Cubainformación.- El pasado miércoles 14 de agosto, los locales de La Comuna en Oviedo acogieron encuentro con René González Barrios, Director del Centro Fidel Castro Ruz, bajo el título "Imperio Depredador: la guerra de EEUU contra Cuba". El evento, presentado por Francisco de Asís Fernández Junquera, reunió a un público interesado en comprender las complejas relaciones entre Cuba y Estados Unidos, así como en conocer el trabajo del Centro dedicado a la memoria de Fidel Castro
La labor del Centro Fidel Castro Ruz
René González Barrios ofreció una visión detallada del Centro Fidel Castro Ruz, una institución dedicada a preservar y difundir el legado del líder de la Revolución Cubana. Inaugurado en noviembre de 2021, el Centro se dedica a la recopilación, conservación y divulgación de documentos, discursos y otros materiales vinculados a Fidel Castro, con el objetivo de mantener viva su memoria y los principios que guiaron su vida política.
González Barrios subrayó que el Centro no es solo un archivo histórico o museístico, sino un espacio activo de formación y reflexión. Organiza talleres, seminarios y conferencias que abordan temas relevantes para Cuba y el mundo, desde una perspectiva revolucionaria. La institución también se proyecta internacionalmente, estableciendo vínculos con centros de investigación, universidades y organizaciones de todo el mundo para intercambiar conocimientos sobre la lucha antiimperialista y difundir el pensamiento de Fidel Castro. Esta dimensión global es esencial para mantener vivo el espíritu de solidaridad que caracterizó la política exterior del líder cubano.
Además, González Barrios destacó la importancia del Centro para las nuevas generaciones de cubanos. En un momento en que las ideas revolucionarias enfrentan grandes desafíos, tanto en Cuba como a nivel global, el Centro se convierte en un espacio donde los jóvenes pueden conocer de primera mano la historia de su país y los principios que han guiado su desarrollo. Para ello, el Centro desarrolla materiales didácticos, publicaciones y recursos audiovisuales, y trabaja en la digitalización de su vasto archivo documental para que esté disponible de manera amplia y accesible.
La guerra asimétrica de Estados Unidos contra Cuba
Tras presentar el trabajo del Centro, René González Barrios profundizó en el tema central del encuentro: la larga historia de agresiones de Estados Unidos contra Cuba. Desde los primeros intentos de anexión en el siglo XIX hasta la actualidad, González Barrios expuso cómo la política exterior de EE.UU. ha estado marcada por un interés constante en controlar la isla, considerada una pieza estratégica en el Caribe.
El conferenciante repasó hitos históricos como la imposición de la Enmienda Platt en 1902, que permitió a Estados Unidos intervenir en los asuntos internos de Cuba, y el triunfo de la Revolución Cubana en 1959, que supuso un desafío directo al dominio estadounidense en la región. La respuesta de Estados Unidos, explicó, fue inmediata: desde la invasión de Bahía de Cochinos en 1961 hasta la Operación Mongoose, un conjunto de acciones encubiertas para desestabilizar el nuevo gobierno cubano.
El bloqueo a Cuba: Un Instrumento de estrangulamiento
Uno de los puntos más importantes de la exposición fue el análisis del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos desde 1962, un acto que González Barrios calificó como una forma de guerra prolongada contra la isla.
El bloqueo a Cuba es una política de "estrangulamiento" porque está diseñado para asfixiar la economía del país, limitando gravemente su capacidad de acceder a recursos esenciales, tanto para el desarrollo económico como para la vida cotidiana de la población. El bloqueo impone severas restricciones comerciales, financieras y económicas, impidiendo a Cuba comerciar libremente con otros países, acceder a tecnologías avanzadas, y adquirir bienes esenciales como alimentos, medicinas, y equipos médicos.
El término "estrangulamiento" se refiere a cómo estas medidas afectan cada aspecto de la vida en Cuba, desde la salud pública hasta el crecimiento económico, generando una presión constante sobre la sociedad cubana. Según González Barrios, el objetivo final de esta política es crear un clima de desesperación y descontento en la población, con la esperanza de provocar un cambio de gobierno. El bloqueo, entonces, no es simplemente una medida punitiva, sino una estrategia integral que busca debilitar y, en última instancia, sofocar el sistema político y social cubano.
González Barrios explicó que el bloqueo a Cuba se ha endurecido aún más debido a la inclusión de la isla en la lista de países que promueven el terrorismo, una decisión tomada por Estados Unidos. Esta inclusión es una consecuencia directa del papel que Cuba ha desempeñado como país garante en las negociaciones de paz en Colombia, especialmente en el proceso que condujo al acuerdo entre el gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
La inclusión de Cuba en esta lista ha tenido graves repercusiones, ya que impone aún más restricciones financieras y comerciales, dificultando, por ejemplo, las transacciones internacionales, el acceso a mercados y la adquisición de insumos vitales. González Barrios denunció el carácter injusto, politizado, y criminal de estas medidas, y cuyo objetivo es destinado a castigar a Cuba por su postura independiente, soberana y su compromiso con la paz en la región, utilizando el pretexto del terrorismo para justificar un aumento en la presión económica y diplomática sobre la isla.
Esta situación, según René, ha agravado significativamente los efectos del bloqueo, intensificando lo que él describe como una política de "estrangulamiento" diseñada para asfixiar al país y forzar un proceso de subversión política y social en el país.
El director del Centro Fidel explicó las diferentes etapas del bloqueo, destacando las sanciones más recientes que han afectado gravemente sectores clave de la economía cubana. A pesar de estas dificultades, González Barrios señaló la capacidad de resistencia del pueblo cubano, que ha encontrado formas de adaptarse y sobrevivir en un entorno hostil.
