Noel Manzanares Blanco - Cubainformación.- Pocas horas después de que Donald John fuera electo presidente, confesé que no había concebido esa realidad a partir de que previamente él afirmó que negros e hispanos eran los culpables de casi todos los crímenes violentos; tachó a los inmigrantes mexicanos de violadores y narcotraficantes, y defendió la construcción de un muro fronterizo a costa del erario del país vecino; y propuso la deportación de once millones de inmigrantes ilegales y la retirada a sus hijos de la ciudadanía estadounidense (1). Mas, lejos de quedarme en la ¿sorpresa?, le he dado seguimiento al fenómeno Trump.
Para principios de Diciembre de 2016, me hice eco de un despacho que desde Miami daba cuenta de que el multimillonario devenido ¿político? había incluido en su grupo de trabajo para el diseño del Departamento del Tesoro al abogado Mauricio Claver-Carone, considerado “una pieza clave en Washington de la maquinaria de presión cubanoamericana contra el acercamiento a La Habana” y obsesionado con “la transición incondicional de Cuba a la democracia y al libre mercado” o sea, con el pretendido desmontaje de la Revolución Cubana (2).
A mediados de ese mes, de cara a la despedida de la gestión gubernamental de Obama/evaluación de su política un tanto civilizada ante la Isla, escribí que le daba un saludo a lo bueno de él respecto a la Mayor de las Antillas y que asumía como una espera revolucionaria la actitud del emergente mandatario gringo, en caso de que llegara al sillón presidencia; porque tenía en mente que en esa altura se manejaba la posibilidad de que fuera invalidado para arribar a la Oficina Oval por la supuesta intromisión de Rusia en el proceso electoral de EEUU (3).
Para el 26 de Mayo del 2017, aludí a un reporte que certificaba que la primera propuesta presupuestaria del presidente Donald Trump que se había presentado tres días antes llevaba la inclusión de un importante recorte a la ayuda exterior a Latinoamérica, con reducciones a la asistencia proporcionada a todos los países del continente. Ello para ¿Cuba? (entiéndase, sus mercenarios/as), contiene eliminar las partidas que en el año fiscal 2016 recibió: $20 millones; una “pifia”, pues ni en ese entonces el Donald no había movido un dedo para alimentar la distensión entre Washington y La Habana (4).
Pasado un par de días —con el supuesto de que el jefe de la Casa “Oscura” había comprendió que no debía destinar dinero del contribuyente de su país para vividores de este lado del Estrecho de la Florida—, a partir del hecho que develaba cómo más de medio centenar de senadores estadounidenses demócratas y republicanos presentaron de nuevo la Ley de Libertad para Viajar a Cuba, y sin despreciar que el 81 por ciento de los ciudadanos de esa nación, incluyendo siete de cada 10 republicanos, y el 74 por ciento de la comunidad de cubanos residentes en el condado de Miami-Dade, en Florida, apoyaba en ese minuto los viajes a nuestro terruño, hasta llegué a pensar en la existencia de una suerte de vía hacia relaciones civilizadas (5).
En este contexto, para el 8 de Junio siguiente me incliné a creer que los problemas internos del mandatario podían provocar que sus pronunciamientos acerca de la Revolución Cubana se alejaran —so pena de incrementar sus contratiempos en el ejecutivo de EEUU. Para esta apreciación, tuve en cuenta que abogados de primera línea y al menos cuatro bufetes habían rechazaron las propuestas de representar a Trump en las investigaciones sobre la mencionada intromisión de Rusia (6).
Pero pronto tomó cuerpo la actitud marcadamente hostil del magnate/presidente en los vínculos EEUU-Cuba.
En su discurso el 16 de Junio de 2017 en Miami, en presencia de connotados contrarrevolucionarios/as de la Florida y del patio, Trump sentenció:
“La flexibilización de las restricciones en los viajes y el comercio del Gobierno anterior del Presidente Obama no ayuda al pueblo cubano, sino que enriquece al régimen cubano. Los beneficios de la inversión y el turismo fluyen directamente a las fuerzas militares. El régimen toma el dinero y es dueño de la industria. El resultado de la acción ejecutiva del Gobierno del Presidente Obama ha sido sólo más represión y un movimiento para aplastar el movimiento pacífico y democrático./ Por lo tanto, con efecto inmediato, estoy cancelando el acuerdo completamente unilateral del Gobierno del Presidente Obama con Cuba” (7).
Tras 72 horas, la embajada de EE.UU. en La Habana publicó un texto con las preguntas más frecuentes sobre las medidas anunciadas por Donald John donde se despejan dudas como la fecha de entrada en vigor de las nuevas disposiciones que suponen un viraje en el “deshielo” bilateral iniciado en diciembre de 2014, durante el mandato de la administración de Obama (8).
En este escenario, luego de analizar con detenimiento, aclaré que no hubo tal cancelación total porque los cubano-americanos podrán seguir visitando su país de origen, se mantendrá el envío de sus remesas y los acuerdos migratorios, no se restablece la política de “pies secos–pies mojados” y Cuba no regresa a la controvertida lista de naciones que financian el terrorismo, ni tampoco cerraron las embajadas y sí se mantiene los vínculos con el sector cuentapropista; al tiempo que signifiqué/asumí que sí estamos en presencia de un episodio al estilo de la “Guerra Fría” también destinado a fracasar (9).
