La Coordinadora Estatal de Solidaridad con Cuba de Madrid (CESC) ha redactado este comunicado de apoyo a la Revolución, tras los sucesos de Santiago de Cuba.

¡BASTA DE INJERENCIAS CONTRA CUBA!

CESC-Madrid

Desde CESC-Madrid condenamos el enésimo acto de injerencia desesperado del gobierno USA para subvertir el orden constitucional de Cuba, aprovechando las legítimas y pacíficas protestas del pueblo ante una situación de dificultad económica provocada por el propio bloqueo norteamericano.

Se trata de un gesto cínico en extremo, pues desde Washington saben perfectamente que las carencias materiales en Cuba son producto en su gran mayoría del criminal bloqueo al que someten a la isla revolucionaria, desde hace ya más de 60 año tal y como así declaran en sus propios documentos desclasificados. Esta agresión de terrorismo económico anticubano es condenada unánimemente por prácticamente toda la Comunidad internacional en la ONU hace ya la friolera de más de 30 años. Ni que decir tiene que los gobiernos norteamericanos desoyen por completo tan rotundo clamor, demostrando su desprecio por el derecho y las leyes internacionales, cuando estas leyes denuncian los crímenes que perpetran para mantener sus inconfesables privilegios hegemónicos de clase.

Esta guerra económica no declarada de Estados Unidos contra Cuba consiste en perseguir con saña atroz el comercio y las finanzas cubanas, por medio de una maraña legal que se incrementa de año en año, llegando hasta la extraterritorialidad, reforzada con el chantaje de todo tipo contra cualquier agente que mantenga relaciones económicas con Cuba, ya sea un particular, una empresa e incluso un país.

En el primer mandato de Donald Trump el bloqueo fue recrudecido con más de 242 nuevas medidas de agresión económica contra Cuba, sin que ninguna de ellas haya sido derogada durante la actual presidencia de Joe Biden. El daño que esta agresión produce al pueblo cubano es incalculable en términos de sufrimiento humano y de más de un billón de dólares si hablamos de sus efectos en términos monetarios.

Ninguna de estas circunstancias es mencionada en los medios de comunicación capitalistas cuando hablan de los problemas económicos de Cuba y son cínicamente negadas, incluso la existencia del propio bloqueo condenado por la ONU todos los años, por los contrarrevolucionarios cubanos a sueldo de la Casa Blanca quienes, emboscados en las redes sociales, llaman abiertamente a una intervención militar contra su propio país, justificándola con la penuria económica. Pero a pesar de sus criminales efectos en la población de Cuba, el bloqueo es en sí mismo una prueba, día a día, del fracaso imperialista en derrocar a la Revolución Cubana, que sigue adelante gracia a la resistencia del pueblo cubano.

Es el mismo pueblo que sale a protestar pacíficamente, las más de las veces contra el propio bloqueo y, a ratos, contra las dificultades que este mismo bloqueo produce, como era el caso en esta ocasión. En todas estas protestas hacen acto de presencia las autoridades revolucionarias cubanas, para dialogar y consultar con la población, cualquiera que sea su virulencia; una actitud justamente contraria a los políticos de países capitalistas, los cuales se esconden en sus palacios de gobierno, mientras envían antidisturbios fuertemente pertrechados y dispuestos a moler a palos a cualquiera que se atreva a mostrar su descontento más allá de los testimonial. En América Latina estos guardianes del orden tiran con su munición para dejar ciegos a los manifestantes.

Esta es la diferencia entre unas presuntas democracias que dicen representar al pueblo, pero que en realidad defienden los privilegios inconfesables de los capitalistas y una revolución que, por haber nacido en el seno del pueblo cubano y consultar con él sus decisiones, es el mismo pueblo de Cuba quien la sostiene y, con su resistencia heroica, aguanta los embates del imperialismo más poderoso y criminal de la historia, por más fuertes que sean.

¡Basta de injerencia imperialista contra la Revolución Cubana!

¡Viva Cuba socialista! ¡Hasta la Victoria, siempre! ¡Venceremos!

Madrid a 18 de Marzo de 2024