La guerra mediática: Una lucha por la verdad
René González Barrios dedicó una parte significativa de su intervención a explicar cómo la guerra mediática ha sido una herramienta central en la estrategia de Estados Unidos para deslegitimar al gobierno cubano y socavar la Revolución. Esta guerra mediática, según González Barrios, no es un fenómeno nuevo, sino que ha sido un componente constante y bien orquestado de la política estadounidense hacia Cuba desde el triunfo de la Revolución en 1959.
El conferenciante destacó que esta guerra se ha manifestado en diversas formas, desde la propagación de noticias falsas y la manipulación de la realidad cubana en medios internacionales, hasta la creación de narrativas que presentan a Cuba como un Estado fallido y represivo. Esta estrategia ha tenido como objetivo crear una percepción global negativa del país, aislándolo políticamente y preparando el terreno para justificar intervenciones o sanciones adicionales.
González Barrios explicó que los medios de comunicación internacionales han jugado un papel clave en esta campaña, reproduciendo y amplificando mensajes que demonizan al gobierno cubano y minimizan o ignoran los logros de la Revolución en áreas como la salud, la educación y la cultura. Mencionó cómo, durante décadas, la prensa occidental ha presentado una imagen distorsionada de Cuba, centrándose casi exclusivamente en las dificultades económicas y sociales que enfrenta la isla, sin contextualizar estas dificultades dentro del marco del bloqueo económico y las agresiones externas.
Herramientas y Estrategias de la Guerra Mediática
El director del Centro Fidel Castro Ruz también desglosó algunas de las herramientas y tácticas utilizadas en esta guerra mediática. Uno de los métodos más comunes ha sido la desinformación, a través de la cual se han difundido noticias falsas o sesgadas que buscan crear confusión y descontento tanto dentro como fuera de Cuba. A esto se suman campañas de propaganda que utilizan términos cargados emocionalmente, como "dictadura" o "represión", para influir en la opinión pública global.
González Barrios hizo hincapié en el uso de las redes sociales como una nueva y poderosa herramienta en esta guerra. Plataformas como Twitter, Facebook y YouTube han sido utilizadas para difundir mensajes antigubernamentales, muchas veces de manera coordinada por grupos opositores que reciben apoyo financiero y logístico desde el EEUU. Estas campañas suelen aprovechar crisis específicas, como la pandemia de COVID-19 o protestas internas, para amplificar mensajes de caos y desestabilización, buscando provocar reacciones internacionales adversas hacia el gobierno cubano.
Otro aspecto destacado por González Barrios fue el financiamiento de medios y organizaciones que se presentan como independientes, pero que en realidad forman parte de la estrategia de guerra mediática contra Cuba. Estos medios, que operan tanto dentro como fuera de la isla, son financiados por agencias gubernamentales estadounidenses o por organizaciones no gubernamentales alineadas con la política exterior de Estados Unidos. Su objetivo es promover una narrativa que favorezca un cambio de gobierno en Cuba.
Soberanía Informativa y Nuevas Narrativas
Ante esta ofensiva mediática, González Barrios explicó que Cuba ha desarrollado sus propias estrategias de defensa, centradas en lo que él denominó "soberanía informativa". Este concepto se refiere al derecho y la capacidad de Cuba para controlar su propia narrativa, difundiendo una visión auténtica de su realidad interna y de su historia revolucionaria.
En este sentido, destacó el esfuerzo del gobierno cubano y de diversas instituciones, incluido el Centro Fidel Castro Ruz, para crear y fortalecer medios de comunicación propios que puedan contrarrestar la desinformación y ofrecer una plataforma para las voces cubanas. Ejemplos de estos esfuerzos incluyen el desarrollo de medios digitales como Cubadebate, y la producción de contenidos audiovisuales que promueven una visión alternativa a la que prevalece en los medios occidentales.
González Barrios también resaltó el papel de las nuevas generaciones en esta lucha mediática. Los jóvenes cubanos, dijo, están cada vez más involucrados en la defensa de la Revolución en el ámbito digital, utilizando las redes sociales no solo para contrarrestar las campañas de odio, sino también para difundir la realidad de sus vidas y los logros del sistema cubano. Esta participación juvenil es vista como una forma de resistencia cultural y política que es crucial para el futuro del país.
Además, mencionó los esfuerzos del Centro Fidel Castro Ruz en la producción de materiales educativos y la digitalización de documentos históricos, lo que permite que tanto cubanos como extranjeros accedan a una visión más completa y veraz de la historia y la actualidad cubanas. Estas iniciativas son parte de una estrategia más amplia para fortalecer la presencia cubana en el ámbito informativo global, asegurando que la voz de Cuba sea escuchada y respetada en medio de la avalancha de desinformación.
La resistencia cubana
Para concluir, René González Barrios elogió la capacidad de resistencia del pueblo cubano frente a las agresiones continuas de Estados Unidos. En su opinión, esta resistencia no solo ha sido una defensa de la Revolución, sino también una afirmación de la soberanía y la dignidad de Cuba frente a un poder mucho mayor.
El público en Oviedo, que siguió con atención cada palabra, participó activamente en el debate que siguió a la charla, planteando preguntas y reflexionando sobre los desafíos actuales de Cuba. Fue un encuentro enriquecedor que permitió a los asistentes comprender mejor la complejidad de la situación cubana y la importancia de la solidaridad internacional en la defensa de la soberanía de los pueblos.