Pero el “odiador en jefe” (10) no se detuvo allí. Transcurridos unos pocos días, dijo que “Estados Unidos combatirá contra la tiranía del comunismo”. “El hecho radica en que el acuerdo con Cuba es malo” (11) lo cual me condujo a subrayar que mientras más vocifera Trump vs. Cuba, más fortalece a nuestro pueblo; amén de que seguramente se incrementarán las acciones en su contra en EEUU, incluyendo al grueso de cubanoamericanos/as (12). También resalté cómo su ofuscación provocó lecciones desde Cuba y EEUU (13).
No obstante, ni siquiera le resultó suficiente tanto desatino repudiado. Donald J. Trump orquestó en unas semanas todo un bochinche sobre inexistentes ataques acústicos a su personal de la embajada de Washington en La Habana que colocaron a las sedes diplomáticas de ambos países en un perfil muy bajo para sus respectivas funciones, sin descartar su convocatoria a abstenerse de visitar nuestro país precisamente porque supuestamente Cuba no es un lugar seguro para extranjeros/as (14, 15, 16, 17, 18, 19) —este aspecto último desmentido con crece (20). Todo lo que acabo de anotar, de la mano de un cuento del sanador Marco Rubio (21) —el mismo personaje devoto de Posada Carriles y quien procura “mantener su secreta conspiración terrorista contra Cuba” (22).
Entretanto, la Oficina de la Portavoz del Departamento de Estado de los Estados Unidos emitió un Comunicado de Prensa el 23 de Enero de 2018 con el título “Creación del Grupo de Trabajo de Internet para Cuba” en el cual se expone que, de acuerdo con lo estipulado en el Memorando Presidencial de Seguridad Nacional del 16 de Junio de 2017 “Fortalecimiento de la Política de los Estados Unidos hacia Cuba”, se procede a crear dicho Grupo “compuesto por representantes gubernamentales y no gubernamentales de los Estados Unidos para promover el flujo de información gratuita y no regulada en Cuba. El grupo de trabajo examinará los desafíos tecnológicos y las oportunidades para ampliar el acceso a Internet y los medios de prensa independientes en Cuba”; al paso que se precisa que su primera reunión pública de trabajo tendrá lugar el 7 de Febrero de 2018 (23).
Esta nueva agresión en la perspectiva de la subversión ideológica (clasifica en el denominado Carril II —complementar la Guerra Económica presente en el Carril I y la Militar en el Carril III (24)) recibió una contundente respuesta de nuestro Ministerio de Relaciones Exteriores en la cual se destaca el repudio a “la pretensión del gobierno estadounidense de violar de modo flagrante la soberanía cubana, en lo que respecta a la competencia nacional para regular los flujos de información y el uso de los medios de difusión masiva”, y el rechazo al “intento de manipular Internet para llevar a cabo programas ilegales con fines políticos y de subversión, como parte de sus acciones destinadas a alterar o cambiar el orden constitucional de la República de Cuba” (25).
En contrapartida a la verticalidad de la Revolución Cubana en este particular, EEUU reaccionó alegando su interpretación despreciativa: “Es absurdo que el acceso a internet se considere un acto subversivo, estamos en desacuerdo con eso, es ridículo, y el 7 de febrero tendremos la reunión (del grupo de trabajo)”, según la portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert (26).
Para aquilatar en su justa medida el carácter de esta agresión ideológica vía Internet quizás inofensiva para incautos, hemos de tener en cuenta el contenido de “Nunca fue más imperial EEUU que cuando se convirtió en el Zar del ciberespacio” (27) —amén de que en su intervención acerca del Estado de la Unión Mr. Trump expresó: “Mi Gobierno también ha impuesto duras sanciones a las dictaduras comunistas y socialistas en Cuba y en Venezuela” (28).
Con estos elementos de juicio, puedo concluir sosteniendo que quedan huellas de lo facturado por el anterior presidente en torno al Bloqueo, mientras el aprendiz de estadista persiste en la subversión ideológica desde el propio ejecutivo del “Norte revuelto y brutal”. He aquí cuán lejos pudiéramos pensar que está Donald J. Trump de Barack H. Obama (29) en el intento compartido y fallido/condenado a fracasar por tratar de desaparecer a la Revolución Cubana.
Referencias:
6.- http://radio-miami.org/2017/06/08/trump-eeuu-cubanoel-manzanares-blanco/.
8.- http://www.elnuevoherald.com/noticias/mundo/america-latina/cuba-es/article156990509.html.
9.- http://kaosenlared.net/trump-vs-cuba-va-ok-socialismo/.
10.- https://www.nytimes.com/es/2017/10/10/polariza-y-conquista-por-que-trump-ataca-a-todos/.
13.- http://www.resumenlatinoamericano.org/2017/06/23/trump-recibe-lecciones-de-cuba-y-eeuu/.
23.- https://cu.usembassy.gov/es/creacion-del-grupo-de-trabajo-de-internet-para-cuba/.
28.- https://elpais.com/internacional/2018/01/31/actualidad/1517387619_036241.html.
29.- http://kaosenlared.net/obama-ante-cuba-cuanto-cambio-su-administracion/.
