarán este tribunal.
6 Ocultar toda la historia de agresión de los gobiernos estadounidenses contra Cuba. Es decir, el suficiente contexto y antecedentes para comprender las dificultades a las que, durante décadas, ha debido enfrentarse Cuba y su revolución: intentos de invasión, atentados con bombas, agresiones químicas y biológicas...
7 Negar los logros de la revolución cubana con el objetivo de impedir que pueda ser ejemplo para otros pueblos. Este es un delito del que es víctima no solo Cuba, sino todos los pueblos del mundo que no pueden conocer ni compartir esos avances. Avances como sus diferentes vacunas contra el Covid, otros medicamentos y tratamientos de otras enfermedades (cáncer de pulmón). Avances culturales como música o cine, que son silenciados u ocultados para la humanidad.
Todo lo anterior son ejemplos que muestran la premeditación, la alevosía y el concierto para delinquir entre el gobierno de Estados Unidos, sus aliados occidentales y las grandes corporaciones mediáticas. Estas últimas atentando no solo contra el derecho del pueblo cubano a vivir sin bloqueo, sino también contra el derecho de los ciudadanos de fuera de Cuba a recibir información veraz.