Noel Manzanares Blanco – Cubainformación.- En los temas sobre DDHH, aparecen supuestos “ataques” sónicos y trances terroristas, y el sostenimiento a la quinta columna
Apenas horas después de que se conoció que EEUU tendría nuevo presidente, firmé “Biden ante Cuba: atrás el trumpismo; llega ¿otro hermano?” donde recordé que había tomado nota del mensaje que él envió en medio de las festividades por la Virgen de la Caridad del Cobre, a saber: “Reafirmamos nuestro compromiso inquebrantable de luchar por los derechos humanos, la libertad y la democracia en la isla”.
En la misma ocasión, concluí resaltando la posición positiva del Presidente Miguel Díaz-Canel al respecto; declaré una enhorabuena la victoria de Biden para el Mundo y, no en poco medida, para Cuba —aún sin la despedida del trumpismo—; y, no obstante, con la sabia de Fidel exhorté a mis compatriotas a identificar al virtual presidente gringo como ¿otro hermano? instalado en el gobierno estadounidense (1).
Posteriormente, encontré interesante las percepciones de los Expertos Jesús Arboleya y Rafael González a partir de que el siguiente 28 de Enero Jen Psaki, Secretaria de prensa de Joe Biden, dijo al responder a una pregunta:
“Nuestra política sobre Cuba va a estar comandada por dos principios: el primero el apoyo a la democracia y los derechos humanos, que va a ser el eje, y el segundo es que los estadounidenses de origen cubano son los mejores embajadores de la libertad en Cuba. Estamos revisando las políticas del gobierno de Trump en varios temas de seguridad nacional para asegurarnos que nuestra visión se ajusta a eso. Vamos a marcar nuestro propio camino” (2).
En este ambiente, pasado un mes trascendió que 80 congresistas demócratas enviaron una carta al hombre proa de la Oficina Oval para que revierta las “crueles” políticas de restricción impuestas sobre Cuba (3) —luego respaldada por un Informe de Oxfam (4)— y, en contrapartida, Washington no solo propagó que La Habana “no es prioridad para Biden” (5) sino que situó a la Mayor de las Antillas dentro de los “actores estatales regionales malignos” (6).
Con estos presupuestos, poco debe extrañar que un reporte de Prensa Latina desde la capital estadounidense al cierre del pasado Abril contenga lo que continúa: “Las autoridades estadounidenses insisten en el denominado Síndrome de La Habana [supuestos “ataques” sónicos] pese a la negativa de Cuba, avalada por estudios científicos, que niegan categóricamente esas acciones” (7).
También ha de extrañar poco que en los últimos días la “Declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores de la República de Cuba” rechace “en los términos más categóricos la certificación que hace el Departamento de Estado de EE.UU. de que Cuba no coopera plenamente con los esfuerzos antiterroristas de los EE.UU.” —continuidad de la calificación emitida por el régimen de Trump el 2 de Junio de 2020.
Entre los argumentos de esa Declaración contra “una acusación totalmente infundada y utilizada con fines políticos, que intenta justificar las agresiones contra Cuba, incluido el inhumano bloqueo económico, comercial y financiero que sufre nuestro pueblo”, brota lo inequívocamente Made in USA:
“Nuestro país ha sido víctima de 713 actos terroristas, en su mayoría organizados, financiados y ejecutados por el gobierno de Estados Unidos o por individuos y organizaciones que reciben refugio o actúan con impunidad en ese territorio. Estos actos han costado la vida a 3 478 y provocado incapacidades a 2 099 ciudadanos cubanos. Los daños humanos y perjuicios económicos se calculan en 181 mil millones de dólares” (8).
Y como colofón de este entramado —en rigor, todo interconectado—, está “Detrás de la ‘disidencia artística’ cubana: el Departamento de Estado, el Instituto Nacional Demócrata y CADAL de Argentina” en cuyo resumen aparece:
“[…] funcionarios del Departamento de Estado de Estados Unidos se reunieron vía online con personas que promueven la subversión dentro de la isla. Reaparece ‘La Madrina’ como ‘enlace’ con el Departamento de Estado de EEUU. Los que financian y organizan actos de desobediencia civil en Cuba, no han dejado de diseñar y planear provocaciones. También buscan una mejor articulación de quienes aquí les sirven para sus propósitos” (9) —entiéndase, quintacolumnistas y comparsa (10).
Además, se ha constatado que la administración Biden está solicitando para 2022 un aumento del 10% sobre el presupuesto de este año que “incluye $ 20 millones para ‘programas de democracia’ dirigidos a Cuba, el mismo nivel de financiamiento que el 2021”, sin contar la parte correspondiente a otros “$ 810,396 millones para la Agencia de los Estados Unidos para Medios Globales, que supervisa la Oficina de Radiodifusión de Cuba, matriz de las infames Radio y TV Martí” (11) —todo, seguidilla del bochinche acerca de ¿patriotas? de “nuevo” tipo (12).
En este contexto, no me detengo en que “el cierre del Consulado de Washington en La Habana, el traslado de sus servicios hacia terceros países y la vigencia de la Ley de Ajuste Cubano de 1966, son disposiciones de Estados Unidos que cuestan vidas humanas” de cubanos/as; sin descartar las desgracias que provocan los viajes ilegales por mar y por “diferentes países de América Latina, para llegar a territorio de los Estados Unidos, una travesía en la cual se convierten en víctimas de traficantes y de bandas delincuenciales” (13).
Concluyo: en tanto que recobra más fuerza la sentencia de Eduardo Galeano según la cual “El cerco asfixiante en torno a Cuba es una forma de intervención” (14) y aparece como noticia que “Más de 70 ciudades se suman a la campaña mundial contra el bloqueo” (15) —reflejo del contraste “La Habana-Miami: entre la Solidaridad y la Insensibilidad” (16)—, son tangibles las pruebas que denuncian que EEUU en los temas sobre DDHH, por lo menos, acude a supuestos “ataques” sónicos y trances terroristas, así como al sostenimiento a la quinta columna en la Isla; lances que acreditan que la nación cubana sí es prioridad para Biden. He aquí una injerencia condenada a fracasar, más con la claridad procedente del 8vo Congreso de nuestro Partido Comunista (17). ¡Amén!
Referencias:
5.- https://www.elnuevoherald.com/noticias/mundo/america-latina/cuba-es/article249827103.html.
7.- https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=446030.8.
10.- https://kaosenlared.net/eeuu-cuba-sociedad-civil-para-la-subversion-ideologica/.
12.- https://www.cubainformacion.tv/la-columna/20210503/91157/91157-cuba-el-pulso-en-el-2021-8.